Requisitos de construcción y de puesta en marcha de la nave

En construcción naval, tanto el montaje o ensamblaje de los bloques que conforman el buque como la culminación de la estructura del casco, se efectúa en gradas o diques de construcción que deben reunir las siguientes propiedades:

Deben disponerse en forma y posición de manera que faciliten lo máximo posible la botadura o puesta a flote del buque.

Deben estar dotados de una sólida cimentación que asegure la rigidez de la estructura que ha de soportar el peso de buque más las cargas adicionales que temporalmente puedan producirse, más los esfuerzos ocasionados en la puesta a flote.

La placa o solera de la grada debe ser capaz de soportar cargas puntuales, muy superiores a la media, en los soportados localizados del buque como picaderos, apoyos de escoras, etc.

Las dimensiones deben ser las idóneas dependiendo de las características del buque a construir.

Medios de elevación suficientes para el mayor bloque del buque.

Deben estar dotados de servicios eléctricos, de gases, alumbrado, aire y agua.

Dependiendo de si el buque se construye en dique o grada la puesta a flote del mismo es diferente; en la grada se efectúa por lanzamiento dinámico y en el dique por empuje hidrostático consecuente de la inundación del dique, por lo que como se puede apreciar las características y cálculos a realizar varía enormemente.

La puesta a flote en el dique es muy sencilla en comparación con la grada debido a que no requiere las costosas construcciones auxiliares así como a su emplazamiento horizontal y no en un plano inclinado como las gradas. A pesar de sus numerosas ventajas, los diques no se han expandido en gran medida debido a su coste de construcción elevado.

Por su parte, las gradas, se emplazan normalmente con cierta pendiente perpendicular al lugar de botadura del buque aunque también existen gradas en sentido paralelo, siendo su botadura de manera transversal.

dique3

Pendiente de la grada

El lanzamiento se produce por deslizamiento sobre un plano inclinado y el grado de éste debe ser el óptimo para que la operación se realice con éxito. La inclinación debe estar próxima a la mínima imprescindible para evitar alturas innecesarias en la proa y zonas muy reforzadas de antegrada. En los caso que la grada tenga un grado de inclinación alto se provocarán mayores esfuerzos durante el giro y, en cambio, la gradas con un grado de inclinación bajo necesitarán una longitud de antegrada mayor.

Las pendientes oscilan entre 1/12 y 1/25, utilizándose mayores pendiente para buques de menor tamaño, debido a su menor peso

Gradas

...