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Resumen la dama de oro


Enviado por   •  20 de Octubre de 2016  •  Resúmenes  •  2.150 Palabras (9 Páginas)  •  745 Visitas

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Introducción

Esta historia nos plantea la situación por la que atraviesa una mujer judía llamada  María Altmann quien tuvo que abandonar Viena muchos años debido al Holocausto ocurrido por parte de los nazis en la Segunda Guerra Mundial.

Después de tanto tiempo María ha decidido pelear por las pertenencias que tuvo que dejar atrás. Pero lo que más le importa recuperar es el retrato de su tía Adele la cual es considerada como la Mona Lisa de Austria.

Apoyada del abogado Randy Schoenberg un joven que también es de procedencia judía logran abrir un largo y difícil proceso contra la Nación de Austria. Durante su travesía María tendrá que superar los fantasmas de su pasado y darse cuenta de que algunas cosas no han cambiado mucho desde su partida de Viena.


Todo comienza en la ciudad de los Angeles en 1998 se esta celebrando el funeral de Luisa la hermana de María Altmann. Al funeral asiste Bárbara una amiga de la familia a la cual María le comenta que necesita el consejo de un abogado confiable acerca de unas cartas y esta le contesta que le dirá a su hijo que la visite. Randy Schoenberg es un abogado joven quien trabajo en una firma importante que tiempo después decidió aventurarse a formar su propia firma en Pasadena pero fracaso y acaba de conseguir una oportunidad para laborar en la firma Bergen Brown Sherman. Schoenberg visita a la señora Altmann en su hogar y esta le pregunta que sabe acerca de la restitución del arte y él le contesta que no tiene ningún conocimiento en esa área. Ella le cuenta acerca de su familia que estaba conformada por su hermana Luisa, su padre Gustav, su madre Teresa, su tío Ferdinand dueño de una empresa azucarera y la esposa de su tío de nombre Adele quien murió muy joven. También le comento que todos vivían juntos en Viena y eran conocidos como los Bloch-Bauer. María le enseño las cartas a Randy que tenían fecha de 1948 que pertenecían al abogado familiar de ese entonces y hablaban de las pinturas que habían robado los nazis. Ella le dijo que leyó en un periódico que en Viena estaban revisando casos antiguos sobre la restitución del arte y le platico del cuadro de Adele que su tío le encargo a Gustav Klimt la cual fue robada por los nazis en su hogar por ser una familia judía. En la actualidad la pintura  se encuentra en la Galería de Belvedere en Viena y Altmann está dispuesta a recuperarla alegando que tiene que hacer lo posible para mantener vivos los recuerdos y no le interesa el dinero. Randy comienza a leer las cartas percatándose  de que el testamento de Adele nunca ha sido visto por nadie y le aconseja a María contratar a varios abogados prestigiosos en restitución del arte y ella le contesta que no cuenta con dinero. Ella lo motiva a que la ayude como un pasatiempo pues comparten la misma historia por su  procedencia judía y convence al dueño de la firma para que considere el caso del cuadro como una posible inversión pues el valor de la obra es de más de cien millones de dólares y le dan la aprobación de ir a Viena una semana para revisar el caso. Schoenberg le da la noticia a María de que ira a revisar el testamento y de que ella participara como oradora en una conferencia  de restitución del arte para meter presión contra Austria. Al principio ella se niega a regresar a ese lugar pues afirma que ahí destruyeron a su familia pero al final accede a ir al tener un recuerdo de su tía Adele diciéndole que su único enemigo era el miedo. Al llegar a Viena conocen a Hubertus un periodista investigador que les ofreció su ayuda como una forma de compensar las atrocidades que su padre había cometido contra los judíos pues era un fiel seguidor de los nazis. Hubertus les explico que la restitución solo empezó como un ejercicio de relaciones públicas pues Austria solo quiere mejorar su imagen pero no quieren deshacerse de sus tesoros y les pondrán todos los obstáculos posibles en su caso. Ellos aceptan su apoyo pues no cuentan con ningún otro aliado Austriaco. Esa noche Altmann recuerda su antigua vida en esa ciudad en especial el día de su boda con un cantante de ópera y como pertenecía a una familia de excelente posición económica. Al día siguiente al visitar el ministerio le comentan que el comité de restitución ha decidido que su caso no es digno de revisión. Ella alega que han venido desde lejos y agradecerían que revisaran su caso antes de tomar una decisión pero le reiteran que dicho comité no interactúa jamás con partes externas. Antes de acudir a la conferencia Altmann visita el cuadro de su tía en la Galería se da cuenta de que es un icono nacional y que han ocultado su origen judío. Tienen la oportunidad de acceder a los archivos del museo gracias a una conocida de Hubertus y ahí encuentran el testamento de Adele donde ella pedía donar sus retratos a la galería Belvedere pero que esto no era válido pues quien realmente había pagado por las pinturas era Ferdinand su tío y que este al morir las heredo a las hermanas Altmann. También se dio cuenta de que su hogar después de huir de Austria  se había convertido en la escena más grande de robos de aquella época y todas sus pertenencias terminaron en manos de los criminales nazis más poderosos. Hubertus les dijo que tenían que mostrarle esas pruebas a Rudolf Wran el encargado del comité pero al verlos este los ignoro.  María se siente destrozada al ver el trato que le ofrecen pero al empezar a escuchar a los otros oradores se empieza a llenar de ánimos para contar su historia y motiva a las otras víctimas a reunirse con lo que legítimamente les pertenece. Después de la conferencia María vuelve a recordar lo doloroso que fue abandonar a sus padres en Viena y lo difícil que le fue escapar junto a su esposo y que gracias a la ayuda de su cuñado consiguieron unos boletos para huir. En una reunión con el comité conocen al doctor Dreimann el abogado principal de Austria en el caso por recuperar las obras y le informan nuevamente que su decisión no ha cambiado y las obras seguirán permaneciendo en la Galería. María les explica que su tía jamás hubiera hecho la petición de donar las pinturas si hubiera sabido lo que ocurría con el saqueo de su casa. El  comité se burla de ellos diciéndoles que su única opción es ir a juicio pues para poder hacerlo el gobierno exige un depósito de uno punto ocho millones de dólares solo para comenzar de acuerdo al valor estimado de las pinturas. María llega a la conclusión de que es un desperdicio de dinero y esfuerzo por lo cual regresan a Estados Unidos. Randy le confiesa a su esposa que al principio decidió ayudarla por el valor de las pinturas pero que después de estar en Austria se había conectado con su pasado y no consideraba justo lo que estaba sucediendo. Durante los siguientes nueve meses se pasó estudiando las posibilidades para llevar a cabo la demanda en Estados Unidos pues encontró un vacío en la ley con tres condiciones: cuando la propiedad se quita en violación a una ley internacional, cuando el bien le pertenece a una agencia de un estado extranjero, cuando esa agencia tiene actividad comercial dentro de Estados Unidos. Al cumplir con dichos criterios la demanda es posible de realizarse. Él le expone la oportunidad que tienen en su firma pero estos no lo apoyan y decide renunciar para dedicarse al cien por ciento en el caso del retrato de Adele. Continúan e interponen la demanda contra el Gobierno Austriaco y visitaron al Cónsul Austriaco para dejar la demanda y el citatorio. Llevan el caso hasta la suprema corte y Ronald Lauder le ofrece a Altmann pagarle a los mejores abogados en la suprema corte para que la representen a cambio de que Adele este en su Galería en Nueva York. María se niega diciéndole que prefiere quedarse con su estudiante inexperto pues con él ha conseguido avanzar tanto en su caso. En la corte María vuelve a recordar pero ahora hace referencia al momento en que le llego una carta de su hermana explicando que su padre había muerto. La defensa argumentaba que esto era un asunto que le pertenecía únicamente a Austria y no tenía lugar en cortes americanas además de que la diplomacia mundial colapsaría. Randy por su parte manifestó que se le debía de dar justicia a María pues llego a Estados Unidos en busca de Paz. Cuatro meses después la corte fallo a su favor para llevar a juicio al gobierno de Austria pero Randy estaba preocupado de que alargaran demasiado el caso y María no viviera para ver el resultado. Trataron de llegar a un acuerdo que permitiera que las pinturas permanecieran en el Belvedere a cambio de una compensación  a la señora Altman y reconocer que las habían tomado de una manera ilegal de su hogar  pero los austriacos se negaron diciendo que no pagarían por lo que  era de ellos. Así que se llegó a la decisión de que  para agilizar el caso se llevaría a cabo un arbitraje en Viena ellos escogerían a un juez, los austriacos a otros y el tercero es neutral. Altmann nuevamente se negaba a viajar a Viena pues decía que ya la habían humillado en el pasado y no permitiría que lo volvieran a hacer. Randy viaja solo y al llegar se reúne nuevamente con Hubertus y acuden a un concierto que realizan con las obras de su abuelo. Hubertus le comenta la inquietud que tiene a cerca de la resolución del caso y que regresar a Viena no cree que haya sido la mejor idea. Justo antes de comenzar el arbitraje Randy  ve a María entrar en la sala y lo anima aún más para defender el patrimonio que por ley le pertenece a la señora. Expone ante el arbitraje que su clienta y el son austriacos que las raíces que compartes se sitúan en la cultura de Viena. Que durante las visitas que ha realizado a ese País se ha dado cuenta de que existen dos tipos de Austrias: los que se oponen a la restitución de las víctimas del nazismo y otra que reconoce las injusticias cometidas a los judíos para poder ratificarlas. Estableció que las pinturas llegaron a la Galería de una manera deshonesta e ilegal y que el testamento de Adele no tenía validez. Los arbitradores dieron su veredicto y devolvieron las pinturas a María. Al terminar el Doctor Dreimann le ofrece a María comprar la pintura de Adele para que siga en la Galería pero esta se niega pues cuando ella quiso llegar a un arreglo no accedieron. Al final de la película se ve como antes de abandonar Viena María recorre su antiguo hogar que ahora se ha convertido en unas oficinas y vienen a la mente todos esos bellos momentos que vivió dentro de esas paredes como el día de su boda, su padre tocando el chelo, su tío Ferdinand leyendo, las pláticas con su madre y las reuniones con su tía Adele. A petición de María el retrato de su tía forma parte de la muestra permanente de la Galería de la Nueu en Nueva York  y fue comprada por Ronald Lauder en ciento treinta y cinco millones de dólares. Con el dinero que gano del caso Randy abrió su propia firma y se especializa en la restitución de obras de arte. Además pago un nuevo edificio para el museo del Holocausto en los Angeles. María dono lo recaudado de sus pinturas a parientes y algunas obras de caridad. Murió en el 2011 a la edad de 94 años.

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