SINCRONIZACION DE CELO Y OVULACION EN BOVINOS
Heider.colina13 de Septiembre de 2013
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PROTOCOLOS PARA LA SINCRONIZACIÓN DEL CELO Y LA OVULACIÓN EN BOVINOS
INTRODUCCION
La sincronización del celo a través del uso de fármacos, ha sido usada para mejorar la eficiencia reproductiva en el ganado. Los protocolos para sincronización del celo estuvieron originalmente orientados hacia la disminución del tiempo empleado en la detección del estro. Uno de los factores que causa mayores limitaciones en el rendimiento reproductivo del ganado bovino, es la falla en la detección de celo en una forma eficiente y precisa que permita una inseminación a tiempo para lograr una buena eficiencia reproductiva en el rebaño. Se ha reportado una alta correlación (0.92) entre un largo intervalo entre partos y la falla en la detección del estro, mientras que la correlación entre éste parámetro y la tasa de concepción es sólo de 0.32; esto indica que la detección de celo juega un papel primordial cuando se usa inseminación artificial. Es evidente que la búsqueda para la solución de este problema de manejo llevó a idear mejores protocolos para la sincronización del celo y la ovulación, que al ser mas eficientes durante el servicio permiten mantener índices de fertilidad adecuados. Idealmente, un protocolo de sincronización del estro debe producir un estro fértil y una alta respuesta de sincronización, cuando es utilizado en un grupo de hembras.
La regulación del ciclo estral es una alternativa para obviar la detección del estro. El propósito es controlar el momento del celo y por lo tanto el momento de la ovulación. Esto haría posible incrementar el porcentaje de hembras inseminadas en el rebaño durante el período deseado de servicios. Si no se puede eliminar la detección de celo, al menos el trabajo requerido para tener una observación diaria de hembras para la detección del celo, podría reducirse agrupando a los animales y concentrando los esfuerzos de detección durante períodos previamente predeterminados.
Asimismo, la regulación del ciclo estral debe ser una estrategia económicamente factible. La inversión en productos utilizados para la sincronización del celo y ovulación, así como el trabajo requerido para la detección del celo, deben ser menores que la ganancia obtenida a través del aumento del número de vacas que conciben durante el período de sincronización. La inversión debe incluir (i) el costo del tratamiento, (ii) el número de veces que el animal necesita ser manejado y (iii) los cambios favorables en la tasa de concepción. Algunos aspectos deseables que debe reunir un buen protocolo de sincronización, incluyen: (i) alta tasa de respuesta al tratamiento cuando este se inicia en cualquier fase del ciclo estral; (ii) alta sincronía del momento del estro y de la ovulación; (iii) fertilidad normal y retorno normal al celo con elevada fertilidad en los servicios siguientes.
DINÁMICA FOLICULAR OVÁRICA Y LA SINCRONIZACIÓN DEL CELO Y DE LA OVULACIÓN
Una precisa sincronización del celo depende del control del cuerpo lúteo (CL) y del desarrollo folicular ovárico. Esto se confirma por diversas observaciones que demostraron que la sincronía de la onda de LH en respuesta a la luteólisis inducida por prostaglandina F2a (PGF2a), depende de la homogeneidad existente al momento del tratamiento en la población de folículos grandes entre las hembras.
Con base a estudios morfológicos e histológicos de los ovarios en bovinos, se concluyó que la actividad folicular durante el ciclo estral ocurre en ondas. El uso del ultrasonido reveló que ocurren dos o tres ondas de crecimiento folicular durante el ciclo estral en bovinos. El inicio de la primera onda de crecimiento folicular durante el ciclo estral se detecta en los ovarios como una cohorte de folículos de 4 mm de diámetro que aparece en el ovario el día antes de la ovulación. Durante los próximos días, uno de esos folículos se hace dominante y los otros se hacen folículos subordinados. Una segunda onda emerge alrededor de 10 días después de la ovulación, y si el ciclo es de tres ondas, entonces una tercera onda folicular aparece el día 16 del ciclo estral. El folículo ovulatorio se origina de la última onda. Existen numerosos reportes en la literatura sobre la dinámica folicular durante el ciclo estral en el bovino, debido al interés que representa como información básica para el diseño de protocolos para la sincronización del celo y la ovulación y para los programas de superovulación.
EVALUACIÓN DE LOS PROTOCOLOS DE SINCRONIZACIÓN Y OVULACIÓN
Diferentes parámetros han sido usados para evaluar los protocolos de sincronización; entre ellos se indican:(i) Tasa de sincronización: definida como el número de animales que presentan celo durante los cinco a siete días siguientes a la aplicación del tratamiento, dividido por el número de animales que recibieron el tratamiento;(ii) Tasa de preñez: se define como el número de hembras que conciben, después de la inseminación artificial, en los cinco o siete días siguientes al tratamiento, dividido por el número de hembras inseminadas y,(iii) Tasa de concepción: definida como el número de hembras que conciben en los cinco a siete días siguientes al tratamiento, después de la inseminación artificial, dividido por el número de hembras en celo durante los cinco a siete días siguientes al tratamiento.
PROTOCOLOS PARA LA SINCRONIZACIÓN DEL CELO Y LA OVULACIÓN
La sincronización del estro implica la manipulación del ciclo estral o la inducción del celo, de manera tal de provocar que un gran número de un grupo de hembras, entren en celo en un tiempo predeterminado. El desarrollo de los sistemas de regulación del celo y la ovulación en el bovino, se ha dividido en cuatro fases. Durante la primera fase, que se inicia en 1960, se utilizaron numerosos compuestos progestacionales a través de diferentes métodos, tales como la alimentación, adición al agua de bebida, implantes subcutáneos, aplicaciones tópicas y dispositivos intravaginales. En estos casos el celo ocurría en 80 a 90% de los animales tratados, en un período de 4 días después del retiro del progestágeno; sin embargo, la tasa de concepción no era mayor a 10 ó 15%, comparada con la tasa de concepción de hembras no tratadas. La segunda fase se caracterizó por intentos para combinar progestágenos y estrógenos o gonadotrofinas, con el objetivo de tener un mayor control del celo y la ovulación. Aunque estos protocolos resultaron
en mejores tasas de concepción y sincronización del celo, en algunos casos no fueron muy exitosos. La tercera fase se inició alrededor de 1972, luego del advenimiento y demostración de los efectos luteolíticos de la PGF2a en vacas [38]. En la cuarta fase se combinó el uso de progestágenos y PGF2a.
En la década del ’90, se desarrollaron protocolos que sincronizan el desarrollo de ondas foliculares ováricas para mejorar la precisión del celo después de la inducción del mismo y sincronizar la ovulación con el objetivo de permitir la IA en un tiempo predeterminado. Estos protocolos incluyen el uso de un agonista de la hormona liberadora de gonadotrofinas (GnRH) y de un agente luteolítico.
Una gran variedad de compuestos hormonales han sido utilizados para sincronizar el celo. Muchos de los protocolos de sincronización disponibles utilizan agentes luteolíticos o progestágenos. El celo es la consecuencia del crecimiento coordinado de un folículo ovárico y del aumento en la secreción de estradiol acoplada con la lisis del CL. Por esa razón la regulación del crecimiento folicular y la secreción de estradiol combinada con la regulación de la actividad luteal pueden proveer un medio para aumentar la precisión de la sincronización del celo y para optimizar la fertilidad.
Sincronización del Estro a través del Uso de Progesterona (P4) o Progestágenos
Progesterona y progestágenos han sido usados para sincronizar el celo, desde 1951 [50] por su efecto de supresión del estro [31]. Dichos compuestos han sido administrados a través de diferentes vías, desde inyecciones diarias, dispositivos intravaginales liberadores del compuesto, y a través del alimento. Uno de los compuestos usados por vía oral (administración con el alimento) es el progestágeno sintético acetato de melengestrol (MGA). Una revisión de 24 estudios demostró la efectividad del MGA cómo agente sincronizante, administrado en el alimento por 10-18 días; la tasa de hembras tratadas con MGA que presentaron celo en un período de 6 días después del retiro del compuesto, fue similar al porcentaje de las hembras del grupo control que presentaron celo durante un período de 20 días. Sin embargo, la tasa de concepción fue 14% mas baja que en el grupo control. Recientemente, se ha demostrado que el tratamiento de ganado bovino con progestágenos durante la fase folicular del ciclo estral causa el desarrollo de folículos persistentes que promueven una baja fertilidad [41, 46]. El folículo se mantiene, ya que en ausencia de un CL, y bajo la administración del progestágeno, la frecuencia de pulsos de secreción de LH aumenta, presentando el patrón típico que se observa durante la fase folicular del ciclo estral, lo que ocasiona que se mantenga el crecimiento del folículo y resulte en bajas tasas de concepción.
Otra forma de administrar los progestágenos es a través de dispositivos intravaginales, que permiten la liberación continua de progesterona y eliminan la necesidad de inyecciones diarias o el suministro en el alimento. Al igual que la administración de MGA con el alimento, la introducción de un dispositivo intravaginal liberador de P4, por 14 ó 21 días, resulta en excelentes tasas de sincronización aunque con bajas tasas de concepción [27, 36]. Sin embargo, el tratamiento con P4 por períodos
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