SOCIEDAD CIVIL
Dominica051 de Abril de 2014
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SOCIEDAD CIVIL
Irma Medina Ortega (2010)
INTRODUCCIÓN
A diferencia del ejercicio del poder público, donde los funcionarios desarrollan actividades relativas a la administración del país y el gobierno, ¿te has preguntado quiénes somos los ciudadanos? ¿Cómo y para qué nos relacionamos las personas que conformamos la sociedad civil? ¿Qué relación existe entre dicha sociedad civil, el Estado y el mercado? ¿Qué temas son importantes para la sociedad civil contemporánea?
Para responder las preguntas anteriores, en este tema, analizaremos qué es la sociedad civil, cuál es su dinámica propia y qué relaciones establece con los ámbitos económico y político.
Nuestro punto de partida es la idea de que la sociedad civil está constituida por ciudadanos, es decir aquellos individuos que forman parte de una comunidad política denominada Estado-nación, los cuales poseen libertades y obligaciones cuyo ejercicio es garantizado por el estado de derecho dentro de una comunidad política democrática.
En teoría, el gobierno democrático sería aquel que funciona para satisfacer las necesidades de los ciudadanos en términos políticos, sociales e incluso hoy, ambientales.
1. DESARROLLO DEL CONCEPTO DE SOCIEDAD CIVIL
De manera general, la sociedad civil se define como la esfera de las relaciones sociales entre ciudadanos que no está regulada por el Estado, sin embargo, la descripción de este mundo social, distinto al natural, ha sufrido diversas transformaciones a lo largo del desarrollo del pensamiento político como podremos establecerlo en seguida.
Antigüedad
Durante la antigüedad, se consideró a la sociedad civil como una comunidad de “animales políticos” que naturalmente tendían hacia la congregación puesto que como “animales domésticos” les era imposible lograr la sobrevivencia. Por lo tanto, conformar sociedades es una tendencia natural del hombre que siempre forma parte primero de una familia y luego de la comunidad, estableciéndose una clara división entre la sociedad doméstica (familia) que encierra el mundo de la intimidad de los individuos, y la sociedad civil, que atañe a la vida en común del conjunto de individuos.
Edad Media
En el caso de la Edad Media, al aparecer el fenómeno religioso católico (es decir con pretensión de universalidad), la sociedad civil se va a distinguir en cambio, de la Iglesia o sociedad religiosa que busca fundamentalmente la “salvación” del alma de los individuos”. Por ello, se va a conservar la idea básica de que los ni los pueblos, ni las familias ni los individuos son capaces de sobrevivir por sí mismos y en consecuencia poseen una “disposición natural” a conformar sociedades.
Y como estas sociedades, o comunidad creada por Dios, tienen un carácter temporal, entonces requieren para su conservación, no precisamente de la divinidad, sino de una comunidad política que ejerciendo el poder, imponga el orden y por lo tanto la sobrevivencia de los integrantes de la sociedad.
Edad Moderna (pensamiento ilustrado contra monarquía absolutista)
Por su parte, la perspectiva moderna, ya no concibe la sociedad como un producto natural, sino como un conglomerado artificial surgido cuando los individuos abandonan su estado hipotético de naturaleza. En este momento, van a surgir dos corrientes de interpretación sobre la sociedad civil que se denominan liberalismo y marxismo, cuyas posturas van a poner énfasis en aspectos distintos, como veremos a continuación.
El liberalismo surge como heredero del pensamiento ilustrado y por ello lo analizaremos en el apartado correspondiente a la Edad Moderna, mientras que el marxismo, lo revisaremos en el apartado correspondiente a la Edad Contemporánea.
La perspectiva liberal considera que la sociedad civil está conformada por ciudadanos que poseen un conjunto de derechos inviolables que incluyen la igualdad ante la ley (garantizada mediante el Estado de derecho), la igualdad de oportunidades de participación política (ejercida mediante el voto igual para todos y el libre acceso a la opinión pública. Aquí analizaremos el ejemplo de Locke (1632-1704) quien planteó el constitucionalismo liberal en oposición a la perspectiva absolutista de Hobbes (1588-1679).
Para Hobbes, hipotéticamente llegó un momento dado en que resultó imposible la convivencia pacífica y respetuosa entre los individuos egoístas que viven en un estado permanente de guerra, por lo que surgió necesariamente un acuerdo voluntario para regular las relaciones naturales e instituir un poder coactivo (el Estado) cuyo representante es el monarca, encargado de velar por la conservación de la sociedad civil en su conjunto, de manera que es imposible pensar la organización social sin la presencia del poder absoluto del rey para garantizar su existencia.
Al contrario del enfoque absolutista, el filósofo inglés Locke de tendencia liberal, pone énfasis en dos aspectos centrales relacionados con el interés individual, uno es la propiedad y el otro el intercambio, ambos ajenos al control político, ya que la misión exclusiva del poder estatal es la conservación del orden legal que se ha proporcionado la sociedad para proteger los derechos naturales individuales que resultan por lo tanto inviolables. Sólo que el requisito de la existencia de dicho poder es dividirlo entre un órgano que crea las leyes (el parlamento) y un poder ejecutivo que es representado por la persona del rey, el cual queda obligado a respetar el orden constitucional del cual se ha dotado la sociedad civil.
Pero ¿qué son para los individuos la propiedad y el libre intercambio (mercado)? Son por supuesto realidades fundamentadas en el derecho natural, y en consecuencia, son inherentes a la vida autónoma de la sociedad en la cual los individuos propietarios han aceptado voluntariamente establecer un Estado o poder público que garantiza la protección de ese derecho natural.
En consecuencia, las organizaciones constituidas por ciudadanos, tendrían por objetivo la prosecución de los intereses particulares de sus miembros y por ello se denominarían como “instituciones privadas” no controladas por el Estado y sus instituciones públicas.
Ya sea desde el punto de vista absolutista de Hobbes (el hombre logra superar la guerra de todos contra todos) o desde el punto de vista de Locke (el individuo posee derechos naturales que son inherentes e inviolables), la concepción del derecho natural justifica la existencia de la sociedad civil, como una forma de suscitar mediante el acuerdo, tanto la organización política como la económica.
Edad Contemporánea
El pensamiento contemporáneo resalta el grado de dependencia que existe entre los individuos para la satisfacción de sus necesidades y la forma en que se puede evitar el estado de anarquía que surgiría si la libertad se ejerciera sin ninguna regulación.
De esta manera, al contrario de un estado de naturaleza, en que los individuos no contemplan la libertad de los otros, en la sociedad civil es preciso organizarse para velar por determinados intereses particulares y de esa manera los grupos regulados participarán en la vida social con orden y racionalidad.
Pero a diferencia del liberalismo, para el marxismo, la sociedad se caracteriza por la existencia de las clases antagónicas por lo que el conflicto entre ellas resulta ineludible y problemático. En la perspectiva marxista, la sociedad civil surge de la actividad material (producción económica) que los individuos realizan y que los aleja precisamente de su condición natural o meramente animal. Más tarde, dentro de esta corriente de pensamiento, Gramsci incluyó también como parte de la sociedad, su expresión ideológica y las instituciones que la encarnan como son la Iglesia, la escuela, los partidos políticos y la propia familia.
Derivado de lo anterior, resulta claro que actualmente la sociedad civil constituye el ámbito donde se desenvuelven los ciudadanos y las relaciones entre ellos puesto que al perseguir determinados objetivos de índole material o ideológica, se organizan en asociaciones denominadas iglesias, partidos políticos, empresas y todo tipo de agregados colectivos.
En consecuencia, las actividades de los ciudadanos se desarrollan en distintos planos como son el económico, el ideológico y el político y su rasgo distintivo es que permanecen ajenas al control del Estado y existen más allá de las relaciones íntimas familiares.
2. ESTRUCTURA Y OBJETIVOS DE LA SOCIEDAD CIVIL
Si los miembros de la sociedad son los ciudadanos que se dedican a diferentes actividades como la religión, el comercio, la industria, la producción agrícola u otra, resulta evidente que poseen diferentes intereses que pueden intentar realizar mediante su organización institucional.
Como se había mencionado anteriormente, los ciudadanos que viven dentro de una comunidad política llamada democracia, se caracterizan por la posesión de un conjunto de derechos y obligaciones políticas y sociales. Sin embargo, la posesión no implica automáticamente su ejercicio, puesto que existen grupos de ciudadanos que no ejercen sus derechos o no cumplen sus obligaciones.
En términos generales, se considera que la existencia de la ciudadanía es posible bajo las condiciones siguientes: cuando se ha constituido un Estado de derecho (conjunto de derechos políticos
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