SOMOS MAS DE UNA PERSONA

En ocasiones el tener un comportamiento que oculte las expresiones que surgen como reacción a las situaciones de nuestro entorno, provoca de manera paulatina que conlleven a la materialización de actos desmedidos e inexplicables de manera aparente, trayendo consigo resultados en su mayoría, desafortunados.

La relación que se le da a cada uno de los pensamientos que se forman frente a los diferentes estímulos que se presentan de vivir en sociedad o como resultado de los procesos diarios de la interacción humana o la formación personal, tiene gran incidencia en la toma de decisiones de cada persona, las cuales por pequeñas que parezcan tienen que ver en los hechos futuros de la vida de cada persona.

Cuando se observan sucesos próximos al diario vivir que causan sensaciones que van desde la incomodidad, el enojo, hasta el resentimiento, suele presentarse una reacción caracterizada por la exaltación, o al menos en la mayoría de las personas, lo cual causa en su entorno molestia pero de cierta manera comprensiva, ya que es considerado normal si se está frente a lo que no se comparte.

De acuerdo a la personalidad se puede llegar a inferir la magnitud o clase de la reacción de un ser humano frente a situaciones que no sean de su agrado o más aun, que lo afecten su integridad, su orgullo o su patrimonio, lo que permite a quienes suelen estar en sus círculos cercanos de interacción asumir comportamientos adecuados que le permitan interactuar sin causar fricciones ni conflictos, aunque claro está, no todos los individuos se toman el tiempo para tener esta consigna en cuenta, hay claros ejemplos de quien actúa sin imaginar cómo se siente quien está en frente, pero esto depende del “otro”, más complejo es cuando esto sucede por nuestra propia decisión, ya sea consciente o inconscientemente.

Cuando alimentamos deseos reprimidos es posible que estos terminen desapareciendo, pero también es probable que terminen en estallidos de acciones que raya con nuestros propios dogmas y más aun, ajenos a nuestra personalidad característica de siempre. Cuando deja de ser simplemente deseos reprimidos y se trata de la clara intención de realizar una acción fuertemente motivada por lo que sucede en nuestro entorno y se aleja de la impotencia, pueden ocurrir desenfrenados sucesos donde la limitación no es un principio, donde no se escuchan razones y simplemente se actúa sin medir las consecuencias. Esto es una clara explicación de sucesos desafortunados como masacres en colegios, parques, restaurantes y otros lugares públicos donde matan a varias personas sin razón aparente, aun siendo personas que no albergaban la violencia en su vida cotidiana, suele ser el resultado de un proceso lento de resentimiento con el mundo, con la realidad y con las características de una sociedad indolente y corrupta.

...