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Salud En Venezuela


Enviado por   •  22 de Marzo de 2014  •  2.132 Palabras (9 Páginas)  •  179 Visitas

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Los Teques 22 de marzo del 2014

Tramo 1 , Seccion 1, Trayecto 1

Ensayo

La Celula, es la unidad anatómica y funcional del organismo animal, la estructura más pequeña capaz de desempeñar todas las funciones vitales. Ésta forma parte de la organización del cuerpo, ya que las células forman tejidos, los tejidos forman órganos; los órganos forman sistemas y el conjunto de sistemas forman un organismo.

Hablar de célula, es hablar de vida. Esto puede parecer intrascendente, pero en su aparente simplicidad se condensan casi todos los rasgos que dan grandeza a esta pequeña unidad fundamental y que la sitúan en un puesto de honor frente a las restantes partes del organismo humano.

En efecto abordar el tema de la célula equivale a dar un paso gigante en nuestra comprensión del mundo; a destilar la esencia de las cosas.

Pero la célula da paso a un nuevo concepto del individuo, como algo enteramente irrepetible y original; en la entraña de cada ser viviente encontraremos esta referencia a sí mismo que, en cierto modo, lo aísla del resto de la naturaleza y le enfrenta a ella como finalidad concreta.

El aspecto funcional de los seres vivos es el objeto de estudio de la célula, cuando se investiga la estructura de la célula, cabe distinguir muchas características esenciales para el ser vivo, así como para las plantas, los componentes celulares de los organismos y sus peculiares formas de asociación en tejidos; y una anatomía general u organografía, que se ocupa de la estructura macroscópica de los organismos y de la de los órganos que la integran.

La parte de la Botánica que se especializa en el estudio de la Célula es la Citología Vegetal. El estudio de la célula es de gran importancia, puesto que es la unidad de estructura, el asiento de los procesos fisiológicos vitales del organismo y, en el caso de las células reproductoras, de la transmisión de los materiales hereditarios de una generación a otra.

Cada una de las células vegetales es, al menos en parte, autosuficiente, y está aislada de sus vecinas por una membrana celular o plasmática y por una pared celular. Membrana y pared garantizan a las células la realización de sus funciones; al mismo tiempo, unas conexiones citoplásmicas llamadas plasmodesmos mantienen la comunicación con las células contiguas.

es una unidad mínima de un organismo capaz de actuar de manera autónoma. Todos los organismos vivos están formados por células, y en general se acepta que ningún organismo es un ser vivo si no consta al menos de una célula. Algunos organismos microscópicos, como bacterias y protozoos, son células únicas, mientras que los animales y plantas están formados por muchos millones de células organizadas en tejidos y órganos. Aunque los virus y los extractos acelulares realizan muchas de las funciones propias de la célula viva, carecen de vida independiente, capacidad de crecimiento y reproducción propias de las células y, por tanto, no se consideran seres vivos. La biología estudia las células en función de su constitución molecular y la forma en que cooperan entre sí para constituir organismos muy complejos, como el ser humano. Para poder comprender cómo funciona el cuerpo humano sano, cómo se desarrolla y envejece y qué falla en caso de enfermedad, es imprescindible conocer las células que lo constituyen.

Hay células de formas y tamaños muy variados. Algunas de las células bacterianas más pequeñas tienen forma cilíndrica de menos de una micra o µm (1 µm es igual a una millonésima de metro) de longitud. En el extremo opuesto se encuentran las células nerviosas, corpúsculos de forma compleja con numerosas prolongaciones delgadas que pueden alcanzar varios metros de longitud (las del cuello de la jirafa constituyen un ejemplo espectacular). Casi todas las células vegetales tienen entre 20 y 30 µm de longitud, forma poligonal y pared celular rígida. Las células de los tejidos animales suelen ser compactas, entre 10 y 20 µm de diámetro y con una membrana superficial deformable y casi siempre muy plegada.

Pese a las muchas diferencias de aspecto y función, todas las células están envueltas en una membrana llamada membrana plasmática que encierra una sustancia rica en agua llamada citoplasma. En el interior de las células tienen lugar numerosas reacciones químicas que les permiten crecer, producir energía y eliminar residuos. El conjunto de estas reacciones se llama metabolismo (término que proviene de una palabra griega que significa cambio). Todas las células contienen información hereditaria codificada en moléculas de ácido desoxirribonucleico (ADN); esta información dirige la actividad de la célula y asegura la reproducción y el paso de los caracteres a la descendencia. Estas y otras numerosas similitudes (entre ellas muchas moléculas idénticas o casi idénticas) demuestran que hay una relación evolutiva entre las células actuales y las primeras que aparecieron sobre la Tierra.

Entre las células procarióticas y eucarióticas hay diferencias fundamentales en cuanto a tamaño y organización interna. Las procarióticas, que comprenden bacterias y cianobacterias (antes llamadas algas verdeazuladas), son células pequeñas, entre 1 y 5 µm de diámetro, y de estructura sencilla; el material genético (ADN) está concentrado en una región, pero no hay ninguna membrana que separe esta región del resto de la célula. Las células eucarióticas, que forman todos los demás organismos vivos, incluidos protozoos, plantas, hongos y animales, son mucho mayores (entre 10 y 50 µm de longitud) y tienen el material genético envuelto por una membrana que forma un órgano esférico conspicuo llamado núcleo. De hecho, el término eucariótico deriva del griego ‘núcleo verdadero’, mientras que procariótico significa ‘antes del núcleo’.

Una célula animal es un tipo de célula eucariota de la que se componen muchos tejidos en los animales. Está dividida en: membrana celular, mitocondria, cromatina, lisosoma, aparato de golgi, citoplasma, nucleoplasma, núcleo celular, nucléolo, centriolos, ribosoma y membrana plasmática.

Una célula vegetal Las células adultas de las plantas se distinguen por algunos rasgos de otras células eucariotas, como las células típicas de los animales o las de los hongos, por lo que son descritas a menudo de manera específica. Suele describirse con los rasgos de una célula del parénquima asimilador de una planta vascular; pero sus características no pueden generalizarse sin más al resto de las células, meristemáticas o adultas, de una planta, y menos aún a las de los muy diversos organismos llamados imprecisamente vegetales.

Lo cierto es que las células adultas de las plantas terrestres, presentan rasgos comunes, convergentes, con las de otros

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