ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Sicariato

pieropg198718 de Junio de 2014

5.123 Palabras (21 Páginas)255 Visitas

Página 1 de 21

La “Virgen de los Sicarios”, María Auxiliadora debe,

según la creencia, perdonar a sus hijos

y proveerlos de destreza y fortaleza para

que no fallen en sus “trabajos”.

Fernando Vallejo

Introducción

Antes del surgimiento del sicariato como fenómeno

generalizado y con patrones claros de funcionamiento,

en el país hubo un tipo de ajuste de

cuentas no mercantilizado, vinculado a las convicciones

de quienes asumían la necesidad de eliminar transitoria

(intimidación) o definitivamente (homicidio) a los enemigos

políticos o económicos.

El cacique local, generalmente un terrateniente, requería

de los servicios de una fuerza de choque para defender

sus intereses políticos y económicos; era un grupo

funcional y dependiente del hacer política local, que debía

lealtad al líder y a sus actuaciones clientelares.

En términos nacionales el ajuste de cuentas ocurrió

en la época velasquista con unos agentes policiales denominados

“Los Pichirilos” quienes eran pagados con fondos

reservados del Ministerio de Gobierno; o los denominados

“Pepudos” vinculados a un partido populista guayaquileño,

que llegaron a recibir el manejo parcial de las aduanas

de Guayaquil. El asesinato de Abdón Calderón Muñoz

en 1978; el homicidio del Juez de la Corte Superior de

Quito Iván Martínez Vela en 1988 y los ajusticiamientos a

18 ejecutivos carcelarios ocurridos en los últimos años.

También el requerimiento de los servicios de ciertos cuerpos

irregulares vinculados a la ruralidad, como, por ejemplo,

los hacendados bananeros de las provincias de Los

Ríos o Esmeraldas, los terratenientes de Cotopaxi y

Chimborazo o de las colonizaciones amazónicas.

El desarrollo del fenómeno a nivel nacional se produce

con el crecimiento del narcotráfico en Colombia -a

mediados de los años ochenta del siglo pasado- cuando

el negocio de la droga requiere de una fuerza irregular

que desbroce las amenazas del Estado (jueces y policías

que reprimen), del sistema político (parlamentarios que

dictan leyes de extradición) o de la sociedad (periodistas

que denuncian). Los sicarios se convierten en elemento

necesario para el desarrollo del narcotráfico, convirtiéndose

en un acompañante del itinerario de la droga y de

su transnacionalización.

En Medellín se ofertan los precios por las cabezas de

policías, políticos y jueces. Se crean las “oficinas de cuentas

de cobro” y se desarrolla toda una estructura orgánica,

primero, vinculada a los carteles de la droga, y luego, independizada

bajo la modalidad de la tercerización o intermediación.

La ruptura de la ligazón directa al narcotráfico permitió

que el sicariato crezca, diversifique y multiplique.

Una cosa parecida ocurrió con el paramilitarismo

colombiano, que buscaba focalizar sus esfuerzos destructivos

sin que le afecte su imagen. El sicariato es funcional,

tan es así que es contratado para eliminar redes sociales,

fuerzas irregulares y grupos de apoyo vinculados a la política,

al periodismo y a la academia de izquierda.

Desde este momento el servicio tiene dos modalidades:

freelance, es decir, una oferta personal e independiente

que opera en el mercado ante el mejor postor bajo la

forma de un “vengador social”; y tercerización, que cuenta

con una organización para actuar en cualquier lugar, aunque

privilegiando la demanda de alto nivel (narcotráfico).

El surgimiento de esta oferta fue posible gracias a la

ruptura de su sujeción a la organización delictiva paramilitar

o narcotráficante; pero también, a que este servicio

sui generis se diversificó y generalizó hacia la parte más

sensible de la sociedad: la resolución de conflictos y problemas

rutinarios de la vida cotidiana, mediante la fuerza

o el temor. De esta manera, la violencia terminó legitimada

por los resultados; tan es así que se le busca para

resolver diferencias en negocios, propiedades de tierras,

acosos sexuales, infidelidades conyugales, apuestas, deudas,

arbitrajes futbolísticos y cualquier problema que

requiera intimidación o, incluso, la eliminación del otro.

Desde este momento el sicariato hace metástasis en

la sociedad y deja de vincularse exclusivamente a una

violencia y a un solo territorio, generalizándose por la sociedad

e el territorio.

El Diario El Tiempo de Bogotá2 señala el caso de la

banda “las tres puntillas” (llamada así porque a sus víctimas

les ponen tres clavos en la frente), que opera desde

1997 en siete países: Brasil, Estados Unidos, España, Venezuela,

Ecuador, México y Panamá; la cual ha matado

más de 200 personas y ha sido contratada por mafias y

particulares que pagan por aniquilar a sus enemigos sin

dejar rastro.

En México (Escobar 2005), se desarrolló la banda de

“Los Zetas”, que es el grupo de sicarios más violento y

peligroso de la historia del narcotráfico. Nace de un comando

de operaciones especiales del Ejército mexicano

que pasó de combatir a los narcos en la frontera con Estados

Unidos a trabajar para ellos, con sueldos superiores.

En el estado de Pernambuco-Brasil, nacieron lo sicarios

llamado “Homicidios S.A.” al que se atribuyen un millar

de asesinatos en el noreste de este país. En Río de

Janeiro y San Pablo también actúan otras bandas de sicarios

que siembran terror en la población.

El jefe de la Brigada Central de Delincuencia Especializada

de Madrid, Ángel Luis Galán3, sostiene que “el sicariato

es un delito notorio, por su difusión en los medios

de comunicación”. Para este funcionario los asesinos por

encargo llegan a España desde Sudamérica, para actuar y

salir inmediatamente del país, lo cual hace la investigación

compleja, quedando la mayoría de estos casos sin esclarecer.

Según el responsable policial, este tipo de crímenes

han aumentado en los últimos cinco años en España,

representan el 10 % de los registrados en países como

Francia, Alemania, Italia o EE UU y, están lejos de las cifras

de México, Brasil o Colombia.

Estos casos que se realizan por fuera de sus fronteras

originarias ilustran muy el fenómeno de la “tercerización”

del servicio así como los fuertes indicios de la presencia

de ex militares o ex policías y fuertes nexos con

el narcotráfico4.

4 FLACSO SEDE ECUADOR • PROGRAMA ESTUDIOS DE LA CIUDAD

El sicariato:

una realidad ausente

Fernando Carrión M.1

T E M A C E N T R A L

El fenómeno es más complejo de lo que se supone

debido a que es imposible recoger información en las

instituciones que deben producirla: policía nacional, policía

judicial y fiscalía. En principio, como el sicariato no es

reconocido legalmente, la información oficial no da cuenta

del fenómeno, pero también queda la impresión que

no existe interés en medirlo y conocerlo.

Para tener una aproximación a la problemática, hemos

recurrido a los datos obtenidos en la prensa nacional,

básicamente en los años 2007 y lo que va del 2008

(abril) de los diarios El Universo de Guayaquil y El Comercio

y Hoy de Quito5. Esta fuente de información no

es la más precisa debido a la serie de limitaciones y problemas

que introduce: primero, el universo de la información

proviene de las ciudades más grandes donde existen

corresponsales, eso significa que no existe una cobertura

nacional. Segundo, que no todos los casos se registran,

incluso en las ciudades donde se publican los periódicos,

lo cual genera una cifra negra importante (sea porque

no se identifica el homicidio o porque no se lo considera

noticia).Y tercero, porque el dato tiene un nivel de

procesamiento periodístico -realizado por el propio medio-,

sin que haya criterios científicos de profundizar la

problemática más allá del hecho noticioso.

Con el presente estudio exploratorio se busca mostrar

la existencia del sicariato, evidenciar algunas características,

señalar los problemas que implica el negarlo,

constatar los impactos que produce en la sociedad y sus

instituciones, y reflejar la necesidad de investigar en profundidad

este fenómeno. Es, por tanto, un primer acercamiento

a una problemática, que deberá continuar investigándose

en el futuro.

El objeto de estudio: el sicariato

El sicariato es en la actualidad un fenómeno económico

donde se mercantiliza la muerte, en relación a los mercados

-oferta y demanda- que se desarrollan, cada uno de

los cuales encierra un tipo específico de víctima y motivación

del contratante. Es un “servicio” por encargo o

delegación que carece de mediación estatal y posee una

importante “mediación social”, que lleva a la pérdida del

monopolio legítimo

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (37 Kb)
Leer 20 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com