Situación jurídico penal de los menores de edad

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Situación jurídico penal de los menores de edad. Parte I

La situación jurídica del menor infractor se ha visto envuelta en un hecho que ha venido cobrando mayor relevancia en los últimos años y es una de la principales situaciones de la sociedad que más le adolece; los niños, actualmente, han sido blanco perfecto de la delincuencia organizada, la razón principal a lo que le podemos atribuirle es a la falta de cultura y conocimiento real sobre las consecuencias que le contrae al involucrarse en situaciones de este tipo y que por su edad no dimensionan la gravedad del problema en la que se ven expuestos.

En México, la delincuencia juvenil ha cobrado una popularidad increíble, tal pareciera que nuestra sociedad se esmera por acelerar pasos agigantados hacia un estado en retroceso y marginado en cuestión a valores que obstaculizan un sano desarrollo de las nuevas generaciones.

Haciendo una breve comparación entre nuestro país y Nueva Zelanda que es uno de los países con el índice delictivo más bajo, existe un abismo en diversos aspectos como la cultura de la convivencia la cual ha sido pieza clave en la sociedad extranjera, la intervención de la familia juega un papel fundamental en los primeros años en el desarrollo del infante, en el país con el que se le compara nuestra nación se ha establecido un mecanismo que centra su política en materia de seguridad en dos pilares, por una lado tenemos las acciones preventivas por parte de la policía y por el otro la reinserción en la sociedad de los delincuentes jóvenes a través de programas de familiares y de vinculación formal con el sistema educativo.

Los jóvenes que cometen una conducta antisocial independientemente de cual fuere, en nuestra ley, se le considera como menor de edad a todos aquellos sujetos menores de 18 años, para la cual se le tiene considerado un trato diferente a los adultos, es decir, todo aquel menor que arremeta contra bien jurídico tutelado se le impondrá una sanción menor la cual deberá purgar su pena en una correccional de menores, en donde permanecerá en continua instrucción que favorezca una pronta reinserción a la sociedad, quizá nos resulte cuestionable las razones por las que se tienen este tipo de consideraciones y es que la sociedad se ha encargado de condenar toda conducta sin importar la edad de quien comete el delito, pero la respuesta es sencilla y de manera genérica podemos argumentar que la juventud es aún más corregible de lo que pudiera parecer, pero es indispensable la suma de esfuerzos que permitan una reinserción positiva y efectiva que permita un cambio en el sujeto privado legal de su libertad.

Es relevante mencionar que existes diferentes criterios de diferenciación entre en trato de un adulto y un niño-adolescente que comete una conducta tipificada, por ejemplo el discernimiento, la cual se explica como aquella falta de comprensión del hecho, es decir, cuando una persona discierna algo se traduce a que no comprende ni distingue lo bueno y lo malo, lo correcto y o incorrecto además de la falta de prudencia en su manera actuar, la cual está estrechamente relacionada con las conductas de los infantes, que en nuestro código penal federal vigente será aplicable la exención penal a niños y niñas menores de 11 años con 11 meses y 29 días.

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