Socializacion Segun Freud

Socialización según Sigmund Freud:

El austriaco Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, nacido el 6 de mayo de1856 y fallecido el 23 de septiembre de 1939, fue una de las mayores figuras intelectuales del siglo XX, ha definido la socialización desde una perspectiva del conflicto, como el procedimiento que lleva a un sujeto a saber cómo debe controlar ciertos instintos naturales (innatos) que resultan antisociales.

Freud afirmaba que los seres humanos intentar satisfacer dos necesidades o pulsiones, por un lado el placer y el afecto y por el otro existen también pulsiones agresivas. Estas operan fundamentalmente en el inconsciente y generan grandes tensiones internas.

Deben ser controladas de algún modo, Freud lo explica con el modelo de personalidad donde diferencia tres partes el id, el ego y el superego.

En el id se encuentran las pulsiones básicas de los individuos que exigen una satisfacción inmediata. El id se manifiesta el nacimiento, pero al pasar los primeros años al encontrar oposición y resistencia se empieza a formar el segundo componente, el ego, estos son los esfuerzos conscientes de una persona para encontrar un punto de equilibro entre la búsqueda del placer y las exigencias de la sociedad. El proceso de desarrollo comienza cuando nos hacemos conscientes de nuestra propia experiencia, cuando nos damos cuenta de que podemos satisfacer nuestros propios deseos. El Ego que representa la parte racional que trata con el mundo exterior y está basado en la realidad.

Por otro lado está el Superego, que se refiere a la cultura del individuo, es la representación interior de las normas y valores de la sociedad. Ya podemos ver por qué no podemos satisfacer nuestros deseos. Consiste en los valores y normas que definen los límites de la conducta moral. Comienza a formarse cuando el niño entiende que sus padres pueden ejercer control sobre su comportamiento y termina cuando se da cuenta que su conducta debe ajustarse al sistema de normas y valores del mundo en el que vive. De la mano de este, la cultura interviene para poder controlar las pulsiones humanas (llamado represión), la cual es inevitable ya que una sociedad debe conseguir que todos sus miembros no actúen según sus propios deseos y necesidades, sino por un bien colectivo.

Las necesidades contradictorias del individuo se resuelven mediante sublimación o por medio de compromisos. Asi, la persona “descarga” las pulsiones egoístas en el seno de instituciones o actividades socialmente aceptadas. Por ejemplo las pulsiones agresivas, practicando un deporte competitivo o las sexuales por medio del matrimonio.

Freud elaboro también la teoría del complejo de Edipo se refiere al agregado complejo de emociones y sentimientos infantiles caracterizados por la presencia simultánea y ambivalente de deseos amorosos y hostiles hacia los progenitores. Se

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