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Sociología Política: Prueba de lectura y contenidos


Enviado por   •  27 de Diciembre de 2015  •  Síntesis  •  2.083 Palabras (9 Páginas)  •  193 Visitas

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Denís Miranda Vázquez

Sociología Política: Prueba de lectura y contenidos

2.-

A continuación hablaré sobre los gobiernos socialistas de Venezuela, Ecuador y Bolivia, aludiendo a sus similitudes y diferencias con respecto a la teoría marxista, a su influencia hegeliana y a la idea que tenía Lechner sobre aparato y forma del estado.

Antes de comenzar es necesario explicar a grandes rasgos en que consisten estos gobiernos socialistas. Cabe matizar que las ideas expuestas por dichos gobiernos y la situación real de sus países dista en numerosos aspectos, pero en este análisis primaré la apuesta política mas que el resultado obtenido.

Los tres estados a tratar se caracterizan por su construcción a la figura de una persona carismática que carga sobre sus hombros la mayor parte del desarrollo de esta ideología

(pese a que en el caso de Venezuela esta persona haya fallecido, haciendo flaquear la firmeza del estado en manos de su sucesor).

Estos estados apuestan por un giro radical en su política económica, este giro consiste en dar la espalda (en la medida de lo posible) al neoliberalismo que primaba en América Latina y a EEUU en particular llevando a cabo una política económica estatal, nacionalizando empresas privadas con el fin de construir una economía autosuficiente, orientada a la supresión de la división social del trabajo.

En su idea original estos 3 estados podrían ser considerados marxistas, dado que tienen mucho en común con el pensamiento de este, sin embargo también encontramos grandes diferencias. Para empezar, el marxismo habla de una toma de la forma y del aparato del estado por parte del proletariado. Esto alejaría del poder a la clase burguesa dominante y permitiría que el proletariado se asentase en el poder con el fin de, finalmente, abolir el estado (que según Marx impide emerger a la nueva sociedad civil). Sin embargo, en el caso de estos gobiernos nos encontramos ante un poder que, si bien que se encuentra en manos de unas pocas figuras. Estas figuras pretenden representar al proletariado y han desplazado, en la medida de lo posible, a la burguesía de los organismos de poder pero no lo han logrado totalmente. A esto hay que añadirle que dichos estados, contrariamente a lo expresado por Marx, no pretenden terminar con el estado en su etapa final, si no que pretenden reconvertirlo en un representante del interés de la comunidad.

Esta idea es mucho más cercana al pensamiento hegeliano que al marxista, dado que Hegel consideraba al estado como una creación de la comunidad para defender los intereses de esta.

Con respecto a la producción, Marx nos habla de un sistema basado en la división del trabajo entre capital (burguesía) y fuerza de trabajo (proletariado) que debe ser superada con el fin de alcanzar un estado con un único estamento en el que todos tengan las mismas posibilidades. Los estados socialistas latinoamericanos, fundamentalmente Venezuela, pretenden alcanzar esta relación de trabajo igualitaria, en la que cada miembro de la cadena productora sea remunerado en función a su capacidad de aportar positivamente y no a su cargo. De esta forma Venezuela pretende sustituir plusvalía por valor y generar un estado de producción en el que los medios para la misma se encuentren en manos de la población proporcionando un trabajo y una vida dignas. Esta idea no ha podido llevarse a cabo en su totalidad debido a los intereses del capital extranjero y a la necesidad que tienen estos estados de exportar parte de sus materias primas y de importar bienes de primera necesidad e industria.

Esta idea concuerda bastante con la ideología marxista, sin embargo, encontramos en el ideario de estos países socialistas la aceptación de la propiedad privada, algo que según Marx debería ser eliminado en todo estado socialista. Por otra parte, en el ideario de Hegel se plantea una sociedad en la que cada sujeto es miembro de la comunidad pero al mismo tiempo tiene derechos privados e intereses particulares legítimos. En base a esto podríamos decir que los socialismos latinoamericanos se acercan más a la idea de Hegel de propiedad privada que a la de Marx.

Con respecto a la religión, Karl Marx declaró que “La religión es el opio del pueblo” esta frase expresa muy bien sus sentimientos hacia la religión, para el la religión es algo negativo para el pueblo pero de lo que es difícil desprenderse. Marx considera que tanto religión como estado son creaciones del hombre con el fin de autenticarnos y alinearnos y que por lo tanto deben ser abolidas.

Contrariamente a esto encontramos en los socialismos latinoamericanos un fuerte arraigo religioso en toda la estructura, tanto es así que el gobernante de Ecuador, Rafael Correa, se define como un hombre católico de izquierda. Esta idea de combinar socialismo y religión resulta muy contraria a la idea de socialismo marxista.

Por último es necesario hablar de la idea de aparato y forma del estado de Lechner y de como esta se ve reflejada en dichos socialismos.

Pese a que la idea de división del estado en aparato y forma surge de Marx, Lechner profundizará sobre ella.

Lechner no pretende acabar con el estado como hacia Marx, en su lugar, pretende mejorar dicho estado para alejarlo del interés de la burguesía y convertirlo en un defensor del interés de la sociedad civil. Para alcanzar dicho objetivo es necesario tomar el control no solo del aparato del estado (medios de represión, comunicaciones, gobierno...) si no también de la forma del estado. Pero la forma del estado es muy difícil de dominar ya que no se trata de un poder físico si no que atiende a un gran número de agentes externos. Transportando esto a la situación de los socialismos latinoamericanos encontramos que si bien cuentan con el dominio del aparato del estado, la forma del estado escapa en muchos casos al control de sus dirigentes.

Para concluir cabe decir que nos encontramos ante un modelo de gobierno socialista que si bien proviene en sus bases del marxismo, como ellos mismos declaran se trata de un socialismo que pretende adaptarse a la realidad del siglo XXI, en la que el peso de la globalización y del capital internacional vuelven muy complicado el establecimiento de un socialismo estable y funcional. Como consecuencia nos encontramos con estados que combinan diferentes ideologías y las ponen en práctica con resultados, en algunos casos satisfactorios pero en otros muy negativos.

3.-

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