Swing Criollo para mantenernos en movimiento

SWING CRIOLLO PARA MANTENERNOS EN MOVIMIENTO

Bach. Sigrid Vargas Méndez

Universidad de Costa Rica

E-mail: sigridvargas.cr@gmail.com

Costa Rica

RESUMEN

El swing criollo es una forma de bailar típica y autóctona de Costa Rica. El baile se ha ido popularizando en todas las clases sociales, en todas las regiones del país y actualmente es un referente del baile popular costarricense, especialmente por su designación como Patrimonio Cultural Inmaterial en el año 2012. Además de su uso habitual en salones, discoteques y pistas de baile, el swing criollo ha ido ganando fanáticos y aficionados dentro del mundo del “fitness”, de todas las edades, que buscan mantener el equilibrio entre lo que les apasiona (bailar) y lo que su cuerpo necesita (mantenerse saludables). En este taller se pretende enseñar algunos pasos básicos de este contagioso ritmo y además brindar estrategias de enseñanza para los que deseen implementar en sus clases el swing criollo como herramienta para mantener todo el cuerpo en movimiento.

PALABRAS CLAVES: Swing criollo, baile, Patrimonio Cultural Intangible.

INTRODUCCION

Mediante el decreto ejecutivo No. 37086-C y luego de su publicación en el diario oficial La Gaceta el Swing Criollo fue designado como parte del Patrimonio Cultural Intangible de Costa Rica. Este tipo de patrimonio, es nuestra cultura viva, el patrimonio cultural intangible son todas esas manifestaciones que definen a un grupo humano como tal, puede ser comparado con la personalidad social o colectiva.

Con una historia parecida al Tango en Argentina, en un principio, el swing criollo fue un baile prohibido, en algunos salones de baile de reconocido prestigio, se ponían letreros que decían claramente que se prohibía bailar swing en ese lugar. Era catalogado como un baile vulgar y “pachuco”. Por ejemplo era denotado como bajo de clase que la mujer diera vueltas de manera continua y rápida (pues esto ocasionaba que sus enaguas o vestidos, algunas veces, se subieran más de la cuenta) como también era deslegitimadas dentro de las representaciones sociales construidas sobre el buen hacer y buen vivir el uso de la música cumbia para su práctica. Los bailarines y las bailarinas de este género fueron fuertemente estigmatizados de gente chusma y maleante por la cultura dominante, al atreverse a reproducir este ritmo.

Su evolución

El swing criollo se reconoce como un baile que ha trascendido social y temporalmente. Según López y Salazar (2012), el rechazo que generó en unos(as) fue para otros(as) todo un proceso de construcción simbólica de sentido en torno a lo que éste les despertaba; logrando mantenerse su práctica y reproducción en diferentes espacios dancísticos, pero también posicionándose en otros de carácter mediático, con los cuales se logró su redescubrimiento al calor de otras esferas de la vida social. Además las autoras mencionan que en la medida en que el swing criollo se fue dando a conocer en otras esferas de la vida social costarricense, se fueron creando las condiciones para que este baile empezara a volverse atractivo para la población (Por ejemplo, la oportunidad de que un hombre baile con 2 o más mujeres a la vez), en este sentido las academias de baile se convierten en nuevos espacios de socialización de la práctica del swing, las cuales

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