Tecnologias Para El Uso Del Agua
21Davila2127 de Noviembre de 2014
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El agua como recurso natural renovable, funda- mental para la vida humana y para los procesos de producción, ante la contaminación y la sobre explotación por encima de su capacidad de re- carga, se convierte en un recurso escaso. El valor del agua se vuelve mayor cuando, como factor de producción, influye en la seguridad alimentaria y la seguridad hídrica, a la vez que se convierte en el principal medio por el cual se manifiestan los impactos del cambio climático. En tanto su disponibilidad para la agricultura se ve afectada por: la irregular distribución espacial y temporal de la precipitación, la degradación de las cuencas y la calidad del agua, la falta de infraestructura hídrica e inexistencia, así como incumplimiento de las leyes de agua y recursos hídricos; incidiendo por lo tanto en el uso eficiente del agua y en su capacidad para la producción de alimentos. En América Central persisten altos niveles de ruralidad y pobreza, de modo que el agua junto a la tierra se convierten en los factores claves para contribuir a la seguridad alimentaria, por lo que resulta fundamental contar con tecnologías o prácticas agrícolas y de captación, almacenamiento, manejo y distribución del agua, que contribuyan a una producción sostenible y diversificada.
El cambio climático
El cambio climático es definido como una modificación en el estado del clima que mediante el uso de pruebas estadísticas puede ser identificada por los cambios en la media o la variabilidad de sus propiedades y que persiste durante un periodo prolongado, típicamente décadas o más. Este cambio puede deberse a procesos internos naturales, a fuerzas externas o a cambios antropogénicos persistentes en la composición de la atmósfera o en el uso de la tierra. En algunas partes del mundo, principalmente en las zonas áridas y semiáridas, el cambio climático incrementará la escasez de agua por las modificaciones en los regímenes de lluvia, incrementos en la evapotranspiración y escorrentía, incrementos en la frecuencia y duración de las sequías y pérdidas de glaciares. Otro concepto que se le puede dar es como un cambio de clima atribuido directo o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad climática natural observada durante periodos de tiempo comparables. También se debe de tener en cuenta que como parte de su evolución la Tierra ha experimentado cambios climáticos importantes, el aumento de la temperatura que hoy vivimos como consecuencia de las actividades humanas tiene implicaciones realmente importantes también como consecuencias. El fenómeno del cambio climático afecta principal- mente a los países subdesarrollados, siendo uno de los principales riesgos ambientales que afecta la economía, la infraestructura, los recursos naturales y los modos de vida. Frente a esta problemática de carácter global, algunos índices destacan que Honduras aparece como el país más impactado por el cambio climático con un promedio de 329 personas muertas por año, mientras que Nicaragua es el tercero con 160 fallecidos cada año. El cambio climático en Centroamérica se manifiesta a través del incremento de temperaturas y la ocurrencia de sequias e inundaciones provocadas por eventos hidro meteorológicos extremos. Además de la ocurrencia de este tipo de fenómenos, la vulnerabilidad de la región se ve agravada por su dinámica de desarrollo que ha dado énfasis a la degradación y extracción de los recursos naturales, entre los que se destaca el agua.
Se pueden enumerar algunos de los siguientes efectos que están sufriendo los países de la región a consecuencia del cambio climático y la variabilidad climática:
• Crecidas de los ríos y marejadas en zonas costeras,
• Inundaciones en valles interiores, pueblos y ciudades,
• Contaminación de acuíferos y ríos debido a inundaciones,
• Pérdidas por sequía en agricultura, acuicultura, ganadería y los recursos marino- costeros,
• Mayor presencia de plagas y enfermedades en los cultivos agrícolas,
• Incremento de la erosión y sedimentación del suelo,
• Afectación de la vida y cultura de los pueblos indígenas y comunidades afro descendientes,
• Incremento de la morbilidad, mortalidad y refugiados,
• Pérdida de ingresos públicos y privados y de la riqueza nacional,
• Pérdida de infraestructura y equipamiento social, con el consiguiente incremento de los presupuestos públicos.
En conclusión, América Central ya sufre los impactos del Cambio Climático los que se ven reflejados en: cambios en las temperaturas media anual, variabilidad en las precipitaciones, disminución de los frentes fríos, aumento de los vientos huracanados, aumento de la frecuencia, intensidad y duración del evento El Niño y aumento del nivel medio del mar en las costas de la región. Estos cambios tienen profundos efectos en la gestión del recurso hídrico, implicaciones en los ecosistemas naturales y muchas consecuencias adversas que se manifiestan en la producción agroalimentaria de los países centroamericanos.
EL CAMBIO CLIMATICO, LA SEGURIDAD ALIMENTARIA Y LA SEGURIDAD HIDRICA
El rol del agua en el contexto del cambio climático y la seguridad alimentaria en Centroamérica.
El recurso hídrico es de suma importancia para el desarrollo sostenible de Centroamérica, tanto por el gran potencial que tiene el agua para contribuir a los procesos de producción agroalimentaria, como por su aporte al desarrollo agroindustrial, a la generación de fuentes alternas de energía y a una amplia diversidad de servicios ambientales. La región, de manera general, carece de problemas de escasez de agua, Debido a la disminución de las precipitaciones en los últimos años como efecto del cambio climático y de los fenómenos naturales ya señalados, la disminución de los caudales de las aguas superficiales y de los pocos reservorios construidos, se ha agudizado la dotación de suficiente cantidad de agua a la población. La seguridad hídrica implica una sólida estrategia de adaptación temprana que proporcione beneficios inmediatos a las poblaciones vulnerables. Por lo tanto, los países que logren alcanzar la seguridad hídrica sufrirán menos los efectos del cambio climático. La seguridad hídrica requiere invertir en las tres “I”: Información más accesible y adecuada, Instituciones más fuertes y flexibles, e Infraestructura natural y artificial para el almacenamiento, transporte y tratamiento del agua.15
En la medida que las inundaciones y las sequías en la región se vuelvan más severas y complejas para predecirlas y afrontarlas, el cambio climático dificultará aún más el logro de una seguridad hídrica. Centroamérica, producto de fenómenos naturales reincidentes, cada año refleja mayores daños en vidas humanas, pérdida de animales, destrucción de infraestructura pública, social y privada.
Desde el punto de vista productivo rural, la variabilidad climática agudiza y aumenta la inseguridad alimentaria, además se sobrepasa la capacidad de funcionamiento de las instituciones, la estabilidad de la producción comercial y de los empleos, se acelera la tasa de migración rural y la creciente dependencia de ingresos provenientes de las remesas del exterior, ingresos que frecuentemente son dedicados a la compra de alimentos, lo que desincentiva la dedicación a actividades productivas en el campo.
Se espera que los impactos del cambio climático sobre el ciclo hidrológico generen cambios significativos tanto en los sistemas de abastecimiento, y en la calidad del agua suministrada para consumo humano a las poblaciones urbanas y rurales; como para los sistemas productivos rurales y de la industria que descansan en la existencia de fuentes hídricas en América Central. También la región experimentará más tormentas y huracanes, estimándose una pérdida de 1/3 de parte de las playas caribeñas.
El ciclo del agua mantiene el agua dulce en circulación; por tanto es el principal ciclo energético del planeta Tierra: la mayor parte de la lluvia cae al mar y vuelve a evaporarse para entrar nuevamente al ciclo del agua; pero otra gran parte de esa lluvia se precipita en la plataforma continental y se evapora o fluye por los ríos hacia el mar.
El uso del agua en los sistemas agrícolas, se considera un uso consuntivo del agua ya que se extrae principalmente de ríos, lagos o aguas subterráneas y buena parte no regresa al sistema, sino que es consumida por los cultivos. Este tipo de agricultura de regadío es crucial para la producción mundial de alimentos. La FAO predice que su importancia aumentará, ya que la acentuación de la inseguridad alimentaria y de una mayor escasez de agua, generará más competencia sobre los recursos hídricos. Se espera que los países en desarrollo expandan sus áreas de regadío en aproximadamente un 20% antes de 2030.
La sequía constituye un grave problema para la agricultura y la seguridad alimentaria, ya que la baja disponibilidad de agua en el suelo afecta el rendimiento y el desarrollo de los cultivos y la sostenibilidad productiva, debido a que se inducen numerosas irregularidades metabólicas en las plantas, tales como: deshidratación de los tejidos, disminución de la tasa de crecimiento, reducción en la capacidad de intercambio gaseoso y diferentes alteraciones en la morfología y fisiología de las plantas.
De esta forma se reconocen los ecosistemas como proveedores vitales de agua, a través de importantes servicios como la capacidad de almacenamiento, conducción, mejora en la calidad del agua, protección de zonas costeras, y la prevención y mitigación de desastres naturales. Más que percibir
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