Tendencias Pedagogicas

INTRODUCCIÓN

El discurso pedagógico actual, sitúa a la Escuela como el espacio de análisis que busca romper con el paradigma conductista, identificado con el premio y el castigo. Modelo que además de ser descriptivo está orientado al logro de conductas preestablecidas, que configuran una dependencia del alumno y un conformismo académico por parte del docente.

Por encima de esa práctica pedagógica surge el llamado paradigma crítico, más subjetivo e interpretativo que sitúa a la educación en el centro de la discusión para comprenderla.

Esta Escuela busca a través del desarrollo científico y tecnológico un sujeto más humano y sensible a su realidad, capaz de acomodarse a diversos escenarios y contextos sociales con la capacidad y destreza para transformarlos,

Sin duda alguna en su dimensión critico-reflexiva, coloca al sujeto como el ente inteligente que modifica a través de un conocer profundo y diverso, el contexto social donde vive, apropiándose del mismo y transformándolo para su beneficio.

Hoy el problema educativo no está centrado en la enseñanza, su objetivo primero es el aprendizaje. Un aprendizaje basado en competencias, entendido este, como el conjunto de conocimientos y habilidades necesarias para que los aprendices incorporen mas fácilmente al mercado de trabajo.

En este sentido la Escuela del siglo XXI, debe de promover que los estudiantes desarrollen dichas competencias en un contexto especifico y que sean capaces de aplicarlas a otros ámbitos, por lo tanto corresponde a los docentes estar al pendiente de la forma en que el estudiante lleva a cabo los procedimientos, que implican un aprendizaje completo.

Este andamiaje del conocer exige que ambos agentes del proceso de construcción del conocer, estén dispuestos y voluntariosos para emprender el camino de conocimientos nuevos perdurables y significativos.

El mundo en el que vivimos actualmente requiere ciudadanos cada vez más comprometidos consigo mismos y con la sociedad, sujetos críticos y capaces de tomar decisiones.

Las instituciones educativas y los docentes estamos obligados tanto a impartir educación de calidad que responda a estas demandas, como a forma estudiantes capaces de desarrollarse en su vida familia, social y laboral de manera eficaz y eficiente.

La educación necesita ahora una visión renovada para su planeación, que sea congruente con las características de la sociedad de la información, como por ejemplo, el desarrollo y promoción de las nuevas tecnologías, las cuales en la actualidad amplían las fronteras y transfiguran ya el proceso de enseñanza-aprendizaje.

El enfoque por competencias debemos de saber que no tiene sus orígenes en el medio educativo, sino que surge en el sector productivo, concretamente en el ámbito de la capacitación. La finalidad que tuvo en sus inicios fue hacer más eficientes las actividades realizadas por los trabajadores; por ello fue necesario identificar en primer momento cuales eran las funciones que debía desempeñar los empleados de un área o rama productiva especifica.

Lo anterior implico que se hiciera un trabajo exhaustivo con el fin de identificar cuáles eran los conocimientos, habilidades y las aptitudes con las que contaba el trabajador.

Desde diversos países se a comenzando a ofrecer las propuestas emanadas del enfoque educativo por competencias, este enfoque ofrece a la educación que permita enriquecer la noción del acto educativo al poner en el centro de este el aprendizaje y la actitud del alumno para la búsqueda y construcción de lo significativo.

El enfoque por competencias también centra su atención en el programa de aprendizaje y, desde parámetros constructivistas, extiende la necesidad de lograr en el los estudiantes la transferencia de los conocimientos no solo a contextos inmediatos, sino a la vida misma, a lo que viven los estudiantes aquí y ahora, pero también a lo que tal vez necesitan para poder potenciar su vida futura.

Las competencias son entendidas como el conjunto de conocimientos y habilidades necesarias para que los estudiantes se puedan incorporar más fácilmente al mercado de trabajo, ya sea como técnicos, profesionales o mano de obra, con competencias básicas que los hagan capaces.

Desde esta concepción, las competencias se enfocan más hacia los procedimientos que se siguen para desarrollar las diferentes actividades, teniendo cuidado de precisar siempre cual es el desempeño de los muchachos desde la lógica y recuperando, asimismo, las condiciones concretas en las que realizo

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