Tener buenas habilidades para resolver problemas pueden marcar una gran diferencia en la carrera que hayamos escogido

Tener buenas habilidades para resolver problemas pueden marcar una gran diferencia en la carrera que hayamos escogido. Los problemas forman parte de la actividad diaria que mucha gente realiza en su rutina; ya sea que solucionemos problemas para un cliente o demos apoyo a personas que se dedican a resolver problemas; los problemas que se tengan que manejar pueden ser granes o pequeños, simples o complejos y fáciles o difíciles.

Pero, ¿qué es un problema? El diccionario de la Real Academia Española define problema como “Cuestión que se trata de aclarar; proposición o dificultad de solución dudosa”, “conjunto de hechos o circunstancias que dificultan la consecución de algún fin” o “planteamiento de una situación cuya respuesta desconocida debe obtenerse a través de métodos científicos.”

En estas definiciones podemos notar que aparece el concepto de “solución dudosa”, que, paradójicamente, está ausente en la definición de problema matemático: “Proposición dirigida a averiguar el modo de obtener un resultado cuando ciertos datos son conocidos”

Debido a esta ambigüedad es conveniente conocer algunas de las definiciones formuladas por investigadores en Resolución de Problemas, así como definir o inclinarse por alguna de ellas. El propósito no es, en absoluto, enfatizar la concepción de problema, sino establecer un lenguaje preciso de comunicación, de manera que quede claro sobre de que trata este trabajo, por tal motivo tomaremos la libertad de mostrar otro concepto el cual es ampliamente aceptado en la literatura como es el de Kantowski y Agre.

“Kantowski dice que un problema es una situación que difiere de un ejercicio en que el resolutor no tiene un procedimiento o algoritmo que le conduzca a una solución.”

Agre hace una aclaración de lo que entiende de los conceptos anteriores: “lo que es un problema para una persona puede no serlo para otra, y lo que es un problema para una persona un día puede no serlo un próximo día”.

Después de dejar en claro el concepto y lo que conlleva podremos entender de lo que se estará hablando.

Sin darnos cuenta, todos afrontamos problemas a diario, ya sean situaciones académicas, laborales o en nuestras vidas en general. Esto puede provocar situaciones de estrés que perjudican nuestra salud y nuestra relación con la gente, sin embargo, desarrollar habilidades para resolver problemas puede hacer más manejables los retos de la vida.

La resolución de problemas se puede definir como un proceso auto-dirigido cognitivo-conductual, a través del cual una persona, pareja, o grupo trata de identificar o descubrir soluciones más efectivas para un problema específico encontrado. Parte fundamental del rol de todo buen administrador, es encontrar las mejores formas de resolver los problemas que se presenten.

Tener una buena habilidad para la resolución de problemas, implica desarrollar diferentes capacidades, las cuales pueden varias dependiendo de cada problema, pero las principales serían:

• Capacidad de pensamiento crítico y analítico para evaluar el problema y tomar decisiones.

• Un enfoque lógico y metódico.

• Creatividad o pensamiento lateral para idear diferentes formas para resolver problemas y encontrar mejores enfoques.

• Interpretación para buscar la solución de un problema mediante sus procesos de ciencias experimentales.

• Trabajo en equipo.

• Comunicación.

• Persuasión.

• Negociación.

Antes de lanzarnos a buscar soluciones y aplicarlas para intentar resolver el problema, hay que analizar detenidamente cuáles son los factores que lo han provocado, causas colaterales, efectos que no son detectables a primera vista, etc.

Y así es cómo surge la pregunta ¿Cómo podemos empezar?

Después de buscar en diferentes páginas, algunos autores

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