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Transgenicos


Enviado por   •  12 de Noviembre de 2013  •  3.423 Palabras (14 Páginas)  •  205 Visitas

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23-10-2013

Desarrollo sostenible |

INDICE

Introducción 2

Breve introducción histórica 3

¿Qué son los productos transgénicos? 4

¿Por qué los productos transgénicos? 5

Los problemas de los transgénicos 6

Riesgos Potenciales 6

Productos transgénicos – Ventajas y desventajas 9

10

¿Por qué Greenpeace se opone a la liberación de transgénicos al medio ambiente? 10

Conclusiones 13

Bibliografía 14

Introducción

Para comprender el objetivo y la utilidad de unos alimentos tan singulares como son los transgénicos cabe explicar primero un interesante concepto que es denominado biotecnología.

La biotecnología o ingeniería genética es el conjunto de técnicas que utilizan organismos vivos o partes de los organismos para fabricar o modificar productos, o para desarrollar microorganismos para usos específicos. Posee un gran potencial para obtener cantidades prácticamente ilimitadas de:

-Sustancias nunca utilizadas anteriormente,

-productos obtenidos normalmente en cantidades pequeñas,

-productos con un coste de producción menor que el de los obtenidos normalmente,

-productos con mayor seguridad que los hasta ahora disponibles y

-productos obtenidos a partir de nuevas materias primas más abundantes y baratas que las usadas anteriormente.

Básicamente, los transgénicos son alimentos modificados genéticamente, es decir, mediante ingeniería genética. Son obtenidos a partir de una técnica que utiliza células vivas, cultivo de tejidos o moléculas derivadas de un organismo como por ejemplo los enzimas. Todo esto nos vale para obtener, modificar o mejorar un producto, o desarrollar un microorganismo para utilizarlo con un propósito específico.

Breve introducción histórica

Desde que en el 7.000-8.000 a.C. se desarrolló la agricultura allá por los valles de Irak, la humanidad no ha dejado de investigar y aplicar la experiencia y el conocimiento para que los resultados de esas cosechas fueran cada vez mejores, en cantidad y calidad. Ese desarrollo se centró en obtener primero las especies de plantas más adecuadas. Puede resultar extraño, pero no lo es, que entre los millones de especies de plantas que hay en el mundo, sólo un puñado, la mayoría cereales y leguminosas, se revelaran como las especies más adecuadas para usarse como alimentos. Maíz, trigo, cebada y arroz junto a la soja son la base de la alimentación humana y animal. Y este es un proceso continuo en el que se han usado las herramientas, tanto físicas como conceptuales, que se tenían a mano en todo momento.

Otro dato que no hay que perder de vista es que las plantas que se usan ahora no tienen nada que ver con sus antepasados salvajes. Pocos agricultores podrían reconocer a simple vista el pariente salvaje del maíz que cultivan, si lo avistaran por el campo y más de un granjero mataría como mala hierba el trigo original. Y es que las especies que se usan hoy fueron domesticadas hace miles de años, como los perros, las vacas o los caballos. Podemos decir que usando el lenguaje más acostumbrado que no son ‘naturales’, por mucho que se empeñen nuestros abuelos en decir que el tomate de hoy no sabe cómo el de antes, que los pollos de granja son mejores que los industriales o que la agricultura biológica es más sana que la otra.

Los diferentes agricultores de todas las épocas han buscado las variedades más adaptadas a sus particularidades climáticas, edafológicas o geográficas. El peligro de las heladas, la pluviometría, la salinidad, la acidez del suelo o la altitud, entre otras, determinan las variedades e incluso las especies adecuadas. La selección de éstas se había hecho sobre la base de los criterios que da la experiencia, es decir, eligiendo las que mejor se adaptaban en ese proceso que se llama selección natural y cultivándolas pero sin saber el porqué de dicha adaptación. Hasta que Mendel y otros científicos convierten la genética en una ciencia viva.

A partir del desarrollo de la genética, las empresas y los propios agricultores que cultivan para obtener semillas para siembra, han buscado nuevas variedades mediante el cruzamiento entre aquellas que destacaban más en las características que querían mejorar. Así los rendimientos en cantidad y calidad mejoraron; las resistencias al clima, a las condiciones edafológicas e incluso las plagas se hizo mayor y pronto se pudieron obtener importantes cosechas con una reducción importante de costes. El problema era que para desarrollar una nueva variedad que hiciera frente a algún problema concreto se necesitaban varios años de desarrollo, desde que se eligen las plantas que se van a cruzar hasta que se consigue una cosecha adecuada, amén de pasar las pruebas sanitarias que exigen las diferentes administraciones de los diferentes países.

Y en este punto aparece la ingeniería genética, que nos permite la manipulación directa de los genes de las plantas.

¿Qué son los productos transgénicos?

Un organismo transgénico es aquel en el que mediante técnicas de ingeniería genética, se altera su carga cromosómica añadiendo, generalmente, uno o más genes de origen externo (transgenes). Este gen o genes transferidos le otorgan una propiedad que supone una ventaja frente a la especie original. Por ejemplo una resistencia a las heladas o a una plaga, una mayor productividad o cualquier otra. Esto no es nuevo ya que como hemos visto existen variedades que son resistentes a estos y otros inconvenientes, lo que cambia es la herramienta que se ha utilizado y ello supone importantes novedades.

La primera es que es posible la alteración usando la carga genética de otras especies que nada tienen que ver con la que se va a alterar. Por

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