Tratados Internacionales

El Control de Constitucionalidad de los Tratados Internacionales En Colombia.

Sea lo primero en señalar con relación a este importante tema en estudio, que la estructura de la discusión suscitada con respecto al trámite constitucional para la aprobación de los tratados internacionales suscritos por Colombia (que no son pocos), contienen una relevancia marcada si nos detenemos a observar la evolución que desde hace algunos años ha venido presentando este instrumento de cooperación internacional, cuyas aristas han servido bien para combatir determinado flagelo o como medio de comercio entre países, o como herramienta eficaz en la protección de derechos fundamentales considerados universalmente protegidos, contrario a lo que se acontecía en otrora, donde los tratados internacionales o Tribunales Constitucionales de esa misma denominación despertaban dudas por su legitimidad en cuanto a su funcionamiento.

Empero, absurdamente, o ilógicamente, si se quiere, varios episodios de violencia vivió nuestro país en el trámite de aprobación de tratados internacionales como el de extradición, donde narcotraficantes apoyados con otras fuerzas ilegales azotaron sin cuartel a las instituciones legítimamente constituidas, a fin de amedrentar a sus funcionarios y evitar ser procesados por delitos transnacionales en otros países

(en especial Estados Unidos); igualmente, valdría la pena recordar la toma y retoma del Palacio de Justicia, donde la guerrilla del M19 y el Ejército Nacional se trenzaron en una jornada violenta de dos días que dejó como resultado innumerables violaciones al derecho de gentes, que a pesar de lo deliberado por importantes catedráticos y conocedores del tema, ya había hecho su parición en el año de 1960, por un tratado aprobado por Colombia e introducido a la carta magna de 1886, y no con la Constitución de 1991, donde se conoció como derecho internacional humanitario (DIDH).

Con este breve preámbulo, adentrémonos al análisis de los dos ejes que componen el tema en debate, atinente a las ventajas e inconveniente de los tratados internacionales en su control de constitucionalidad, y la manera como se ha venido realizando. En lo que tiene que ver con el trámite de forma para la aprobación de un tratado internacional, este tiene un carácter automático (y no por vía de acción de inconstitucionalidad), es decir, previo al canje de notas en aras de dar mayor seguridad jurídica al Estado Colombiano y a su vinculación con aquellos -discusión que fuera promovida en la Asamblea Nacional Constituyente y finalmente aprobada-, el Gobierno Nacional debe a los seis días siguientes a la sanción de la ley, remitirla a

la Corte Constitucional, autoridad competente para su estudio, según la legislación superior.( Numeral 10 artículo 241 CP.)

Las razones que motivan este control automático de los tratados internacionales (sin importar su naturaleza), no es otro que la referida seguridad jurídica, a la sazón de varias dificultades surgidas por posturas jurídicas asumidas por la Corte Suprema de Justicia, lo cual fue zanjado en definitiva por la constitución de 1991, alejando la posibilidad de un control por vía de la acción pública de inconstitucionalidad (que traería más problemas que soluciones), como ocurre con cualquier ley que eventualmente

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