“UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD.”
GabrielaNG GarciaTrabajo25 de Febrero de 2016
2.535 Palabras (11 Páginas)348 Visitas
“UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD.”
PERSONAJES:
- Narrador
- Karla: Joven de 18 años, desarreglada.
- Mamá: Viuda, con aspecto tímido, siempre usa vestido y el cabello recogido.
- Doctor: Respetuoso, viste su bata.
- Enfermera: tiene su uniforme.
- Terapeuta: Respetuosa, viste su camisón de trabajo.
- Vecina: Señora de edad adulta, usa falda.
- Alejandra: Joven arreglada, siempre viste de manera decente.
- Ayudante del CRIT: Usa su camisa de trabajo.
PARTE 1
Escenografía:
Es de noche, Julia se encuentra dentro de su carro.
En cierta ocasión saliendo de una fiesta, Karla no sabía que en un segundo su vida tomaría otro rumbo completamente al que hasta en ese momento estaba llevando…
Karla: (Subiendo la música de su carro y tomando su celular para contestar) ¿Bueno? Si acabo de salir estuvo muy bonito, ya voy para la casa, llego en un momento.
No obstante, nunca vio venir un carro que se aproximaba, en un momento su vida dio un giro radical.
Una luz brillante cegó sus ojos y un estruendoso ruido aturdió sus oídos, y un golpe en la cabeza la dejo inconsciente sin saber que pasaba.
Escenografía:
En la sala de un hospital, se encuentra en una cama, enfrente esta un sillón donde se encuentra sentada la mamá de Karla.
Al día siguiente con dolores en todo su cuerpo y una sensación extraña, aparece en un lugar que ella no reconocía, al abrir los ojos de lo primero que ve es un techo, extrañada de todo, comienza alterarse preguntando el porqué de su situación
Karla: (acostada en una cama de hospital tapada de la cintura hacia los pies) ¿Dónde estoy? ¿Qué hago en este lugar?
(Reconoce a su mama que estaba enfrente de ella con una apariencia de tristeza)
Karla: (alterada grita, tocándose sus piernas) ¿mamá que pasa aquí? ¡No puedo mover mis piernas! ¡Mamá no las siento!
Amabas lloran, la mama corre a tranquilizar a su hija y a decirle que todo estará bien, la abraza y juntas esperan la llegada del doctor.
Mamá: (mientras la abraza) Tranquila hija, tuviste un accidente, te trajeron al hospital, pero ya todo está bien, no paso a mayores, éstas viva en estos momentos y es lo que más importa, seguramente no las sientes porque tus piernas quedaron intrincadas en el coche, te anestesiaron y eso debe de tenerte así.
Entra el doctor a la habitación
Doctor: (con voz normal y tranquila) ¿Cómo te sientes?
Karla: (entristecida) Estoy un poco confundida y adolorida, pero doctor no siento mis piernas, en lo más mínimo.
Doctor: (camina hacia ellas y las mira detenidamente, hace una pausa para con voz delicada proseguir con la respuesta) Debes de ser fuerte con lo que te voy a decir, sé que es muy doloroso, pero posiblemente en algún futuro logremos desarrollar sensibilidad en tus piernas, pero por el momento y según los estudios que te realizamos, no podrás caminar.
(Madre e hija se acongojan y comienzan a llorar, la madre no deja de abrazar a su hija, y la niña solo se toca las piernas, esperando sentir algo, mientras llora sin parar).
PARTE 2
Escenografía:
Cuarto de la niña: hay una cama, la puerta es amplia.
Farmacia: dibujo de la entrada de una farmacia.
Karla no sentía ánimos de nada, sólo quería estar encerrada en su cuarto, tenía días sin asistir a clases, no salía con sus amigos ni quería comer.
Un día Julia cansada de ver a su hija triste y deprimida decidió platicar con ella para convencerla de rehacer su vida.
Julia: (abre la puerta del cuarto de su hija y entra) Hija, no puedes seguir así, estar aquí encerrada te h con un futuro por delante.
Karla: (llorando) No puedo mamá, que no ves que no soy ni seré la misma de antes, ¡No puedo caminar! ningún chavo me hará caso, en la escuela todos se burlarán de mí y mis amigas no querrán juntarse con una inválida.
Julia: (con lágrimas en los ojos pero mostrándose fuerte) ¡No hija! no pienses así, hay muchas maneras de recuperar tu vida, de ser feliz sólo es cuestión de fe y voluntad, yo te apoyaré siempre.
Karla: (un poco molesta) ¡No mamá! no entiendes que me quedaré así para siempre, es mi destino y no hay vuelta atrás, jamás saldré de aquí. Por favor déjame sola.
Julia: (sale del cuarto triste) Está bien hija, iré a comprar tus medicamentos, cuídate mucho.
Julia va directo a una farmacia cercana, estando ahí se encuentra con una amiga vecina quien se había enterado de lo sucedido con la niña.
Vecina: (amable) Hola Julia como está Karla? dile que le mando muchos saludos y fuerzas.
Julia: (bajando la cabeza) pues está muy triste, no quiere hacer nada ni siquiera recuperarse y yo no sé qué hacer o a quién recurrir para ayudarla.
Vecina: (tomándola de las manos) ve al CRIT es un lugar milagroso, verás que ahí te ayudarán.
Julia: (confundida) el CRIT? ¿Pero ahí qué hacen?
Vecina: Ahí tienen todo lo necesario para sacar a Karla adelante, ve lo más pronto posible y ten por seguro que pronto volverá a ser la misma de antes.
Julia: (un poco más tranquila) ¿Sabes qué? tienes razón, yo tengo que sacar a mi hija adelante y demostrarle que hay lugares que la pueden ayudar, ¡muchas gracias vecina!
Julia regresó a casa a contarle a Karla lo que le había contado la vecina.
Julia: (entra al cuarto alegre) ¡Hija! me topé con la vecina en la farmacia, me contó de un lugar en el que te pueden ayudar, se llama CRIT y dice que realmente hacen milagros, ¿te parece que vayamos a pedir informes?
Karla: (incrédula) No creo que sea verdad mamá, ¿cómo harían para que yo pudiera caminar de nuevo?
Julia: (animada) Eso es precisamente lo que debemos averiguar, qué te parece que vayamos ahora mismo.
Karla: (sin ánimos, se sentía obligada) Está bien mamá, iremos pero sólo para demostrarte que no puede haber solución a mi problema, cuando volvamos dejarás de insistir en esta tontería de recuperar mi vida.
Julia: (convencida) ¡Ya verás que no te arrepentirás y te vas a recuperar!
PARTE 3
Escenografía: CRIT (Dibujo de un la entrada)
Al día siguiente Julia lleva a Karla al CRIT.
(Llegan al CRIT y se dirigen con los ayudantes)
Ayudantes: (amables) Hola buenos días, bienvenidas al CRIT ¿en qué puedo ayudarlas?
Julia: (tímida) Hola, venimos a buscar a el terapeuta encargado, una vecina me recomendó este lugar para poder tratar el problema de mi hija.
Ayudante: (simpático señalando la entrada del CRIT) ¡claro! sígame por aquí por favor. Les iré mostrando las instalaciones.
(Caminan por un pasillo y entran a una habitación donde tenían mucho material para diferentes casos)
Ayudante: (dirigiéndose a Julia y Karla) ¿Quién entrará con el terapeuta encargado?
Julia: (decidida) Sólo yo, mi hija no está muy animada con todo esto.
(Caminaron unos pasos y se encontraban frente a la oficina del terapeuta)
Ayudante: Permítame un momento por favor, solo avisare al terapeuta que quieren tratar unos puntos con él.
Julia: (asintiendo con la cabeza) Claro, estaremos en la sala de espera
(Pasaron tan sólo unos segundos cuando regresó el ayudante y se dirigió a Julia)
Ayudante: (Se dirige a Julia) Todo está listo señora, el doctor ha dicho que puede pasar. ¿Karla quieres que te muestre donde está la cafetería?
Karla: (con una sonrisa fingida) No, estoy bien gracias.
(Entra Julia a la oficina)
Doctor: Hola señora, tome asiento por favor.
(Los dos se sientan)
Julia: (inquieta) He venido porque mi vecina nos recomendó este lugar para poder tratar a mi hija.
Doctor: (mirándola a los ojos) ¿Qué es lo que le pasa?
Julia: (triste) Tuvo un trágico accidente y perdió la movilidad de sus piernas
Doctor: (sorprendido pero mostrándose tranquilo) Lo lamento mucho, lo primero sería realizar algunos estudios y exámenes con el terapeuta, para poder ver que tan dañadas quedaron sus piernas. Se nos han presentado muchos casos como estos y siendo sincero hemos obtenido muy buenos resultados, realizando una serie de ejercicios y algunas actividades, es muy probable que su hija pueda caminar de nuevo.
Julia: (tomándole la mano) Muchas gracias, ahora mismo le doy la noticia a mi hija…
...