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LA SEGUNDA OPORTUNIDAD QUE ME DIO LA VIDA


Enviado por   •  3 de Noviembre de 2015  •  Ensayos  •  2.378 Palabras (10 Páginas)  •  748 Visitas

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LA SEGUNDA OPORTUNIDAD QUE ME DIO LA VIDA

México ocupa el séptimo lugar a nivel mundial en muertes por accidentes de tránsito, las causas se deben principalmente al conductor, al vehículo, a los agentes naturales y al camino. Pero esta vez, nada de estos causantes dieron lugar a lo ocurrido. En un abrir y cerrar de ojos, Alfonso se encontraba  deseando nunca haber salido aquel día.

Me encuentro sentada frente a un hombre moreno, alto, delgado, tiene cabello negro y chino, nariz grande, ojos chicos, labios gruesos y cara redonda. Lleva puesto una camiseta azul rey, un pantalón de mezclilla, y unos tenis negros. A continuación les presento su testimonio.

Actualmente soy un comerciante, residente de Sombrerete Zacatecas, por lo cual acudo ciertos días de la semana a la ciudad de Fresnillo. Por lo general los días miércoles y sábados a comprar productos de abarrotes y verdura que requiero para mi negocio.

El día miércoles 16 de Abril del 2008  a las 10 hrs aproximadamente, al volver conduciendo de la ciudad de Fresnillo, tras acudir por dichos productos, iba acompañado de mi suegro de 75 años de edad, el cual al igual que yo no contaba con cinturón de seguridad, ya  que no pensamos que sería algo primordial para nosotros ese día.

A poco más de 20 kilómetros de distancia se encontraba una cuesta sobre la carretera, donde pude observar un automóvil tipo camioneta que venía a exceso de velocidad y en sentido contrario,  rebasando a otro vehículo. No tuve tiempo de esquivarlo o moverme hacia otro lado, opté por frenar  repentinamente y la opción que tomó la persona que conducía el otro automóvil fue tratar de retomar su carril pero aun así fue tarde y fuimos impactados lateralmente del lado en que yo iba conduciendo.

Recuerdo claramente que al chocar sentí como me dirigía hacia delante y hacia atrás violentamente, al igual que mi suegro. Posteriormente escuchamos cómo las llantas reventaron y la camioneta  que conducía comenzó a  girar varias veces por algunos segundos. Al parar de girar quedó boca abajo, por lo que ambos quedamos aturdidos, después de eso no puedo recordar más  detalles del impacto  que recibimos ni cuánto tiempo pasamos ahí.

Lo que no olvido es que después del impacto mucha gente se encontraba en el lugar, la cual  nos comenzó a ayudar a salir de los restos del vehículo. En un inicio al salir aún no sentía dolor, ni molestias, pero  me di cuenta que -al tratar de girar  mi pierna izquierda- sentí mucho dolor, por lo que supuse que se encontraba rota y unos minutos después al respirar pude sentir un dolor intenso en mi abdomen. No pude apreciar cuánta fue la cantidad que sangre, ni cuánto tiempo esperamos a que llegaran los agentes del ministerio público, quienes llamaron a las ambulancias para auxiliarnos.

Antes de ser trasladados al hospital, algunos agentes federales nos interrogaron sobre el accidente, gracias a ellos pude saber que habíamos sido tres los automóviles afectados tras el choque, puesto que dentro de las preguntas que nos realizaron los agentes una era sobre cómo sucedió el accidente, para así determinar cuál de los tres conductores había tenido la culpa, pero yo únicamente pude relatar lo que recordaba antes de quedar aturdido.

 Al parecer -según las diferentes versiones que relataron los demás conductores- es que no fui el único afectado, posteriormente al impactar con nosotros el vehículo que venía rebasando, también se impactó con el auto que se encontraba  atrás de mí.

Al ser trasladados en la ambulancia, pude apreciar cómo la camioneta de la persona que nos impactó se encontraba arriba de un montículo de tierra donde al parecer todavía estaba atrapada otra persona a la cual aun ayudaban a salir. Para mi mala suerte el responsable del accidente compartía la ambulancia conmigo y  en cuanto a mi suegro, del cual ya no tenía mucha idea de qué tanto se encontraba herido o golpeado, fue llevado en una ambulancia diferente.

Fuimos llevados al Instituto Mexicano del Seguro Social de  la ciudad de Fresnillo, al servicio de urgencias, donde para poder observar mejor los diferentes golpes y heridas tuvieron que romper la ropa que llevaba puesta, al igual que a varios de los demás afectados.

Todavía algo aturdido y bastante adolorido me encontraba intrigado por saber qué tan afectado se encontraba mi suegro, mis nervios aumentaban al escuchar cómo  doctores y enfermeros que nos atendían, comentaban entre ellos cómo una persona  falleció mientras era  trasladada al hospital. Pude escuchar que el dolor intenso que tenía en la pierna izquierda, era debido a que me encontraba con una pieza de metal clavada entre el muslo y el glúteo, quizás un resto del auto en el que viajaba. Aunque unos minutos después determinaron que no era una pieza de metal, si no que era parte del hueso que se encontraba expuesto en la herida, lo cual solo de escucharlo me atemorizaba.

Mientras el personal del hospital nos atendía, yo me encontraba asustado y nervioso, no dejaba de pensar en mi familia. Me preguntaba si ya estaban enterados sobre el accidente y quería hacerles saber de algún modo que me encontraba relativamente estable.

Lo único que me tranquilizaba un poco, era que al fin tenía noticias sobre mi suegro. Se encontraba con heridas pequeñas de fragmentos de vidrio que cayeron sobre él, aparentemente del parabrisas y vidrios laterales de la camioneta, a pesar de su edad y del impacto tan fuerte no se encontraba con fracturas o contusiones de gravedad.

En cuanto a mí; la pierna izquierda se encontraba fracturada, por lo que el médico traumatólogo tuvo que someterme a cirugía para la colocación de clavos fijadores sobre mi pierna herida, fue lo último que pude recordar sobre ese tratamiento ya que fui anestesiado.

Sin saber cuánto tiempo pasó durante mi cirugía, desperté por la noche sufriendo  un dolor intenso, al grado de quejarme a gritos y pedir desesperadamente medicamentos para poder calmarlo un poco.

Creí que todo estaba normal al fin, que ya sólo estaría en vigilancia, pero aun sentía dolor de una gran intensidad al respirar, por lo que tuvieron que realizarme más estudios para poder determinar la causa. Al día siguiente me realizaron un ultrasonido abdominal donde para mi sorpresa encontraron un daño interno en mis órganos, específicamente en el bazo. Motivo por el cual días después tendría que ser sometido por segunda vez a una cirugía para su extracción.

Estaba feliz de que al fin mi familia se encontrara conmigo en el hospital. Estaban demasiado angustiados, sorprendidos, y tristes pero al mismo tiempo felices de que dentro de todos mis males, me encontraba bien. Alegre de saber que el estar vivo después del accidente ya era un milagro.

Puedo recordar, mas no explicar el sentimiento que tuve al ver a mis seres queridos apoyándome en todos los sentidos, dándome ánimos y haciéndome entender que en poco tiempo todo estaría bien.

La estancia que tuve dentro del hospital fue de varios meses donde estuve en vigilancia, tratamiento y en varios eventos quirúrgicos para mi completa rehabilitación.

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