Una deuda eterna, llamada “deuda externa”.

Una deuda eterna, llamada “deuda externa”.

A lo largo de la historia del Ecuador, el país ha enfrentado múltiples problemas, unos más trascendentales que otros, pero la deuda externa constituye uno a gran escala y que hasta la actualidad no tiene una solución concreta. Sin duda este ha sido uno de los factores más sobresalientes en la historia del país y ha estado presente desde los albores de su independencia. Ha pasado más de un siglo y medio desde el inicio de esta deuda en la cual han transcurrido 44 mandatos gubernamentales en los que ha existido diversas decisiones políticas, unas con mayor incidencia que otras de acuerdo a la época y circunstancias en que se ha desarrollado, pero finalmente esta deuda solo ha incrementado y ha constituido un problema invaluable.

La reducción de la deuda externa, forzaba al país a acatar ineludiblemente las determinaciones que imponía los entes financieros internacionales como el fondo monetario y el banco mundial, los cuales obligaban a la patria a tomar ajustes estructurales lo que conducía obligatoriamente a priorizar las responsabilidades económicas del gobierno, y generaba el deterioro de las necesidades de la sociedad.

El origen de la deuda externa en el Ecuador es tan antigua y se considera que el país nació y creció a la par de esta, “que en sus inicios se destinó a financiar la independencia de la corona española, y fue incrementándose a lo largo de la historia republicana en base a capitales externos destinados al financiamiento de obras de infraestructura, de proyectos productivos o programas sociales algunas veces no tan rentables ni productivos por un lado, o también a financiar pagos externos vencidos. Muchas veces estos capitales se utilizaban para incrementar el consumo coyuntural y concentradamente, beneficiando pocas veces a la mayoría de la población”. (Paula Suarez, 2003:57)

En un inicio la deuda externa se la denominaba como la "deuda inglesa”, la cual tiene su origen antes de nuestra independencia, época en la que se adquirió el armamento bélico que sirvió de gran importancia para lograr la autonomía del pueblo. La compra del armamento fue primordial para la emancipación, sin embargo fue perjudicial siendo el punto de crecimiento de la deuda externa. Ecuador formaba parte de la Gran Colombia y cuando se dividió el país pasó a adquirir una gran parte de la deuda, debido a un mayúsculo error cometido en el gobierno Floreano que no envió a ningún representante legal a la reunión donde se repartió dicha deuda por lo que desfavoreció y perjudico al país, siendo así el punto de inicio de la tormentosa y gigantesca deuda.

El siglo XX el Ecuador tuvo un sin número de acontecimientos relevantes que marcaron la historia del país, estos acontecimientos siempre estuvieron vinculados con la deuda externa, que encontraba momentos en los que se apaciguaba la deuda y otros que generaba gran incertidumbre. Presidentes muy influyentes en la historia tuvieron gran participación en busca de una solución, algunos con grandes resultados en sus renegociaciones pero por otra parte el desarrollo del país implicaba fuentes financieras que obstruían su crecimiento por la agobiante deuda y forzaba a la inestabilidad. Las épocas de bonanza del banano y cacao indudablemente generó un ambiente de alivio al país, al tener ingresos significativos que permitieron dar paso a un proceso de renegociación de la deuda externa. Aunque persistía la escaza capacidad de pago del país e implicaba poco atractivo la economía del Ecuador para el capital extranjero.

Durante el auge petrolero existió un creciente flujo de recursos financiero destinado hacia el país que tuvo como consecuencia el considerable aumento de liquidez internacional. Por lo tanto, el país efectuó diversos préstamos, imposibles de pagar con el fin de construir infraestructuras. De esta manera, el país quedo obligado ante

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