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¿Usted alguna vez pensó que conversaciones pueden ser determinantes para prevenir accidentes en el local de trabajo, en la diversión, en casa o en el tránsito?


Enviado por   •  8 de Julio de 2017  •  Prácticas o problemas  •  8.285 Palabras (34 Páginas)  •  218 Visitas

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TEXTOS DE APOYO – COMUNICACIÓN

TEXTO 1

“¿Usted alguna vez pensó que conversaciones pueden ser determinantes para prevenir accidentes en el local de trabajo, en la diversión, en casa o en el tránsito?”

El entrenamiento de los observadores comportamentales para conversar con los trabajadores y causar diferencia se fundamenta en la calidad de su abordaje, lo que incluye sus intenciones al realizarlo, su expresión corporal, facial y su tono de voz. Muchas conversaciones sobre seguridad son de enfrentamiento, lo que acaba provocando,  cierta resistencia con relación al tema de seguridad y no un compromiso. Para lograr aproximarnos y comprometer a las personas con la seguridad, nuestras conversaciones deben ser basadas en la empatía, o sea mostrar sinceridad, entendimiento y consideración por las circunstancias en que se encuentran las personas.

Comunicación interpersonal es un paso crítico en la intervención para el entrenamiento en seguridad. Practicar esta característica incluye cuidado, observación y análisis.. Su misión, diciéndolo en pocas palabras, es ayudar. Existen muchas maneras de ayudar,  que incluyen referirse a los hechos, ser confiable antes de exigir eficiencia (especialmente con las observaciones comportamentales), usar correctamente el poder que posee y dar opciones a las personas.

Pare y escuche

Tenga cuidado cuando usted intenta mudar un comportamiento en los otros. A veces la pasión por la seguridad, o por lo que usted hace, puede provocar un abordaje excesivamente directo. La psicología clínica ha demostrado  que es mejor dar consejos de manera no conductiva, especialmente a largo plazo.

Piense sobre esto: ¿cómo responde usted cuando alguien le dice directamente lo que tiene que hacer?, puede hasta seguir las intrucciones, especialmente si vienen de alguien con poder de controlar las consecuencias, pero en estas circunstancias ¿usted se siente motivado para un cambio permanente?

   

Conversaciones que pueden interpretarse como enfrentamiento “adulto –niño” puede ser que no funcionen. Por supuesto que usted intentó hacerlo de forma cierta, pero quizás la otra persona no lo ve de esa manera. Para la seguridad intente ser no conductivo.

Ese asunto de la psicología no conductiva se llama escucha activa. El objetivo es que la otra persona revele sus preocupaciones, problemas y soluciones a su manera. El papel del terapeuta es ser un catalizador pasivo, permitiendo y facilitando la conversación que está direccionada para y pertenece al cliente. No se está sugiriendo aquí que los líderes de la seguridad sean terapeutas, mas se pueden sacar algunas lecciones útiles con  los abordajes no conductivos.

Haga preguntas

 

En vez de decirle a la persona lo que debe hacer, intente lo siguiente: haga que él le diga, con sus propias palabras, lo que está haciendo para estar seguro. Usted puede hacer esto preguntando con sinceridade y demostrando que le importa. Evite a cualquier precio ironía o tono de voz que indique reprobación (humillación).

En primer lugar señale algún comportamiento seguro que usted haya notado, es importante enfatizar lo positivo. Después continúe hasta el comportamiento de riesgo preguntando por ejemplo:¿Es segura la forma que usted hace esta tarea?, usted puede, en verdad, detectar que sus hipótsis estaban incompletas (imperfectas). El trabajador que está todos los días en aquella función o tarea puede saber alguna cosa que usted no sabe.

Haciendo preguntas usted siempre va a aprender algo. Escuchando el razonamiento, lógica o argumento del trabajador, por detrás de las palabras, usted podrá comprender por qué él ha hecho la opción de arriesgarse en vez de optar por la alternativa segura. Usted puede descubrir una barrera para la seguridad y a partir de eso ayudarlo a superarla.

Recuerde, es natural que los trabajadores argumenten o justifiquen su exposición al riesgo de diferentes maneras. Es una forma de proteger su autoestima. Pase eso por alto y recuerde que probablemente usted también ya argumentó cuando  alguien le apuntó errores. De esta manera su abordaje no conductivo es el inicio para hacer con que la persona reflexione y causar  el cambio que se espera para la construcción de una Cultura de Seguridad.

Use las palabras con sabiduría

 

Y, ¿si la persona no da una respuesta satisfactoria para su cuestión? O ¿si esa persona no parece saber los procedimientos seguros para realizar su trabajo? Ahora es el momento de que usted mude su conversación no conductiva para conductiva. Es necesario dar un consejo enfocado en el comportamiento.

En este caso comience con la frase: “Como usted sabe...” o sea, empiece la conversación con una frase que indique que la persona sabe la forma correcta de hacer aquello, pero por alguna razón  no lo ha hecho (o lo olvidó) esta vez. Esto puede suceder con cualquier uno. Abriendo esta posibilidad se evita provocar en los otros sentimientos de insulto sobre su inteligencia o su conocimiento de seguridad.

Cuidado con el preconcepto

 

Prácticamente toda  conversación que se mantiene con alguien es prejuiciosa. Las personas desarrollan opiniones y actitudes que influyen en las palabras que escuchamos, en la forma cómo interpretamos estas palabras y en lo que decimos como respuesta. Cada conversación influye la forma cómo vamos a procesar e interpretar la próxima  conversación.

Preconceptos pueden hacer que la persona no dé importancia a lo que usted dice. Preguntándole las informaciones honestamente, se reduce la probabilidad de que esto suceda. Es el principio de reciprocidad: escuchando primero, usted está aumentando las oportunidades de que la persona lo escuche sin el “filtro” del prejuicio después. No deje también que los preconceptos sobre la persona que habla limite lo que usted escucha.

Usted ya debe haber escuchado a alguien sin prestar mucha atención, quizás porque la persona raramente tiene algo interesante para decir o porque es predecible lo que tiene para decir.. En este caso, dígase a sí mismo que no está escuchando a alguien particularmente, sino que está escuchando algo. O sea, usted no está escuchando reactivamente para confirmar un preconcepto, sino que está escuchando proactivamente pistas o posibilidades para resolver un asunto de seguridad.

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