VARIOS TEMAS
mayelauzcategui28 de Noviembre de 2013
5.433 Palabras (22 Páginas)327 Visitas
Sra. Gregaria
La inmigración del campo hacia la ciudad, también conocida como éxodo rural o éxodo campesino se refiere al traslado, definitivo o temporal, generalmente de gente joven (adolescentes y adultos jóvenes) del campo a la ciudad. Este proceso es muy antiguo en todo el mundo y se aceleró con la Revolución industrial y, sobre todo, a partir de la segunda mitad del siglo XX.
Se suele considerar como un tipo especial de migración porque en ella, no sólo se cambia de lugar de residencia, sino también de profesión, por motivos más que evidentes, dadas las diferencias geográficas tan grandes que existen entre las oportunidades, número y características de los diferentes tipos de empleo que existen en el campo, con relación a la ciudad.
La vivienda como mercancía cuantificación:
En esta primera parte de nuestro análisis nos referiremos a las viviendas que presentan algunas de las características siguientes: a) vivienda de interés social; b) viviendas autoconstruidas; c) viviendas por encargo; d) viviendas-vecindad; e) viviendas localizadas en el centro histórico; f) viviendas de las periferias; g) viviendas de sectores medios y; h) viviendas populares. En síntesis, lo que podemos destacar de estas condiciones de producción de vivienda es la forma de su adquisición y consumo para la reproducción de la fuerza de trabajo, en tanto parte importante de un sector de la sociedad. Encontrándose la división de las clases sociales: desde los pobres que autoconstruyen sus propias viviendas, pasando por grupos o sectores populares que apropiándose de un terreno.se organizan para buscar las formas variadas de construcción, hasta los que con cierto financiamiento privado obtienen sus viviendas. Dado que tienen en común un bien que en una primera fase de su adquisición, le asignan un valor de uso para la reproducción de la vivienda y del capital, posteriormente, es convertida la vivienda en una mercancía con un valor de cambio frente al mercado especulativo de sus formas previamente adquiridas
En el ámbito del proceso de producción de la vivienda, se pueden obtener algunas formas expresivas de su constitución para el intercambio. En una primera instancia se percibe una tendencia que convierte a la vivienda en un valor de uso que sólo se establece para la reproducción de la fuerza de trabajo, es decir, la familia nuclear[5]; también como lugar de pernoctación, especificando el uso físico funcional dentro de los parámetros de lo establecido, por ejemplo Coplamar: " ... el mínimo en materia de vivienda sería el límite inferior al que se puede reducir las características de la vivienda sin sacrificar su eficiencia como satisfactor de las necesidades habitacionales de sus ocupantes"[6]. Más que un ente físico de cuatro paredes, es un elemento que va más allá de su aspecto de la forma. En este sentido podemos constatar que, la producción de la vivienda bajo las actuales condiciones del modo de producción capitalista, se basa en lo fundamental, hacia el mercado, a la especulación y a su revalorización.
Las Llamadas Viviendas Frías.
Tradicionalmente se ha hablado de viviendas construidas para solucionar el déficit habitacional existente, refiriéndose a viviendas completas, totalmente acabadas, tipo llave en mano, conforme a modelos de países desarrollados. Este tipo de enfoque da origen a viviendas de un alto costo, que al no poder ser adquiridas por los sectores de menores ingresos son ocupadas por familias de ingresos medios que si tienen capacidad de pago, o paradójicamente, se convierten en viviendas apostar al fracaso del proceso bolivariano como posibilidad de empoderarse de sectores descreídos o frustrados políticamente. Esta estrategia ha sido desastrosa para ellos una y otra vez, pues las bases populares han encontrado en la propuesta bolivariana la dignificación histórica que siempre les fue negada.
• La política garantista frente al problema de la vivienda que asume el gobierno bolivariano, desestructura la vivienda como mercancía, como valor de cambio y le devuelve el estatus de valor de uso ligado al “ser” más que al “tener”. En definitiva, se rompe la lógica capitalista que asume la vivienda como una mercancía generadora de excedente financiero y convierte la vivienda verdaderamente en un derecho realizable y realizado, que va más allá del formalismo anunciado en la constitución y en la declaración de Bancouver, firmada por el estado Venezolano para garantizar la vivienda como derecho.
Es muy conocida la frase de que “el derecho a la vivienda solo puede ser realizado en el socialismo”, frase que ha sido vista como un simple eslogan de la ortodoxia marxista; sin embargo, la realidad social la constata una y otra vez, la burguesía inmobiliaria es por naturaleza una burguesía profundamente financiera, la cual ve la vivienda no como necesidad social sino como negocio altamente lucrativo.
Regionalización del espacio territorial y urbano actuales en Venezuela
El proceso de regionalización
La diversidad del territorio venezolano, en el cual coexisten áreas fronterizas, espacios prácticamente deshabitados, llanos, montañas, áreas metropolitanas de gran densidad poblacional y áreas costeras, ha determinado la necesidad de generar una regionalización administrativa, cuyo objetivo es ordenar el uso del espacio y de los recursos naturales que allí se encuentran. Esta organización busca facilitar la aplicación de planes de desarrollo basados en el análisis de las potencialidades y restricciones que presentan esos espacios, y que permitan impulsar su desarrollo socioeconómico. En tal sentido, la regionalización es un acto de intervención del gobierno venezolano, el cual se establece a nivel del Ejecutivo Nacional.
Una región político-administrativa es un área que presenta características físicas similares, lo cual provee un marco espacial común para el asentamiento humano y el desarrollo de actividades económicas y sociales.
El proceso de regionalización en Venezuela data del año 1958 con la creación de la Oficina Central de Coordinación y Planificación (CORDIPLAN), mediante el Decreto 492 de fecha 30 de diciembre de ese año, en el cual se definieron las normas que regirían la planificación del desarrollo económico de la nación. Así fueron creándose instituciones y organismos de planificación regional, con el objeto de promover los planes locales. A partir del año 1999 CORDIPLAN pasó a ser el Ministerio del Poder Popular para la Planificación y Desarrollo.
El desarrollo económico y social de Venezuela se ha caracterizado históricamente por presentar una dualidad especial, la cual se manifiesta mediante una fuerte concentración de la población y las actividades económicas en la región norte-central del país, mientras el resto del territorio cuenta con pocos centros urbanos que tengan una actividad económica significativa.
La planificación del espacio urbano y las políticas actuales
La planificación urbana contiene aspectos ideológicos, políticos y variables como las espaciales, poblacionales, económicas, sociales, culturales, territoriales, y otras que los enfoques por su interacción deberían integrar en su análisis, conducente a posibilitar visión y gestión, constituyéndose en un instrumento conceptual ajustado a la realidad, capaz de orientar la toma de decisión, encaminada a implantar los cambios posibles y necesarios para promover desarrollo y legitimizar gestión.
La discusión y el análisis de autores sobre este tema coinciden en concebir la planificación urbana, como un instrumento capaz de establecer previsiones de futuro desde el presente, siempre que se conozca integralmente la realidad, consciente de los nuevos paradigmas de la planificación y el desarrollo, el marco ideológico del desenvolvimiento económico y social, las potencialidades y debilidades del territorio, para obtener visión de futuro posible.
La globalización, en el marco de la economía neoliberal, ha iniciado un proceso de desregulación del Estado a partir de procesos de privatización y descentralización, que han creado un marco de oportunidades y desafíos para los gobiernos locales, en la medida que el Estado Nacional les a entregado mayores responsabilidades y recursos; esta realidad parecería afectar la importancia asignada a la relación o al carácter centralista de los niveles territoriales de la planificación (nacional – regional – local), por lo que la planificación urbana actual, demanda un fortalecimiento de sus enfoques en el ámbito local, como base para planificar estratégicamente el territorio.
El urbanismo como base para una planificación estratégica, sería el plan al servicio del proyecto de una ciudad deseable y acordada por los agentes económicos y sociales desde sus objetivos hasta sus normas. Formulando o reformulando la estructura del territorio fijando usos y clasificación del suelo, los sistemas generales de comunicación y las zonas de protección, los equipamientos, el plan debe ser flexible, concertando con los actores privados, agentes económicos y sociales. "El proceso urbanizador ha de tener en cuenta no solo el contenido social de la propiedad sino también su sustentabilidad y daños que podría ocasionar este proceso al agua, atmósfera, suelo etc".(Victory, 1997), como un plan general basado en la participación y concertación para la revisión de planes directores.
...