VIOLENCIA DOMESTICA EN MI COMUNIDAD

VIOLENCIA DOMESTICA EN MI COMUNIDAD

Si bien el problema de la violencia familiar hacia mujeres y niños, se ha dado desde siempre y para nada es una temática nueva, es hasta apenas en estas últimas décadas que se trata y se enfrenta de manera más abierta con la implementación de políticas públicas que supuestamente hacen el intento de visibilizarlo, prevenirlo y atender a los afectados, gracias a esto y a la información que tenemos hoy en día se han reducido un poco los altos índices de violencia que sufren las mujeres y niños, pero aún queda mucho por hacer y más que nada seguir informando y concientizando; es seguro que la violencia se dará siempre pero se puede hacer algo para disminuirla y tener familias que convivan y principalmente que tengan una buena comunicación entre sus integrantes.

La violencia se da en todo el mundo y mi comunidad no es la excepción, viéndose más afectados los niños y las mujeres siendo agredidos principalmente por el “padre” de familia, quien recurre en su mayoría a palabras fuertes, comentarios que repercuten psicológica y emocionalmente en el agredido, ya no se da mucho pero hay veces que llegan a golpes, para llevar cabo esta actitud agresora influyen por lo general la forma de pensar (los agresores “son los que mandan” y los afectados, obviamente se sienten sumisos y llegan a creer lo que ellos dicen), en ocasiones intervienen las cuestiones económicas y básicamente la cultura y la religión.

Hasta donde me he dado cuenta y experimentado en algunas ocasiones, los niños se ven perjudicados por los problemas que tienen los padres de familia, ya sea entre ellos o que tienen fuera de la familia pero que en cierto momento lo empiezan a discutir y no llegan a acuerdos consiguiendo gritos y agresiones verbales, ya que los niños al ser partícipes o solo con ver y/o escuchar este tipo de problemas repercuten en su comportamiento futuro y psicológicamente; además de esto es muy común que los padres griten a los pequeños y en momentos de enojo, estrés y demás lleguen a golpearlos, bueno y esta actitud no solo de los padres a los hijos sino también de los hermanos superiores o cualquier otro familiar mayor, dicha actitud hacia los pequeños se verá reflejada posteriormente y de hecho al tener más hermanos entre ellos mismos surgen pleitos, discusiones y demás agresiones, que si no se tratan a tiempo serán personas que sigan el mismo patrón en su vida futura.

En el caso de las mujeres, considero que en mi comunidad ya están lo suficientemente informados para identificar una actitud violenta que atente su integridad tanto física como moral, a pesar de ello, por su ideología, estereotipos o miedo, no hacen nada al respecto para mermar la situación ni simplemente para darse a respetar, creo que esto es lo que mas hace falta que se quieran a sí mismas y protejan tanto a sus hijos como su propia persona.

La violencia hacia las mujeres se da generalmente por parte de los hombres, ya nos encontramos en una comunidad meramente de ideología machista, los estereotipos y cultura influyen muy significativamente al tener a los hombres como “jefes de familia”, de manera que la mayor vulnerabilidad femenina no se debe a causas físicas, también incurren las mujeres que acostumbran la mayor carga y responsabilidad de los hijos y mantienen una dependencia tanto económica como culturalmente de los hombres. Además la religión que profesan la mayoría de los habitantes de Mesa de Palo Blanco es la católica, la cual también tiene una esencia machista y con la cual muy erróneamente se respaldan algunos de los agresores. Asimismo considero importante la cuestión de adicciones, en este caso el alcoholismo es el más común en los hombres que residen en mi localidad y que lógicamente tienen efectos en el consumista y de esta manera, por ejemplo, al llegar a casa atacan ya sea verbalmente o físicamente a las mujeres y

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