Vida Y Muerte De La Imagen

El arte no coincide con la cronología de los periodos convenidos para la historia, éste debe ser analizado más en profundidad ya que tiene una temporalidad propia. Tiene que ver con la evolución del hombre en base a sus técnicas de transmisión. Se establecen así tres mediaesferas: logosfera, que corresponde a la era de los ídolos (imagen) comprende desde la invención de la escritura hasta la imprenta. La grafosfera, la era del arte, se extiende desde la imprenta hasta la tv color y la videosfera, la era de lo visual en la que ya estamos.

Estas mediasferas corresponden a la visión del hombre en las distintas etapas y su forma de transmitirlas. La aparición de una nueva etapa no genera la abolición de la anterior si no una superposición y un encadenamiento.

A pesar de las transformaciones que el hombre ha generado, el arte siempre ha estado ligado a los términos de poder y de dinero.

El ídolo es la imagen de un tiempo inmóvil (el recorte del todo, de lo divino por ejemplo), el artes es lento pero muestra ya figuras en movimiento. Lo visual está en rotación constante, ritmo puro, obsesionado con la velocidad. El ídolo tiene que ver con lo autóctono, el arte es occidental, campesino pero circulante y dotado para el viaje (muestra algo con ciertas caracterisitcas de algún lugar pero a la vez es aplicable a más de uno), lo visual es mundial.

Se los puede definir como eras: era 1 (ídolo), era 2 (arte), era 3 (visual). En la 1 es un objeto religioso con propósito directamente político. Objeto de creencia. En la 2, el arte conquista su autonomía en relación a la religión permaneciendo subordinado al poder político. Cuestión de gusto. En la era 3, la esfera económica decide por sí sola el valor y su distribución. Cuestión de capacidad de compra.

El imaginero tallaba o pintaba la piedra o la madera; el artista operaba habitualmente sobre una tela puesta en un bastidor; lo visual se fabrica sin tocarlo, por electrones interpuestos.

INDICIO, ICÓNO, SÍMBOLO

El indicio es un fragmento de un objeto o algo contiguo a él, parte de un todo o tomado por el todo. Una reliquia es un indicio, huella de un paso de la arena, es una parte del todo, de lo que sería. El ícono es la representación de la cosa, no la cosa, ej: el cuadro de un santo. Al santo se le reconoce a través de su retrato, pero ese retrato se añade al mundo de la santidad, no es dado con él. El símbolo, no tiene relación analógica con la cosa sino simplemente convencional: arbitrario con relación a ella, el símbolo se descifra con ayuda de un código.

La primera produce asombro; la segunda es contemplada; la tercera sólo es digna de atención por ser considerada en y por sí misma.

El hombre sigue siendo el mismo desde los primeros tiempos ya que lleva consigo de manera innata las tres eras mencionadas. Es por ello que el hombre contemporáneo que tiene en su escritorio la

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