Violencia Contra La Mujer

Violencia contra la mujer

Diariamente tanto en noticias como en el contexto en el que vivimos nos enteramos u observamos distintos tipos de violencia, mas precisamente contra la mujer.

En todo el mundo se ha calculado que la violencia contra la mujer es un causa de muerte en capacidad entre mujeres en edad reproductiva, tan grave como el cáncer y es una causa de mala salud mayor que los accidentes de transito y la malaria combinados.

En distintas partes el mundo, hasta un 52% mujeres experimentan violencia; y una de cada cuatro mujeres de la argentina es victima de algún tipo de maltrato en forma sistemática o son objeto de violación o intento de violación en el transcurso de su vida.

Por ello es que mi objetivo es que tanto hombre como mujer reflexionen acerca de este tipo de problemática, y tomen conciencia de que es una situación que podemos y debemos revertir.

Es preciso destacar lo que significa respetar la dignidad humana, y como debe ser el trato valorando cualidades y capacidades mutuas, como así también debemos saber que somos seres semejantes que vivimos y compartimos un mismo mundo.

Primeramente es preciso conocer que es lo que se considera violencia contra el sexo femenino y las consecuencias que tiene, luego debemos tomar conciencia de que es una actitud completamente indigna que se hace contra una persona, y por ultimo debemos saber que este tipo de situaciones se pueden revertir.

En primer lugar la violencia contra la mujer, según el Instituto Social y Político de la Mujer,”es todo acto basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño, sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como la amenaza de tales actos”.

Este tipo de actos tiene consecuencias drásticas; como pueden ser huesos rotos, quemaduras de tercer grado y otras lesiones corporales, además puede incluir daños en la salud mental a largo plazo como es la depresión, los intentos de suicidio y el síndrome de estrés pos-traumático.

La violencia que incluye agresión sexual también puede dar lugar a enfermedades de transmisión sexual, embarazos no deseados, y otros problemas de salud sexual y reproductiva. En el caso de las niñas las consecuencias para su salud pueden preexistir en su vida adulta, por ello es que la violencia también puede tener repercusiones intergeneracionales.

Por ejemplo: los varones que son testigos de las golpizas que sus madres reciben, tienen mayor probabilidad que otros niños, de usar la violencia para resolver desacuerdos cuando sean adultos; en el caso de las niñas, al presenciar violencia tienen mayor posibilidad que otras de establecer relaciones en las que serán maltratadas por su compañero cuando sean mayores.

La violencia produce considerables padecimientos y consecuencias directas sobre temas de salud, así como la maternidad sin riesgo, la planificación familiar y la prevención de las enfermedades de transmisión sexual.

Todo esto nos lleva a otra cuestión importante, que es poder reconocer y tomar conciencia que la violencia es una actitud que va en contra de la dignidad e integridad de la persona, que prescinde del respeto y es totalmente inaceptable.

En segundo lugar podemos reconocer que a pesar de que la violencia atenta contra la persona, esta presente en la mayoría las sociedades, pero a menudo no es reconocida y se acepta como parte del orden establecido.

Hay variados contextos en los que se puede producir la violencia: en el hogar, al presenciar episodios de violencia en la niñez, o sufrido las mismas; como también, en el ámbito de las relaciones de familia o matrimonio, allí se producen marcados conflictos, y puede haber un control muy autoritario por parte del hombre sobre los bienes y las decisiones.

Los actos violentos también se dan en el plano comunitario y en la sociedad, donde se establecen relaciones con diversas personas, e incluso la propia sociedad puede llegar a establecer normas culturales que legitimen el poder del hombre por encima de la mujer, se acepta la violencia como medio de resolver problemas, y se diferencian papeles rígidos basados en genero, produciéndose un aislamiento de la mujer.

Pero principalmente la situación de violencia se produce en mayoría y con gran énfasis en el marco de la pareja. Definitivamente hay elementos sociales, vinculares y personales que intervienen para que exista.

Los puestos de poder que ocupan tanto hombre como mujer, son bien definidos en todos los ámbitos.

El hombre es considerado jefe del hogar, el abastecedor, entre otros. Ocupa lugares de privilegio sin ser muchas veces meritorio. Su espacio es el ámbito público, a diferencia de la mayoría de las mujeres, las cuales están limitadas y sumidas al espacio privado, su hogar.

Un factor muy influyente es el vínculo que ha establecido la pareja. La búsqueda del complemento, de la ”media naranja” tiende a fusionar a dos personas como si fueran una, y a formar relaciones cerradas, supuestamente es un amor que no necesita de nada ni de nadie. Esta mirada romántica del amor hace que la pareja se convierta en algo intimo de modo que las dificultades se ocultan, pero también se ocultan las patologías vinculares. La violencia familiar no pertenece al ámbito privado,

...