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Vivir la tolerancia


Enviado por   •  18 de Agosto de 2014  •  Tesis  •  1.974 Palabras (8 Páginas)  •  328 Visitas

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ÍNDICE

1.-Portada

2.-Índice

3.-Introducción

4.-Contenido

5.-Bibliografía

Introducción

Vivir la tolerancia es de gran importancia, pues con ella aprendemos a querernos. En la filsosfia nos hablan que la tolerancia es uno de los valores que el hombre por naturaleza adquiere y pone en practica, pero para el hombre dar incio a esta practica del valor debe ser de acuerdo a la sociedad en que se desarrolle. Recordemos que la tolerancia no solo es de los valores mas importantes, con ella viene acompañado el respeto, la paciencia y muchos otros valores que el hombre se encarga de aprender por la sociedad para asi lograr crear un justo orden social. "Hay un límite más allá del cual la tolerancia deja de ser virtud"

La importancia de la tolerancia radica en la posibilidad que nos otorga de convivir en un mismo espacio con personas de diferentes culturas o con diferentes creencias. La tolerancia es la que nos permite vivir en armonía en un mismo país con personas que profesan diferentes religiones, que apoyan otras tendencias políticas, que poseen una condición sexual diferente, etc. La tolerancia no sólo es aplicable a nivel de país, sino que es algo que debemos desarrollar en nuestros hogares con aquellas personas a las que más queremos, como nuestra familia y amigos, así como también, a nivel mundial, donde se intenta convivir en armonía con un sinnúmero de culturas y personas muy diversas.

Contenido

La intolerancia se define como la falta de la habilidad o la voluntad de tolerar algo. En un sentido social o político, es la ausencia de tolerancia de los puntos de vista de otras personas. Para un principio social, es demasiado abierto para interpretación subjetiva debido al hecho de que hay una lista de definiciones sin fin para esta idea.

En este último sentido, la intolerancia resulta ser cualquier actitud irrespetuosa hacia las opiniones o características diferentes de las propias. En el plano de las ideas, por ejemplo, se caracteriza por la perseverancia en la propia opinión, a pesar de las razones que se puedan esgrimir contra ella. Supone, por tanto, cierta dureza y rigidez en el mantenimiento de las propias ideas o características, que se tienen como absolutas e inquebrantables.

Tiene por consecuencia la discriminación dirigida hacia grupos o personas (que puede llegar a la segregación o a la agresión) por el hecho de que éstos piensen, actúen o simplemente sean de manera diferente. Las múltiples manifestaciones de este fenómeno poseen en común la elevación como valor supremo de la propia identidad, ya sea étnica, sexual, ideológica o religiosa, desde la cual se justifica el ejercicio de la marginación hacia el otro diferente. El intolerante considera que ser diferentes equivale a no ser iguales en cuanto a derechos.

Podríamos distinguir también una doble vertiente en la intolerancia. Por un lado estarían los grandes casos de persecución a lo largo de la historia. Pero también es un fenómeno sutil que puede identificarse continuamente en cualquier entorno. La intolerancia, pues, tendría una segunda vertiente más cercana, la cual se halla presente en la vida cotidiana.

La intransigencia para con los demás, para con los diferentes escoge distintos objetos. En cualquier caso, siempre supone una diferencia respecto a lo considerado normal o correcto por quienes juzgan. Acá esperan ser resueltos y desarrollados muchos conceptos, empezando por aproximarnos a un metalenguaje en el que cualquier cultura quiera definir los términos o conceptos.

La intransigencia es la diferencia en el prójimo, ya se base ésta en características de género, culturales, ideológicas o religiosas, contra lo que arremete el intolerante. Formas comunes de intolerancia son el racismo, el sexismo, la homofobia, la intolerancia religiosa y la intolerancia política.

Lo práctico acaso sería atacar el problema real (identificar y desarrollar la forma de la "intolerancia de la intolerancia") y no atacar a los bandos; pues al tomar partido, se pudiera ser cómplice de los disparos o de los muertos que se den: "Donde no hay coexistencia hay codestrucción" (Rabindranath Tagore, premio Nobel de la India)

A nivel legal, en la mayoría de las democracias reconocidas como tales, están establecidos los medios de defensa de las libertades de los individuos.

A nivel personal, en la psicología del individuo, sin embargo, muchas veces depende de como el individuo percibe la situación, se basa en la selección de opciones que escoge en el momento. Se considera generalmente que no hay tolerancia sin agresión, es decir que sólo se puede ser tolerante frente aquello que molesta, es decir con lo que no se está de acuerdo, pero que se acepta por conformidad social, respeto al grupo o individuo, por ejemplo en el humanismo, o para la defensa de un ideal de libertad, o de obediencia a un precepto religioso, el liberalismo o el islam. Muchas veces la elección de una u otra forma depende más de la intención del individuo y de lo que este quiere comunicar que de una opción entre una forma correcta y otra incorrecta. En muchas ocasiones puede haber varias opciones correctas para expresar una misma cosa. También depende de la fuerza social, del generalmente grupo, frente a la que se manifiesta intolerancia. Así, actitudes filosóficamente intolerantes, puritanas, racistas o de fanatismo religioso se manifiestan o no, en diversos grados, dependiendo del poder social del grupo que las manifiesta.

El término persecución ha sido usado históricamente para denotar actos de violencia indiscriminada, sean espontáneos o premeditados. La persecución entre seres humanos va mucho más allá de estar dirigida a grupos religiosos, étnicos o políticos. Cualquier diferencia identificable en apariencia o comportamiento puede servir de base a la persecución. El único rasgo común, es la percepción del individuo o grupo como diferente. Debido a eso, se considera que "perseguir" es la expresión de un rasgo general del comportamiento social, relacionado con el tribalismo y el ejercicio del poder por un grupo, que busca imponer o reforzar la conformidad. La persecución no es reconocida como tal por los perseguidores, solamente por sus víctimas o por observadores externos.

La tolerancia es generalmente

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