Ya en el piso los dos compañeros, Villalpando,

Ya en el piso los dos compañeros, Villalpando, comenzó a analizar por qué se habían peleado Macías y el, era cierto que entre los dos no se podría remediar el asunto de su amistad debido a la falta tan grave que cometió hacia su amigo pero por el otro lado no le veía justicia en el hecho de morir los dos peleando.

Así que con la última reserva de fuerza y energía que tenía se levantó de aquel lugar y ayudo a su compañero Macías el cual se encontraba aun inconsciente en el suelo, lo levanto como pudo logro llegar a una casa que se encontraba cerca y toco la puerta en busca de ayuda, de aquella casa salió una pareja de ancianos, al ver el estado en que se encontraban los dos militares de inmediato los hicieron entrar a la casa para ayudarlos.

Villalpando el menos lastimado les pedía que lo ayudaran a reanimar a su compañero puesto que hasta ese momento aún no recuperaba la memoria, aquella familia le pregunto a Villalpando “Que fue lo que sucedió, porque están tan lastimados”, a lo que Villalpando respondió solo con una sonrisa y diciendo –“Lo que realmente paso fue que la relación entre este hombre y yo está en el borde del abismo”.

Sorprendidos por aquella declaración se dispusieron a llevar a Macías a un hospital debido a la gravedad de los golpes y a que ellos no tenían la forma ni los conocimientos para curar a Macías.

La única condición que Villalpando puso fue que no quería que los llevaran a un hospital cualquiera sino que quería que los llevaran al hospital militar donde ya los médicos los conocían y sabría que no les harían ninguna cosa mala.

A lo que la familia de aquellos viejecitos respondió que con todo gusto los apoyarían en llevarlos a dicho hospital.

La razón del porque todo esto estaba sucediendo se llamaba Micaela, la mujer de Macías con la cual Villalpando había tenido un amorío en secreto pero el secreto se había dado a conocer ahora.

Villalpando al ir en camino al hospital se repetía “¡¿porque?! Maldita sea la hora en que te conocí Micaela, maldita sea!!”, llegaron al hospital con Macías aun inconsciente y Villalpando cargándolo hasta la entrada, volteo la mirada al frente y vio lo único que no quería volver a ver en su vida, a Micaela.

Después de que salieron peleando Macías y Villalpando, Micaela se había dirigido a pedir ayuda al cuartel militar y en lugar de ir a buscarlos decidió quedarse por si en algún momento regresaban por piernas propias buscando ayuda a dicho cuartel.

Villalpando, muy molesto por cierto grito “Aléjate Micaela!! Que no ves lo que has provocado ya?!”, Micaela, al escuchar aquel grito de Villalpando se tiró al piso y comenzó a llorar sin control alguno.

Villalpando muy molesto solo le dijo “no llores que nada vas a resolver con eso” a lo que Micaela respondió “ya lo sé cabron pero no estás viendo en qué estado están”.

Ya instalados en el hospital militar generales llegaron para ver cuál era la causa de la pelea, porque habían quebrantado uno de los principales reglamentos de la institución militar.

Villalpando les dijo la verdad nos peleamos y aceptaremos las reprimendas que correspondan por dicha falta a la institución.

Por supuesto que tendrán una reprimenda y una muy dura comento un general.

Micaela dispuesta a ayudar comento que tenía experiencia como enfermera médica y que quería ayudar a curar a los dos lastimados, puesto que con los dos había estado enamorada pensaba Micaela.

No se le negaron los servicios a ninguno de los dos pero si se estableció que tenían que estar en cuartos separados para que no tuvieran una riña de nuevo después de 3 horas de cuidado Macías despertó pero no recordaba nada de lo que había sucedido y no recordaba quienes eran aquellas personas que se encontraban en ese cuarto junto a él.

Muy sorprendidos, comenzaron a hacerle preguntas de rutina como que si recordaba su nombre o que si sabía cuántos años tenía a lo que Macías respondía que no recordaba nada de lo que se le estaba preguntando.

Villalpando al darse cuenta del daño que había causado solo por el capricho y la estupidez de acostarse con una mujer que era prohibida para él se sentó en su cama y solo se mantuvo callado por un momento pensando ahora que es lo que hare si mi amigo no recuerda ni si quiera quien es el mismo.

Uno de los militares sugirió una nueva técnica para que Macías lograra recuperar la memoria todo consistía en abrir un pequeño agujero en su cráneo hasta llegar a una de las partes sensibles a la memoria y estimularla para ver si así podría recordar algo.

Todos acordaron que no tenían nada que perder en realizar este método y que bien podría resultar en que Macías recuperase su memoria.

Lo llevaron al quirófano, lo anestesiaron y comenzó la operación, después de 3 largas horas de espera uno de los médicos salió del quirófano y comento que todo se había hecho correctamente que solo era tiempo de espera para que Macías recuperase la memoria.

Feliz de escuchar aquello Villalpando sintió un alivio en su interior pero sin olvidar que aún le debía una explicación a su compañero Villalpando y que tenía que encontrar la manera de solucionar sus diferencias a causa de Micaela, que por cierto jamás se separó de aquel lugar.

Paso un día hasta que Macías despertó, “ya despertó” exclamo Micaela, todos corrieron a la cama del enfermo y comenzaron a realizar las mismas preguntas que habían hecho un día antes pero en esta ocasión Macías respondía acertadamente a lo que se le cuestionaba y decía que quería ver a su compañero Villalpando.

Mandaron llamar a Villalpando y él se acercó, ambos pidieron que los dejaran a solas por un momento para así poder platicar sobre las cosas que estaban sucediendo en aquella ocasión.

“Que carajos nos pasó Villalpando? Porque estamos de esta manera?” Macías cuestionaba, armándose de valor Villalpando contesto “Mira Macías la verdad es que tu mujer y yo nos acostamos, esa fue la causa de nuestra pelea”. Muy sorprendido Macías solo respiraba profundo y movía la cabeza de lado a lado.

Yo sé que Micaela y yo no estábamos del todo bien pero hacerme esto?!? Dijo Macías, Villalpando consiente de el error que había cometido le dijo “Mira para empezar aquí ya nos cargó la chingada, porque lo más seguro es que nos quiten nuestros puestos y nos castiguen con juicio marcial”, Macías no dijo nada.

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