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Ética del Abogado. La Persona Humana


Enviado por   •  9 de Febrero de 2017  •  Resúmenes  •  3.213 Palabras (13 Páginas)  •  259 Visitas

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El jurista, al igual que abogado que defiende una causa, que como juez que dicta una sentencia, tiene como primera tarea la de determinar la justicia o la injusticia de la causa de  que se trata.

Ética y Moral

Ética y moral tiene una misma raíz etimológica ethos y mos, moris, costumbres; no se refiere al estudio del mero fenómeno fáctico o de las costumbres como tal, sino a las normas que de ella se derivan y a las costumbres como deben ser.

Las reglas de la moral positiva han cambiado en el espacio y en el tiempo. En la historia de la humanidad, sistemas morales que aceptan los sacrificios humano, la esclavitud, la muerte de niños deformes o ancianos inválidos, tomándolo como una aspiración común que realiza el valor de lo bueno y lo malo.

La ética tiene como misión, dice Antonio Gómez Robledo, “proponer a la voluntad de su bien verdadero” y ello “no solo por el camino del deber, sino también por los del amor y el entusiasmo. A través del amor y el entusiasmo, el hombre excede el mero cumplimiento del deber, y alcanza una mayor plenitud humana; es la virtud del héroe o de santo.

 La ética es una ciencia normativa, ciencia del debe ser. La moral positiva nos da las reglas del comportamiento y formas de vida, a través de las cuales atiende el hombre el valor a realizar de lo bueno. Ambas hallan su fundamento en la naturaleza misma del ser cuya conducta pretende regir. Ambas encuentran su origen en el concepto, el significado y el valor que atribuyen a la persona humana.

La Persona Humana

La persona es una individualidad sustancial dotada de razón y voluntad por ser sustancia individual, el hombre es una forma existencial irreductible e independiente que repugna ser asumida en calidad de parte, de ahí la sensación de lo irreparable que experimentamos ante la muerte de un ser querido, el hombre debe considerarse como un fin en sí mismo y nunca como un medio.

La razón y la voluntad hace referencia a la dignidad ontológica y moral de la persona en tanto que capaz de conocimiento y autodeterminación. La razón entrega a la persona la conciencia de sí mismo y lo convierte en las cosas que conoce y lo hace ser por si sola un universo. La voluntad o facultad de querer dio al hombre la capacidad de tener conocimiento hacia algo en vista de un fin.

La razón aspira a la verdad absoluta y la voluntad al bien supremo. Decía Max Schelrel, “es un buen buscador de Dios, es un ser que hora”, por eso se dice que bajo el puente de la profesión, pasan todas las miserias del mundo.

El hombre tiene o no tiene libertad. El hombre es libertad. Esto se distingue todos los días de todos los demás seres del universo. En su libertad  reside su responsabilidad y de ella emana también su dignidad. Es entendida insustituible y constituye, por eso, un fin en su mismo pueda sustituirlo en esta intima tarea.  

El hombre es un ser libre; pero también es un ser que está obligado. La ética va a establecer los princi9pios y las reglas para que pueda realizarse conforme a su naturaleza y alcanzar el desarrollo y perfección que a ella le corresponde. Asumir este orden va a ser el camino para alcanzar su propia perfección y mayores espacios de dignidad y libertad.

Lo Ético y Lo Jurídico

Las normas éticas se convierten en jurídicas cuando adquieren relevancia especial para la convivencia y el grupo social considera que deben ser obligatorias. La moral tiende a lograr la perfección del hombre y el derecho la der la convivencia. El derecho hace bilateral y coercible aquellas normas morales que tiene particular importancia para regir la convivencia humana. Así como ocurre con el “no mataras, no hurtaras, no levantaras falsos testimonios mi mentiras”.    

La ética y las reglas morales que derivan de la conciencia moral prevaleciente en cada época y lugar, inspiran y permean todo el orden jurídico positivo. En el fondo el Derecho el como decía Del Vecchio, “un mínimo ético”, el indispensable para una convivencia justa y ordenada.

Ética Profesional

La ética profesional se apoya evidentemente en las reglas de la moral y de la ética en general: su característica es que tiende a regular de manera especial las actividades particulares profesionales.

Las fuentes reales de la ética y de la moral profesionales las encontramos, en primer lugar, en la conciencia moral prevaleciente y, después en las necesidades sociales que la profesión entiende a satisfacer y en los valores o fines que tiende a realizar.

Un juramento es un acto solemne, un compromiso que obliga a una conducta futura una profesión de    fe de lo que amamos y queremos realizar. Elegir una profesión, es en el fondo, elegir un destino.  Las reglas  de la ética profesional adquieren especial relevancia para la convivencia y se convierte en jurídicas y la sociedad las impone imperativamente y establece sanciones por su incumplimiento.

El abogado que no cumple los deberes de su profesión se traiciona a sí mismo y traicionara su vocación.    


La Vocación del Jurista

“La abogacía, decía Couture, es una ardua fatiga, puesta al servicio de la justicia”. Desempeñar una profesión es el ejercicio de un derecho y el cumplimiento de un deber, es recorrer el camino que hemos para servir a los demás.

Los méritos de los juristas han sido reconocidos por reyes, estadísticas, filósofos, poetas y pontífices. En Atenas se les llamaba “consejeros de los reyes y gobernadores de los pueblos”. En las partidas se dice que “las sabidurías de los hechos, son otras maneras de caballerías con las que se quebrantan atrevimientos y se enderezan los tuertos”. En España los abogados eran considerados como caballeros y se decía que después de haber tenido 20 años de escuela de leyes deben tener “rango de condes” y “ser tenidos quitos de pecho”. El papa Paulo VI llama al abogado “heraldo de la palabra, servidor de la verdad, el hombre de la bondad y la justicia.

La dignidad de nuestra profesión puede apreciarse si se toma en cuenta el valor de un acto humano, se mide por la elevación del fin que persigue. El derecho persigue fines enlazados entre sí; la justicia, el orden, la seguridad, la liberta, la paz y el bien común que finalmente se concretan en servir al perfeccionamiento y realización del hombre en toda su plenitud e integridad.

Sin orden y sin seguridad, una sociedad no podría existir y, por ello, se dice que derecho es instrumento indispensable de la convivencia humana.

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