Actividad: Pensamiento mágico. La relación entre los mitos y la magia como formas de apropiación del mundo

Actividad: Pensamiento mágico

Los mitos no se pueden desligar de otra de las más importantes formas de apropiación, la magia. Crecen y se entrelazan entre sí, tratando de describir y explicar todo lo que acontece en la naturaleza; si los mitos personalizan la naturaleza, se necesitan medios o instrumentos que nos acerquen a ella. Pero aquí ya surge la idea de modificar o transformar la naturaleza, que representa la creencia de un cierto poder o energía que el hombre pone a su servicio y le proporciona al hombre un cierto sentido de seguridad.

Hay autores, como Paul Poupard, quien considera que la magia existe, subsiste y se transforma en el seno de toda cultura y llega hasta nuestros días, con lo cual explicaríamos cómo, a pesar del avance de la ciencia, la tecnología etcétera, sigue coexistiendo con otras formas de apropiación.

La magia parte de una ley natural falsa. Lo semejante produce lo semejante, pues se supone una relación causa / efecto. Las mismas causas producirán siempre los mismos efectos. Este principio se denomina ley de la semejanza, de donde se deriva la llamada magia homeopática, que consiste en asegurar que si se actúa sobre una imagen de algo o de alguien, también se actúa sobre la situación, objeto o persona deseada.

Así, por ejemplo, si se obtiene una parte de un bisonte, que representa la virilidad, la fuerza, la energía, entonces esa mínima parte ya contiene todas las características y virtudes del animal. En una persona que tiene hepatitis, y por tanto tiene un color amarillo, éste se esfuma ante la presencia de un ave del mismo color que va a absorber todo el color restante de la piel.

Con la pata del conejo, el ojo de venado o de tigre, la utilización de este tipo de magia llega hasta nuestros días, ejemplos en los cuales las partes de los animales supuestamente nos transmiten todas las virtudes del animal original. Por otro lado, la magia considera también el principio de que si las cosas estuvieron en contacto, se actúan recíprocamente a distancia, aún después de haber cortado todo contacto físico. Esto se denomina ley contaminante. Sus ejemplos todavía los podemos encontrar en las prácticas del vudú en Haití. Se realiza una figura del cuerpo de aquel que se le va a practicar la magia con algún objeto o prenda que le hubieran pertenecido y aún cuando esté al otro lado del mundo, eso no importa para que se realice la magia a través de su segundo principio de aplicación.

En el Renacimiento, la magia se basaba en el concepto de “simpatía universal”, esto es, en la correspondencia entre el ser humano y el mundo que lo rodea. Se partía de la convicción de que todo el universo estaba imbuido de un cuerpo finísimo llamado neuma, cuya función era la de enlazar la dimensión material y sensible de la realidad con la dimensión espiritual y celeste. Por tanto, si se conocen los vínculos que unen las partes se puede intervenir en el proceso de la creación.

Se habla de la melothesia, o medicina astrológica, que asigna un planeta o un signo zodiacal a cada parte del cuerpo, y trata las alteraciones físicas y psíquicas del hombre según la disposición de los astros en la bóveda celeste. Uno de los aspectos más importantes de los procesos en la magia es la creencia de que podemos obviar los procesos, por un lado, y por otro, la creencia de que las cosas suceden de manera lineal, que no existen relaciones complejas no lineales entre las cosas, sino que todo es lineal.

Es decir, puedo partir de lo

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