Ancianos y ancianatos

Ancianos y ancianatos

En los últimos 25 años la población adulta mayor ha aumentado de forma considerable a nivel nacional, esto de acuerdo con las cifras preliminares del Censo, la población adulta mayor ha incrementado considerablemente en comparación con 1993. Antes, "por cada 100 jóvenes apenas encontrábamos 13 adultos mayores, con edades superiores a 65 años, mientras que hoy por cada 100 menores de 15 años, encontramos 41 personas con una edad superior a los 65 años", según Juan Daniel Oviedo, director del Dane.

Estas personas de la tercera edad sufren deterioros físicos, mentales y espirituales ya que no se sienten productivas y si a esto le sumamos las condiciones económicas los hace buscar una alternativa para subsistir como los ancianatos.

Hay que reconocer e identificar los problemas y las necesidades de estos centros de ayuda.

Las actividades que las personas de la tercera edad puedan desarrollar en su diario vivir y ocupaciones son mu benéficas para ellos.

Como colaboración con los oficios, actividades físicas y entretenimiento, actividades religiosas las cuales participan voluntariamente las cuales obedecen a los programas que establece la institución para garantizar la recuperación de la capacidad activa de los ancianos y brindarles la oportunidad de expresar su propia creatividad.

Gloria Helena Ochoa; Beatriz Helena Gutiérrez; Antonio Ordoñez Plaja. (1993). Ancianos y Ancianatos. Santafé de Bogotá: Imprenta del Instituto Nacional de Salud.

Colombia no quiere a sus abuelos

Mientras algunos ancianos tienen donde  hay aproximadamente dos millones en Colombia otro que no lo tiene y se encuentran al margen de la seguridad social y precarias condiciones.

La soledad, falta de atención, abandono de sus familiares al llegar a ser adulto mayor y son internados en centros de bienestar social, Triste vejez Según cifras del Ministerio de Salud, el 87 por ciento de los ancianos carece de seguridad social; 41 por ciento vive en condiciones de miseria en áreas marginales de los centros urbanos; 42 por ciento no tiene ingresos y 39 por ciento ejerce oficios en hogares.

Pero lo peor está en que el 11 por ciento vive en tugurios y 35,5 por ciento es analfabeta, según el estudio de José Luis Diago Franco.

En Bogotá según un estudia revela que el personal que está en los ancianatos no están bien capacitados y los que llevan las consecuencias son los ancianos, de las 55 entidades que hay 30 presentan mala higiene y la alimentación no es buena y no cumple con los estándares requeridos para un adulto mayor.

Para el Superintendente Nacional de Salud, Oscar Emilio Guerra Morales, el proceso de evaluación que se hizo en Bogotá encontró que existe una problemática que se puede definir como maltrato al anciano.

Todos estos factores, más el incremento de la población anciana en los próximos 20 años (debido a la explosión demográfica que se registró de 1950 a 1965) y la disminución de las tasas de mortalidad, hará que en futuro la situación del anciano sea más grave que la actual en Colombia, en caso de que las políticas establecidas en la nueva Ley de Seguridad Social no sean ejecutadas.

José Fernando Hoyos E.. (27 Abril 1994). Colombia no quiere a sus ancianos. El Tiempo, 1.

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