ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Análisis de "el Hombre en el mundo" Lavalle


Enviado por   •  2 de Julio de 2013  •  Resúmenes  •  1.181 Palabras (5 Páginas)  •  438 Visitas

Página 1 de 5

INTRODUCCION

Para Comenzar, citando a Lavelle..” La persona se realiza en cuanto logra una encarnacion unificada del valor según los matices propios de su individualidad y de la cultura de la comunidad en que esta insertada”, e intentando comprender la actualidad de su axionomia para el problema de la formación y educación de la persona, se presenta la concepción propuesta por este autor y la escala de valores presentadas.

DESARROLLO

Los Valores como fines de la Educación

“La persona es un ser sujeto, abierto a valores”.

Valor es todo lo que me permite dar significado a la existencia humana, todo lo que me permite ser verdaderamente hombre. La Persona actúa y sirve por unos valores, es allí donde encuentra el sentido de su hogar y de su vida”.

LAVELLE considera la noción de valor inseparable de su jerarquización, y su clasificación es un intento de mediar entre la unidad fundamental del valor y la infinita diversidad de los valores particulares, establece la jerarquía de valores a partir de las diversas relaciones del hombre con el mundo. Además, esta relación la considera en un doble orden: objetivo y subjetivo. Combinando estos dos criterios se establece la siguiente tabla de valores:

1. Orden Objetivo: 2. Orden Subjetivo

• Valores Económicos. - Valores afectivos

• Valores Intelectuales. - Valores estéticos

• Valores Morales - Valores religiosos

Así también, el autor, distingue tres niveles principales de participación que corresponden a tres situaciones básicas del hombre con la relación al mundo: el hombre en el mundo, el hombre frente al mundo, el hombre sobre el mundo.

El primer nivel marca nuestra inscripción dentro del mundo y por tanto las condiciones de nuestra subsistencia en él. El hombre es allí más bien superado o abarcado por el mundo. Son los valores de lo corpóreo: “La participación supone, desde el comienzo, una suerte de referencia al universo del cual puede decirse que hay valores que deben ser definidos por relación a la sensibilidad y por relación al cuerpo, cuyo papel es precisamente el de inscribirnos en el universo y recibir de el todas las influencias”.

En un segundo momento el hombre se siente y se ve como parcialmente emancipado respecto a ese universo y se dirige a él para comprenderlo, contemplarlo y recrearlo. “El sujeto puede desprenderse de su propio interés individual y el lugar de juzgar el mundo por su relación con él, toma contemplación”. El hombre se halla situado frente a un horizonte que él mismo tiende a abarcar.

Finalmente, hay una tercera pareja de valores, en los que el sujeto no solo se separa de todo interés subjetivo e individual, sino también de la objetividad que lo solicitaba en los valores intelectuales y estéticos: él no la considera más que como un testimonio, un medio o un instrumento. El valor reside aquí en el espíritu mismo, en tanto que en nosotros mismos, nuestra voluntad individual acepta subordinarse a él.

Al parecer la clave de esta jerarquización reside en la relación sujeto-objeto que se va alterando en secuencia casi contrapuntística.

Mientras en los valores de la esfera “del hombre en el mundo” hay una primacía de lo subjetivo-individual, íntimamente ligado a lo corpóreo, en el nivel del “hombre frente al mundo” prima en cambio una cierta objetivación del mundo, de ambos aspectos en la vida espiritual.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (7 Kb)  
Leer 4 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com