Aproximaciones
mirthajaspe23 de Septiembre de 2013
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INTRODUCCION
La relación que el hombre ha sostenido con la naturaleza se ha visto diferenciada de acuerdo a los momentos históricos por los que ha pasado la Humanidad, en consecuencia, su actitud ante ella ha sido múltiple. Esto ha obedecido fundamentalmente a los cambios que el hombre ha tenido, tanto en su estructura individual como a la social y a su inserción en su particular medio ambiente, derivando en percepciones distintas, tanto de su espacio como de la vida en general.
Para Gutkind (Laurie 1983), la Humanidad ha transitado por cuatro momentos históricos referidos a esta relación: Temor, Respeto, Rompimiento y Reconciliación. Temor se encuentra desde los inicios de la Humanidad hasta la época antigua; Respeto, desde la era antigua hasta la premodernidad, pasando por la Edad Media; Rompimiento en la modernidad hasta mediados del siglo XX y Reconciliación desde los años 60's a la actualidad.
El abordaje teórico que se realizará comprenderá el enfoque critico de la mirada positiva – científica, la mirada del poder, entre otros, tratando de explicar los cambios que esto se ha llevado hasta esos momentos históricos, derivados de la percepción que de sí mismo tenía y de la vida. Así mismo, esta visualización será fundamental para la comprensión de las condiciones actuales de la relación del hombre con la sociedad y consigo mismo.
APROXIMACIÓN CRÍTICA Y SUS IMPLICACIONES
El enfoque critico de la mirada positivista/ científica. Se puede discutir que fue primero si la mirada positivista y la mirada científica.
Ambas miradas hasta se confunden y tiene que ver con la aplicación del método experimental al conocimiento de la realidad. O Sea la formulación de hipótesis, la verificación de las hipótesis y la elaboración de teorías descriptivas, explicativas o predictivas de la realidad.
Entre las críticas que se le hacen al positivismo está la incapacidad que posee el método de las ciencias físico-naturales para conocer sus objetos de estudio (la sociedad, el hombre, la cultura), los cuales poseerían propiedades como la intencionalidad, la auto-reflexividad y la creación de significado, que serían dejados de lado por la epistemología positivista.
La doctrina positivista presupone que el ser humano puede alcanzar la posibilidad de enunciados tan apegados a la objetividad que carezcan de toda mediación por parte de la mirada, el sujeto o el discurso.
ENFOQUE CRÍTICO DE LA MIRADA POSITIVA - CIENTÍFICA
La investigación educativa no es más que una recopilación de información para la posterior toma de decisiones, o una problemática que permite discernir un objeto teórico de estudio que se constituye en la vía de acceso para la producción del conocimiento nuevo.
Básicamente esto proviene de dos vertientes, una que se sostiene en la concepción de la ciencia positiva y otra en el espacio del cuestionamiento.
La investigación educativa recibe desde sus comienzos, la influencia de la ciencia positiva, la cual se expresa en dos aspectos:
1. La educación elevada a la calidad de ciencia considera los hechos educativos con iguales características que cualquier hecho científico: cualitativo, experimental y neutral por excelencia.
2. Se orienta principalmente al logro de la eficiencia del rendimiento Escolar, por lo tanto la necesidad de administrar y planear se hacen relevantes: planeación, administración y evaluación pasan a ser “problemas prioritarios de investigación”
La investigación desde esta orientación teórica metodológica, se sustenta en el control de los fenómenos: la experiencia y la verificación aseguran el rigor científico.
Enrique de la Garza Toledo advierte la necesidad de no identificar medición con objetividad, como tampoco considerar la medición como criterio de objetividad.
“Ni todo para ser científico tiene que ser medido, ni el criterio ultimo de verificación tiene que ser la medición (de la Garza, 19887), tengamos en cuenta que la medición se respalda en la hipótesis como una medición científica entre pensamiento y realidad, de manera de asegurar la mirada especular del fenómeno.
En la mirada positivista los datos preexisten al sujeto, que no tiene más que recolectarlos en su trabajo de campo. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que ese proceso sufre una serie de medicaciones: Ej. Las técnicas de la recolección.; la contaminación de la sensación por los pensamientos del investigador, la posibilidad de que la relación de conocimiento entre sujeto y experiencia sea una relación de transformación y no receptiva.
La estructura del método científico impone reglas de operación que no se armonizan con una realidad multifacético donde no es fácil separar lo permanente de lo contingente, por ejemplo:
De la Garza señala que el positivismo no puede dar cuenta de la verificación a través del dato empírico y propone asignarle a la verificación una tarea reconstructiva de la realidad.
Prigogine y Stenger (1997), sostienen que la experimentación científica entraña una relación de conceptos teóricos y observación, para la cual es necesario desarrollar toda una estrategia de los casos, no alcanza a satisfacer.
Conocer a que posiciones ideológicas responde el positivismo y de qué manera influye en la investigación educativa, es lo que verdaderamente importa.
De manera sobresaliente, esta doctrina repercute muy pronto en los procesos de la educación formal, ya que se desarrolló como una consecuencia natural del triunfo de las ciencias naturales, fundamentalmente orientado a la justificación del desarrollo, expansión y consolidación del capitalismo, la división del trabajo y la parcialización y segmentación del proceso productivo.
El enfoque positivista desarrolla los conceptos de eficiencia y eficacia que se expresan en una necesidad de planificación.
La investigación educativa se apoya en un enfoque de la educación (funcionalista, constructivista, positivista, etc.) y este determina la elección de los problemas y en método.
Desde la perspectiva positiva la educación podría considerarse como uno de los instrumentos de legitimación del Estado Moderno. En cuanto a cuestiones teóricas y mitológicas, en este sentido se encontrara en entredicho la libertad del investigador especialmente.
La administración de la investigación educativa, hay que reconocer, que representa un paso adelante en un país en “donde la política educativa se había hecho por intereses de poder o corazonadas, o en el peor de los casos, por simple sentido común (Pablo Latapi). Como consecuencia “predomino una investigación de carácter instrumental mas enfocada a la solución de los problemas urgentes que a la búsqueda de soluciones cualitativas más originales y profundas” (Latapi 1980). A pesar del tiempo transcurrido de ésta declaración, aún sigue en pié los Enfoques Positivista.
La investigación, no se concentra en el problema sino en las soluciones, en la mayoría de los casos, presionado por la urgencia de presentar productos útiles a la institución, desde el comienzo del proceso, el investigador las tiene en mente. No es el origen del problema lo que más interesa, sino las soluciones del problema. No se trata de problema sino de proyectos, aplicaciones, experimentos: soluciones y no investigación.
Las limitaciones obstruyen el autentico proceso de investigación, se sostiene en una a “priori”, la investigación que desde el comienzo cierra toda posibilidad de producir, construir, elaborar, resulta explicable el rechazo a todas las teorías y metodologías que no arrojan datos que permitan proponer soluciones a corto plazo.
Desde la perspectiva positiva, es muy comprensible, que los investigadores se sitúen en un nivel fenoménicos, quedándose a la mitad del camino en el proceso de investigación.
La microfísica fertiliza el terreno del nuevo espíritu científico. La noción de ciencia como saber cierto absoluto, inconmovible, es cuestionada epistemológicamente, lo que pone en tela de juicio todo su andamiaje experimental.
Desde hace más de medio siglo sabemos que ni la observación microfísica ni la cosmofísica, pueden separarse de su observador. Lo más grandes progresos de la ciencia contemporánea se han efectuado reintegrando al observador en la observación (Morin 1999).
Es natural que la transformación influya en el campo de la investigación educativa, sin embargo llama la atención que los maestros que están en contacto con dichas transformaciones, no modifiquen su percepción de la ciencia.
Es un proceso que tiene que ver con la vida profesional de quien la practica, que tiene su comienzo en la práctica y que regresa a ella mediante un proceso de observación, reflexión, interpretación que permite conocer determinada realidad para activarla, en vista de su transformación, partiendo del principio de que la misma (la realidad) no solo es producto sino que produce también posibilidades de concreción por medio de la acción.
La realidad no es inmutable cómo plantean los positivistas, sino dinámica, se aprende no solo por la razón. Simelman advierte sobre las limitaciones del conocimiento racional; también en el arte, los sueños, el cuerpo, la fantasía, la ilusión, se encuentran presentes esquemas cognoscitivos (Zemelman 1998); recordemos que la realidad es una totalidad en movimiento. Es lo indeterminado lo que no tiene fronteras y carece de figura, materia infinita que se mueve a sí misma, según E. Bloch (Zemelman 1998).
Lo importante es reconocer esa región
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