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Arquidiócesis. Diócesis sufragáneas

k3wito4 de Agosto de 2013

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Arquidiócesis

En la Iglesia católica de rito romano la archidiócesis o arquidiócesis (archi- y arqui- provienen del griego y significan 'ser el primero') es una diócesis con un rango superior a las convencionales. El título es un nombre honorífico y de él se deduce que el obispo titular sea denominado arzobispo. En las Iglesias orientales católicas, las arquidiócesis se denominan archieparquías.

Diócesis sufragáneas[editar]

La arquidiócesis suele presidir sobre un grupo de diócesis de una región, las cuales son conocidas como "sufragáneas", pero la incidencia del arzobispo en la vida de dichas diócesis es más de preeminencia que de injerencia, a menos que existan razones de fuerza mayor para ello como la imposibilidad de un obispo a regir la vida de su diócesis. No todas las archidiócesis tienen diócesis sufragáneas (por ejemplo, la Archidiócesis Castrense de España, no tiene porque no es una arquidiócesis territorial).

Razón de la elección del título[editar]

El título de "Archidiócesis" o "Arquidiócesis" lo da la Santa Sede y existen numerosas razones para ello. Las más importantes son:

1. La diócesis tiene una larga tradición histórica.

2. La diócesis tiene por territorio una importante región urbana de un país.

El pastor[editar]

Por lógica, el obispo recibe el título de arzobispo y éste constituye un cuerpo administrativo que dirige la labor eclesial de la archidiócesis. El arzobispo es nombrado sólo por elpapa y está bajo supervisión directa de éste (a diferencia de los obispos convencionales).

Abuso infantil

"El abuso de un niño despierta en nosotros una intensidad y

amplitud de emociones que está más allá de cualquier expresión

adecuada. Tal vez este crimen nos moviliza tan personalmente

debido a que recordamos lo que es alzar a nuestros propios hijos

por primera vez - el irresistible sentimiento de amor y de instinto

paternal más profundo de nutrir, enseñar y proteger. Es chocante,

casi inconcebible que alguien lastime a un niño. Es la última forma

de traición."

La sociedad se está uniendo, sublevándose en contra y desarraigando el abuso infantil. Una y otra vez, vemos

comunidades enteras movilizándose para buscar niños que se teme, hayan sido secuestrados y abusados. Cuando un

niño está en peligro se transforma en una noticia nacional.

Pero el abuso infantil no siempre fue tema de informes en los medios nacionales. Esta maldad acechaba en las

sombras, casi invisible, generalmente no mencionada. Sin embargo, aún antes de que el tema saliera a la luz en

Estados Unidos, Gordon B. Hinckley, Presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos, públicamente

denunció el abuso infantil como una terrible maldad. A comienzos de la década de los 80, él captó nuestros

pensamientos y sentimientos cuando dijo en la transmisión de una conferencia mundial: "Estoy satisfecho de que haya

una creciente sensibilidad pública acerca de esta maldad insidiosa. La explotación de niños%u2026 para satisfacer

deseos sádicos es un pecado del más oscuro matiz."

¿Qué otra posición podría tomar la Iglesia

El tema llega al corazón de la doctrina de la misma. Los niños pequeños son inocentes y preciosos a la vista de Dios.

Jesucristo experimentó algunos de Sus momentos más tiernos con los niños y reservó Su lenguaje más fuerte para

quienes abusen de ellos. "A cualquiera que haga caer en pecado a uno de estos pequeños que creen en mí, más le

valdría que lo hundieran en lo profundo del mar con una gran piedra de molino atada al cuello." (Mateo 18:6). Es más, la

familia es el núcleo de la Iglesia. Los niños asisten a sus reuniones con sus padres. La práctica de la Iglesia incluye una

noche familiar semanal, en la cual otros intereses son dejados de lado para que se puedan edificar fuertes relaciones

familiares. En la familia, los padres se fortalecen el uno al otro para amar y proteger a sus hijos proveyendo un ambiente

en el que los niños puedan crecer y desarrollarse en una atmósfera de amor y apoyo. La Iglesia provee un lugar de

reunión para el objetivo familiar de criar a sus hijos con valores espirituales. Ambas instituciones, la Iglesia y la familia

tienen el interés más elevado en el bienestar de los niños.

En este documento, el tema del abuso infantil es desarrollado desde la perspectiva de La Iglesia de Jesucristo de los

Santos de los Últimos Días. ¿Qué se hace para desalentarlo

¿Qué hace la Iglesia por las víctimas

¿Han existido casos judiciales y acuerdos

Y si es así ¿por qué

¿Cómo trata la Iglesia a aquellos que abusen de niños

¿Cómo difieren las experiencias de esta iglesia, de otras organizaciones religiosas y seculares, y cuáles son las

similitudes

Tales temas son explorados en estas páginas.

Protegiendo a los niños

El rol de la Iglesia en la guerra de la comunidad contra la maldad del abuso es aprender lo que podamos, lidiar con el

problema tal como existe, y compartir nuestras experiencias con otros que estén igualmente motivados.

¿Quiénes constituyen el clero

Página 1/6La Iglesia tiene un clero sin salario. Los líderes de las congregaciones en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los

Últimos Días son llamados obispos. Estos son seleccionados de entre la membrecía local para servir como voluntarios

durante unos cinco años. La mayoría de ellos ha vivido en la comunidad durante mucho tiempo y considera a los

miembros de su congregación como amigos personales y vecinos. Y la mayoría de los obispos tienen hijos propios, a

menudo jóvenes, que asisten a la iglesia y participan en sus actividades. Por lo tanto los obispos ya están fuertemente

involucrados en la seguridad y el bienestar de su comunidad eclesiástica. Cuando un abusador de niños amenaza la

seguridad de sus congregaciones, los obispos no tienen ningún incentivo, ya sea financiero o de otro tipo, para hacer

otra cosa que no sea proteger a su familia eclesiástica tal como protegería a la suya propia.

Los obispos no reciben salarios o recompensa financiera de ningún tipo. Tampoco son miembros aislados del clero. No

existe una orden clerical especial a la que ellos pertenezcan dentro de la Iglesia. Los obispos Santos de los Últimos Días

viven en la comunidad y trabajan en sus ocupaciones normales tal como cualquier otra persona. Debido a que

administran los requerimientos de su oficio de obispo mayormente durante las noches y los fines de semana, pueden

solamente cumplir esto recurriendo a la mayor cantidad posible de miembros de su congregación para ayudarles.

El obispo podría ser un docente, doctor u hombre de negocios. Para ayudarlo, se le podría pedir a un bibliotecario que

enseñe una clase de escuela dominical a chicos de seis años de edad. Una farmacéutica podría estar a cargo de la

organización de los niños en edades de tres a once años. Estos llamamientos son temporales y cambian

frecuentemente, pero se espera que todos los que sirvan por invitación del obispo, vivan los preceptos de su religión, en

el núcleo de la cual se encuentra el respeto por la familia y, naturalmente, por los niños.

¿Qué hay en un nombre

Hay otra dimensión importante del ministerio laico de la Iglesia que es vital que comprendan los abogados, periodistas y

otros interesados en el tema del abuso infantil.

Virtualmente todos los miembros activos de una congregación de Santos de los Últimos Días ocupan alguna posición de

responsabilidad a fin de ayudar al obispo en el cumplimiento de su tarea. En el caso de hombres y jóvenes dignos a

partir de los doce años de edad, todos forman parte del sacerdocio de la Iglesia. Típicamente un joven de doce años de

edad que asista regularmente a la Iglesia es ordenado diácono. A los catorce, el será un maestro, y a los dieciséis, un

presbítero. La mayoría de los hombres adultos son ordenados élderes o sumos sacerdotes. Sin embargo, el sólo hecho

de ser ordenado al sacerdocio y de poseer el título de presbítero, elder o sumo sacerdote, no le concede ninguna

autoridad a una persona en la congregación ni lo transforma en un líder. Los otros miembros de la Iglesia no lo

consideran con algún tipo de reverencia o admiración especial. De hecho, aún si un hombre cesa de tener contacto con

la Iglesia, continúa siendo un elder o sumo sacerdote mientras siga siendo miembro de la Iglesia.

Ocasionalmente, aparecen noticias en los diarios con titulares tales como "Líder mormón acusado de abuso infantil."

Algunos abogados litigantes están al tanto de que si utilizan designaciones tales como "sumos sacerdotes", parece como

si alguien con gran autoridad hubiera quebrado la ley, incrementando de este modo el valor del impacto hacia los

jurados y los medios de difusión. Tal afirmación es falsa.

Involucrando a los miembros para detener el abuso infantil

Una congregación de Santos de los Últimos Días es como una gran familia, un grupo de personas trabajando juntas con

una actitud de apoyo mutuo. La Iglesia ha animado

...

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