Arte Contemporáneo

Esta exposición se centra en la manifestación del arte romántico como elemento del espíritu moderno. La pintura romántica se presenta como una oposición a la pintura neoclásica de finales del XVIII, el término romántico surgió en Inglaterra durante el siglo XVII para hacer referencia a las novelas luego este se adapta a las artes plásticas en contraposición al neoclasicismo. Este periodo romántico en la pintura tiene una duración de cien años se da desde 1770 hasta 1870 aproximadamente y su desarrollo se divide en tres periodos, el prerromanticismo (1770-1820), romanticismo pictórico (1820-1850 aprox), y la tradición post-romántica.

El romanticismo centra su interés en la exaltación de la imaginación dando paso a la sensibilidad y a las pasiones donde el sentimiento es superior a la razón, así los pintores se dedican a trabajar según su imaginación y logran expresar ideas y sentimientos generando una oposición a la ilustración donde se entiende a la humanidad desde una postura de control al estar por encima de todas las cosas, esta mirada toma un giro contrario y ahora el orden natural se encuentra por encima de la voluntad de todo ser humano, este cambio en el pensamiento genera en los artistas románticos un interés por representar lo sublime.

En esta exposición del arte romántico como primera manifestación artística del arte moderno se exponen “Los Caprichos” de Francisco Goya, este artista español es considerado como el precursor de este movimiento moderno. Los Caprichos, la primera de sus grandes series nos permiten por medio de sus obras hacernos a una idea de momentos, ideales y generalidades históricas de la época, nos refleja por medio de estas las características del ser humano como agente perteneciente a un núcleo social en decadencia. Sus obras son el resultado de una fuerte percepción y sensibilización moral en relación al mundo que rodeaba al artista.

En las obras que se exponen en el MAMBO se puede apreciar que aparece la muerte, pesimismo, decadencia moral y por ende social, Las emociones, sentimientos y momentos son aspectos que nos permiten entender o hacernos a una idea acerca de una sociedad, este es el caso de Goya donde su interés se centra en el hombre así esa composición que se genera desde lo que el artista percibe con la mezcla de lo que este siente para llegar a la finalidad de una fuerte e intensa expresión con aire critico. Goya presenta en sus obras una particularidad expresiva pues utiliza el realismo el cual cambia y deforma para evidenciar un cierto desprecio, que logra generar una especie de aire trágico en la obra.

Los Caprichos se caracterizan por que se vincula ideológicamente al pensamiento racionalista, esta evidencia la toma de conciencia de la naturaleza no mimética del arte y del desplazamiento de la imitación por la imaginación. Cada una de sus obras presenta esa inmersión en la esencia de la realidad la cual se analiza y examinan con un lenguaje innovador, las técnicas que Goya utiliza evita la talla dulce la cual es asociada al buril, recurriendo a procedimientos pictóricos de grabado calcográfico con técnicas de agua fuerte, agua tinta y aguada para obtener cualidades pictóricas. Los trazos logran ser percibidos como una especie de expresión viva de dolor frente a la injusticia, ignorancia, explotación y problemáticas sociales que se conectan con la corrupción de poder de los gobernantes, las intensas luces, violentas sombras, efectos de claro oscuro presentan una alta fuerza dramática que plantea un lenguaje propio de lata expresividad.

Es relevante para entender la trascendencia del trazo y de la obra profundizar en las técnicas empleadas para comprender con que finalidad se utilizaba cada técnica y en que consistía cada una de ellas, la técnica de Aguafuerte consistía en dibujar con una punta

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