Articulo "Los partidos políticos del Siglo XXI"

El siguiente texto tiene como objetivo fundar un análisis del rol de los partidos políticos en la actualidad, teniendo en cuenta los textos provistos por la materia y un artículo de Humberto Roggero llamado “Los partidos políticos en la Argentina del siglo XXI”, extraído del diario La Nación. En primer lugar, se llevará a cabo una presentación teórica; luego, se procederá a realizar una puesta en común con el artículo; y, por último, se realizará un breve análisis a modo de conclusión.

Haciendo uso del texto de Gustavo D. González, es posible establecer de diversas maneras la definición de un partido político. Infinidad de autores debatieron al respecto, dando su punto de vista sobre cuál debía ser la indicada.

La definición que esboza el autor de “Partido y Sistemas de Partidos” tiende a pensar a los partidos como instrumentos de representación de los actores sociales en el sistema político, para intentar influir en el Estado. A su vez, estos cumplen una serie de funciones, enumeradas a continuación.

En primer lugar, poseen la facultad para seleccionar los candidatos para que sean elegidos por el pueblo como sus representantes. Con respecto a la segunda tarea, los partidos políticos deben analizar las necesidades de los representados para elevarlos a los diferentes poderes del Estado o simplemente implantarlas en la discusión pública. Otra función que deben desempeñar tiene como objetivo instruir ideológicamente a la población en general, tanto a los que forman parte del partido como a los que no. La siguiente tarea trae aparejada la instauración, por parte de los partidos, de una corriente ideológica institucionalizada que trascienda a las personas que la componen y a sus líderes. Sin embargo, la función más importante es la captación de votos. Teniendo en cuenta esto, en el diario La Nación, Roggero provee un análisis de la política actual donde critica la aplicación de estrategias con el fin de cumplir con la última función.

En su artículo, Gustavo Roggero explica la transformación que se produjo en la forma de hacer política. Plantea un escenario plenamente desfavorable (“la política de la simulación”) donde “no se plantea la construcción y consolidación de cuadros políticos, ni se definen estrategias a largo plazo”. El autor insiste en el acrecentamiento de la demagogia en relación al desarrollo ideológico y su exposición por parte de los partidos políticos. Es posible relacionar esta idea con la dominación carismática que expuso Weber en Economía y Sociedad. En este caso, la legitimidad descansa en la capacidad del dominante, al atraer a las personas con un discurso carismático pero falto de contenido argumentativo. Y este proceso, explica Roggero, “conduce a la personalización de la política”.

Entonces, es posible establecer un paralelismo entre la definición de partidos políticos de Anthony Downs y el pensamiento

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