Aspectos básicos de la bioética para el desarrollo

Aspectos básicos de la bioética para el desarrollo

Benigna Ortega

Octubre 2019

Universidad bicentenaria de aragua

Escuela de psicología

Ética del psicólogo

Sumergirse en el estudio de la ética y la psicología resulta un aspecto que está constituido por muchas aristas, las cuales  llevan a la reflexión acerca de ¿por qué son importantes los derechos Humanos? ¿Cuál es el fin último de la ética?  Desde  los inicios  de nuestras vidas se nos ha inculcado valores, los cuales  son importantes para  el desenvolvimiento en sociedad llámese familia o comunidad, por lo tanto,  podría suponerse que la ética es la maestría de saber vivir y se comprende así porque la misma está implícita en la condición humana, sirviendo de base para la toma de decisiones que beneficien o no la existencia del hombre. En este ensayo se analizará la declaración universal de los derechos humanos, discapacidad, derechos sexuales y reproductivos, haciendo una definición de la ética y sus principios básicos, las consideraciones básicas de la ética del psicólogo y la importancia de las normas éticas según la APA.

Declaración universal de los derechos humanos, discapacidad, derechos sexuales y reproductivos

El hombre como ser social siempre ha buscado su independencia y emancipación, por conducto de  escritos, declaraciones, argumentos  y hasta la guerra, como seres racionales continuamente se adoptan comportamientos que son resultados de un motivo intrínseco, el cual puede que sea consciente o no.  Los Derechos Humanos (DD.HH)  deben ser concebidos como una condición  que posee todos los seres humanos, por consiguiente, su disfrute se establece  en la dignidad humana. Siguiendo a Gil (2001) los DD.HH  son un propósito de la razón, que se convierte en una quimera ética, la cual  esperamos se convierta en realidad.

La declaración de los derechos Humanos en su artículo 1 dice: “Todos los seres humanos nacen libre e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros “(s/n). Por lo  tanto el hombre, goza de  todos los derechos  sin importar su raza, sexo, credo o preferencia política. Como  ser emancipado no podrá ser sometido a esclavitud o cualquier tipo de opresión, reconociéndole su  individualidad jurídica en cualquier ámbito de tipo legal, teniendo derecho a ser escuchado administrándosele  justicia de forma imparcial, presumiéndose su inocencia  hasta que se demuestre lo contrario.

Por otra parte, el hombre tiene derecho a una vida privada, aspecto que es importante desarrollar sobre todo para la protección de la familia, así mismo, tiene libertad para escoger donde y con quien vivir, respetándoseles su nacionalidad y su decisión  o consentimiento para contraer nupcias,  constituyéndose así, el elemento  natural y fundamental de la  sociedad: la familia. Por consiguiente, todo hombre o mujer podrá expresar sus ideas, respetándosele su libertad de opinión, tiene derecho a la reunión pacifica, ejerciendo la voluntad popular para fundamentar la jurisdicción del poder público, por conducto,  del ejercicio del sufragio garantizándosele, su derecho al voto, de la misma forma, como integrante de una sociedad posee el derecho a la seguridad social y a la ejecución de todas sus facultades  sociales, económicas y culturales.

Como se ha afirmado en los párrafos anteriores, los DD.HH, facilitan en el individuo una vida pletórica, basada en el desarrollo  de la personalidad, por conducto de la educación que es gratuita y obligatoria, enriqueciéndose la tolerancia, la paz y el respeto entre sus pares y con los integrantes de su comunidad, así como, con sus compatriotas. Para  quien escribe, los DD.HH deben ser  ejercidos a plenitud, independientemente de  la postura política de sus gobernantes, hay que recordar que somos personas libres, pensantes, pletórica de atributos esenciales en todos los hombres y mujeres, los cuales son inviolables y no hacen diferenciación de nacionalidad, raza, sexo, lugar de residencia, edad, partido político, pues estos son universales, indivisibles e interdependientes.

En la actualidad, se observa como el hombre ha cambiado el trato hacia las otras personas, esta diferencia que nos caracteriza en algún momento de la historia humana ha  sido vista desde diferentes perspectivas. Anteriormente tener un hijo o un familiar con una discapacidad era visto como un castigo de Dios, dependiente y necesitado de atención.  Haciendo retrospectiva  se evidencia como el concepto se ha desarrollado desde “imbécil, idiota, retardado” hasta “personas especiales, limitados, discapacitado”, etcétera,  hasta llegar a  la actualidad con una concepción dinámica de las Personas con Discapacidad, clasificándose su condición  en impedimentos físico, discapacidad sensorial (vista-olfato y habla) y psíquica esta última relacionada con la discapacidad intelectual y los trastornos mentales.

El término discapacidad es concebido como una condición compleja del ser humano conformada por factores biopsicosociales  en los cuales se observa restricciones de tipo temporal o permanente de las capacidades sensoriales, motoras o intelectuales, evidenciándose esto en la dificultad para  distinguir, trasladarse, ver u oír, que restringen el pleno ejercicio de sus derechos, su vinculación social y el disfrute de una  buena calidad de vida. Ninguna persona con discapacidad podrá ser víctima de hechos discriminatorios o desatención por parte de sus familiares, pues estos, están en la obligación, de proteger, cuidar, alimentar, proveer vivienda a sus familiares que posean una condición y por lo tanto  no puedan valerse por sí mismas. Toda persona con discapacidad tendrá derecho a la salud, asistencia a un centro educativo para beneficiarse de la educación, formación o capacitación.

En otro de ideas, los derechos sexuales y reproductivos  se usan para  distinguir al cúmulo de derechos humanos que se relacionan con la salud reproductiva y la reproducción humana, aunque estos  derechos no estén explícito en las  diversas declaraciones o leyes de ámbito internacional,  gran variedad de ellos se encuentran inmersos de una manera implícita, por lo tanto, se puede asegurar, que  están  contemplados internacionalmente y son legalmente vinculantes.   Por  consiguiente, los derechos sexuales y reproductivos del hombre, son  la consecuencia de la ejecución de los derechos civiles, culturales, sociales y políticos, evidenciándose esto  en la obtención de  información  específica referida a este tema, recibir asistencia médica  relacionada con la salud sexual y reproductiva, manejando de una manera asertiva la concepción y la contracepción, la elección de pareja y la cantidad de hijos a tener.

El poder  ejercer el control respecto a la sexualidad, implica tomar decisiones de forma responsable y libre de presiones, segregación y  fanatismo, permitiendo tanto al hombre como  a la mujer gobernar su cuerpo adaptando su  sexualidad a sus ideas e intereses, asumiendo responsabilidad por las acciones cometidas. Desde sus inicios, los derechos sexuales y reproductivos, va más allá que al derecho de consumir anticonceptivos o al aborto, no solo abarca a la mujer sino también,  a las parejas, familias, adolescentes y hacen vida en común con otros derechos. Sin embargo, la desinformación acerca de  los mismos da un carácter débil desde el punto de vista jurídico, pues no se tiene claro las responsabilidades que se deben asumir, concomitante al hecho, de que no existen tribunales a nivel internacional a los cuales solicitar justicia en caso de la transgresión  de alguno de estos derechos.

La ética y sus principios básicos

El ejercicio de la psicología, desde una perspectiva científica o como servicio de salud está fundamentado en dos pilares  primordiales. El primero compuesto por los conocimientos y   constructos teóricos que forman parte del especialista, los cuales son el resultado del estudio, investigación y aprendizaje que ha desarrollado el psicólogo  y el segundo está representado por la ética evidenciada  en las labores que se ejecutan para dar respuestas a las necesidades de los pacientes. Resulta  ventajoso definir conceptos fundamentales como ética y moral. La ética es una rama de la filosofía que estudia a la moral y los deberes del hombre, por otro lado, la moral es una ciencia que abarca el conocimiento del bien general y de los hechos humanos tomando en cuenta su bondad o malicia, por lo tanto, se  puede concluir que la moral es el motivo de estudio de la ética.

La ética se fundamenta en los valores, siguiendo a Suazo (2002)  “Un valor es todo aquello que las personas percibimos con un grado de significancia” (p.4), por consiguiente, son los principios, preceptos, o normas que rigen la conducta, los mismos  contienen una dualidad: son objetivos y subjetivos, dependiendo del nivel o la ubicación del mismo en el escalafón axiológico de las personas. Los principios básicos  en donde se sustenta la ética son muchos, sin embargo, se pueden ubicar los más importantes tales como: compromiso: relacionado con la no imposición de sus juicios personales, morales, políticos, tomando en cuenta los intereses del consultante, así mismo, se encuentra el respeto condición que conlleva a percibir, revelar y aceptar los valores que posee el consultante en la enfermedad y la salud, el secreto profesional: bastión  fundamental de la ética y de la relación paciente-psicólogo.

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