BANCO DEL ESTADO DE CHILE Y SU ROL SOCIAL

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Estudio de caso:

BANCO DEL ESTADO DE CHILE Y SU ROL SOCIAL

(Elaborado por: Pedro Arellano Gramunt, Académico de la Universidad De Las Américas)

Se vive el 30 de abril 2021

1. EL ESCENARIO ACTUAL

Desde octubre de 2019 a la fecha Chile ha debido enfrentar tiempos muy difíciles. Nuestro país ha enfrentado un estallido social que se inició el 18 de octubre de 2019, extendiéndose a todo el territorio nacional, acompañado del incremento explosivo de una delincuencia extrema que dañó la infraestructura pública y privada del país, con costos tremendamente elevados. Las pequeñas y medianas empresas fueron puestas de rodillas y las que no han podido recuperarse, han desaparecido.

Desde el mes de marzo de 2020, la pandemia del COVID19 ha afectado de manera sistémica a la efectividad las redes públicas y privadas de salud, a la economía en todas sus dimensiones, al trabajo, a la seguridad, al deporte, a la educación, con efectos que se pueden observar no solo en el desempeño de los organismos públicos y privados, sino que también en la vida diaria de las familias, las que han visto alteradas sus relaciones familiares y sociales fruto de las sucesivas cuarentenas y el confinamiento prolongado.

El desempleo, la contracción de la actividad económica, el aumento de la morosidad de las empresas y personas han alcanzado tasas preocupantes. El PIB continúa a la baja alcanzando -14,1% en el segundo trimestre de 2020, impulsado por un inédito desplome de 22% en el consumo (El Mercurio, CB de 19-08-2020).

En este escenario, el Estado ha ido implementando, progresivamente, medidas de orden económico y social destinadas a hacer frente la pandemia. Una de las primeras fue el cierre de las fronteras terrestres, aéreas y marítimas el 18 de marzo, restringiendo severamente el libre tránsito de personas y bienes.

Luego, el 6 de abril entró en vigor la Ley de Protección del Empleo, la que busca beneficiar a más de 4 millones de personas y de esta manera, “proteger los ingresos y la relación laboral de los trabajadores cuando los actos de la autoridad, como cuarentenas o cierres de empresas, impidan al trabajador prestar sus servicios” (www.elmosrador.cl)

De la misma manera, se implementó el Ingreso Familiar de Emergencia, subsidio que busca ir en ayuda de 4,5 millones de personas cuyos hogares se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad (El Mercurio, CB de 23-04-2020). También se implementó el Fondo de Garantía Para Pequeños Empresarios FOGAPE, licitado por el gobierno para otorgar créditos COVID a empresas con ventas anuales menores de 100 mil UF (El Mercurio, CB de 29-04-2020). Luego, ante sucesivas demandas para cubrir parte de las necesidades de la clase media el Estado implementó el Bono Para la Clase Media, movilizando recursos en torno a los US$ 2.000 millones y un préstamo solidario con tasa real de 0% (El Mercurio, CB de 15-07-2020).

Adicionalmente, el gobierno ha detallado un plan de inversión para reactivar la economía, considerando 2.544 proyectos con foco en la infraestructura y vivienda, por un monto de US$ 34.000 millones, previendo la creación de 250.000 empleos complementado por un programa de subsidios a la contratación por US$2.000 millones, buscando beneficiar hasta 1 millón de trabajadores (El Mercurio, CB de 17-08-2020).

Por otra parte, por iniciativa del poder legislativo, se aprobó la enmienda constitucional y la ley que autoriza el retiro de hasta el 10% de los fondos de pensiones en beneficio de los afiliados a las AFP (El Mercurio, CB de 24-07-2020). Posteriormente, se concretó el retiro de un segundo 10% y actualmente el Congreso ha aprobado un proyecto de ley que permite un tercer retiro de 10% de los fondos de pensiones y que ha sido cuestionado

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por el Ejecutivo, pero que, ante la posición favorable planteada por el Tribunal Constitucional, se ha visto en

la obligación de asumir su promulgación.

Al mismo tiempo, cabe señalar que la autoridad sanitaria y los establecimientos de la Red Integrada de Salud, han realizado grandes esfuerzos por atender a la población contagiada y concretar, al mismo tiempo, una campaña de vacunación ejemplar que ha situado a Chile en el segundo lugar mundial de velocidad de vacunación de su población superando a potencias desarrolladas como EE. UU. y los países de la UE. Esto en un contexto marcado por la segunda ola de contagios de COVID19.

Ante la complejidad y gravedad del actual escenario, el Gobierno, respaldado por el Congreso, ha prolongado el Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe hasta el 30 de junio 2021 (www.senado.cl, 10-03-2021). Permitiendo, entre otros aspectos, extender los beneficios sociales implementados durante el año 2020.

A pesar de lo ocurrido, no todo es catástrofe, la pandemia ha posibilitado oportunidades de desarrollo y la creatividad humana. En ese sentido, sectores como los supermercados, multitiendas, comercialización de productos de higiene y cuidado personal, entre otros, han aprovechado convenientemente las posibilidades que se abren con el e-commerce. Las firmas de reparto (delivery) han visto incrementada su actividad, posibilitando la sobrevivencia de muchos negocios, como vino y licores, la restauración, las chocolaterías, panaderías, pequeñas boutiques, entre otros.

Se ha asistido a un impulso sin precedentes al desarrollo de la telemedicina, el teletrabajo, la educación a distancia y la I+D para la fabricación de ventiladores mecánicos e implementos de seguridad sanitaria y los esfuerzos desarrollados por los laboratorios internacionales para desarrollar una vacuna contra el COVID19 han dado sus frutos.

1. LA INDUSTRIA FINANCIERA NACIONAL1

La Banca Chilena es una industria sólida y reconocida. Los indicadores financieros y patrimoniales del sistema bancario han sido históricamente positivos, al igual que las utilidades, el nivel tecnológico y la calidad de los servicios. El informe de estabilidad financiera del Fondo Monetario Internacional (FMI) la ubicaba en 2016 a la cabeza de las naciones emergentes, en el lugar 21 entre 60 países. De un máximo de 100 puntos, Chile obtuvo 56.5, cifra que ha venido aumentando desde 50.6 en 2001.

Por su parte, la empresa internacional de clasificación de riesgo Standard & Pooor’s (S&P), antes del estallido social, señaló que la solvencia del sistema financiero chileno ha seguido consolidándose en el contexto de América Latina y que ni siquiera las recurrentes crisis políticas y económicas que han afectado a distintos países de la región han logrado traerle problemas. Su positiva evolución se fundamenta en que Chile muestra un marco legal estable, disciplina fiscal y la cartera de clientes con menor riesgo de la región. Este escenario positivo no significa que la industria esté libre de desafíos.

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