Bandas juveniles y menores delincuentes
sergiofullur1988Documentos de Investigación12 de Diciembre de 2017
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BANDAS JUVENILES Y MENORES DELINCUENTES
Sergio Caballero Castelló
Introducción a la Criminología, Grupo Online 3
Profesora: Ana Cerezo. Dpto. Psicología de la Salud. Área de Personalidad, Evaluación y Tratamientos psicológicos
Fecha de entrega: 10 de Diciembre de 2017
ÍNDICE
Portada ..................................................................................................... Página 1
Índice ..................................................................................................... Página 2
Introducción ..................................................................................................... Página 3
1. Violencia y delincuencia juvenil. Teorías criminológicas .............................. Página 3 y 4
2. Causas de la inadaptación de los menores ...................................................... Página 4 y 5
3. Tipología menores infractores ….......................................................................... Página 5
4. La delincuencia como proceso de inadaptación social …...................................... Página 5
5. La infracción del menor. Modelo de responsabilidad …...................................... Página [5-7]
6. Características y tipología de menores infractores …...................................... Página [7-9]
6.1. Características personales
6.2. Relaciones interpersonales
6.3. Diferentes contextos de relación
6.4. Estilos educativos de los padres y grupo de iguales
Conclusiones …............................................................................................................. Página 9
Bibliografía …............................................................................................................. Página 9 y 10
INTRODUCCIÓN
Este trabajo versa sobre la delincuencia juvenil, los motivos que llevan a los jóvenes hacia tal práctica y cómo se hace necesario abordar el tema para prevenirlo. Además, se tratará el sistema de justicia de menores y otros aspectos relevantes para discernir las conclusiones pertinentes.
Estos menores, en la actualidad, se definen como menores infractores, subrayando el carácter temporal de la conducta delictiva. Se ha generado, en la sociedad actual, una sensación de inseguridad creciente vinculada a la dominación que generan los riesgos latentes (risk society). Por ello, se ha hecho necesaria una reacción para predecir y prevenir los motivos que desencadenan dichas conductas delictivas, y una revisión a la justicia de menores española y a las nuevas tendencias penales.
Toda la información recopilada procede de fuentes de información documentales y bibliográficas, se ha obtenido con ayuda del buscador especializado Google Academy, la base de datos Dialnet y el catálogo sobre obras de consulta de la BUA (Biblioteca de la Universidad de Alicante) para obtener un primer acercamiento al tema. Toda la información ha sido seleccionada en base a su autoría, actualidad, el propósito investigador del trabajo y los contenidos especializados en la materia en cuestión.
1. VIOLENCIA Y DELINCUENCIA JUVENIL. TEORÍAS CRIMINOLÓGICAS.
Son muy variadas las teorías acerca de los motivos por los que se produce la delincuencia, la más antigua arranca a finales del S.XVII como necesidad del orden social (escuela criminológica clásica) cuyo argumento reside en la existencia de una ley que no se puede supeditar al libre albedrío del poder que gobierna. Rechazan las injusticias y la aplicación arbitraria de la ley por parte de la justicia. Por tanto, la ley es igual para todos y no hay que tener en cuenta las causas o interpretaciones que los jueces puedan hacer (Becaria, 1968).
La escuela neoclásica o positivista critica esta visión estática, subrayando que sí hay que tener en cuenta las causas, circunstancias y condiciones que determinan la transgresión de la ley. Hay que ahondar en la herencia, en el ambiente y en las causas penales. Se contempla al delincuente más como una víctima que como un culpable. Son los técnicos y especialistas los que determinan la gravedad del acto (Leo, 1990).
La escuela Chicago basa su investigación en un enfoque determinista. Analiza determinadas zonas urbanas deprimidas y llegan a la conclusión de que la delincuencia está en relación con la existencia de una serie de factores físicos y geográficos.
La escuela estructural-funcionalista se conoce por su teoría sociológica de la interacción. Subraya el continuo envejecimiento de las estructuras institucionales que provocan conflictos. Destacan la existencia de desigualdades en las clases sociales que originan marginación social. La raíz de la delincuencia juvenil reside en el factor “frustración”. “La delincuencia no es problema de un individuo sino de la expresión colectiva de los problemas de una determinada comunidad” (Cohen, 1963).
La escuela naturalista centra su estudio en la atribución de etiquetas o roles. Se elabora una nueva concepción de la criminología. Las causas de la delincuencia están en la representación que, todos los actos como los sujetos que los cometen, tienen de cara a la sociedad. Es la sociedad la que, a través de un proceso de estigmatización y de un conjunto de estereotipos, hace que los menores se automarginen o se excluyan de la sociedad. Este proceso lo define Becker como “carrera delictiva”. Matza (1976) expone que los menores se convierten en delincuentes a través de los procesos de afinidad, filiación y significación. Realiza una fuerte crítica a las medidas correctivas, la visión etiológica de la delincuencia y propugna que se haga una revisión profunda de los hechos.
La escuela marxista establece que los comportamientos desadaptados y delictivos emanan de la lucha de clases. Las normas sociales son establecidas por la clase dominante que subyugan a la clase proletaria. La violación de las normas es un modo de contradecir al capitalismo y su represión. Además, añade que el capitalismo legitima la delincuencia de “cuello blanco” (Bandini, 1972).
En la actualidad, autores como Segovia (1995) y González (1995) defienden una teoría basada en la intervención integradora (González, 1995a). Se debe prevenir la aparición de conductas desadaptadas. Se trata de promover una intervención preventiva con una doble direccionalidad: una educación preventiva y una prevención educativa. Esta intervención se debe realizar en el mismo lugar donde se originan los comportamientos.
En conclusión, las reacciones sociales están ejerciendo una influencia negativa que cambiaría si todos asumiéramos que tenemos una parte de transgresores y, al mismo tiempo, que nadie es delincuente del todo. Esto conduciría a contemplar a los menores, no sólo como sujetos transgresores, sino como víctimas sociales derivadas de nuestra falta de preocupación y solidaridad.
2. CAUSAS DE LA INADAPTACIÓN DE LOS MENORES.
Al hablar de menores inadaptados, teniendo en cuenta los factores que han provocado esa falta de adaptación, hay que decir más bien que son víctimas. Víctimas de una situación socio-familiar injusta, de una sociedad que los han privado de lo esencial o que los han marginado de un proceso normal de socialización (Gil, 2002).
Para Funes (1996), el menor inadaptado es más bien un excluido o marginal, ya que es un individuo en el que ha fracasado el proceso de adquisición de pautas de comportamiento socialmente aceptada. El mismo enumera una serie de situaciones que provocan la exclusión del menor: 1) Vivir, crecer y madurar en condiciones difíciles. 2) Estar especialmente afectado por la crisis de sistemas de sociabilidad. 3) Menores con una historia problemática con la institución escolar. 4) Vivir un momento evolutivo difícil o conflictivo. 5) Padecer alguna problemática que agudice las situaciones. 6) Recibir una respuesta problemática o marginadora del conjunto de sistemas sociales que los atiende.
3. TIPOLOGÍA MENORES INFRACTORES.
Según datos facilitados por el Instituto del Menor y de la Familia, son los menores entre 16 y 17 años quienes protagonizan los delitos más graves, si bien están surgiendo casos de niños de 13 años que cometen delitos cualitativos (Instituto del Menor y de la Familia, 2013). En el mismo informe se señala que el aumento de la delincuencia juvenil se debe a una nueva realidad social en la que las familias no transmiten valores, y afirma que la mejor herencia es una buena educación.
Un nuevo fenómeno social y cultural se está imponiendo en nuestras ciudades: el fenómeno de la inmigración. Especial atención merece el fenómeno insurgente de las maras juveniles, formadas por menores inmigrantes no acompañados: los MINA.
4. LA DELINCUENCIA COMO PROCESO DE INADAPTACIÓN SOCIAL.
Del mismo modo que el niño es educado según las normas socioculturales del ambiente que lo rodea, el aprendizaje social se va a iniciar con la imitación de conductas cercanas a él (Segovia, 1995). Las conductas imitadas se refuerzan
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