Barrios Progresivos

Barrios Progresivos

Todo ser humano tiene necesidad de alimento, vestimenta y de albergue, esta última es sin duda la más difícil de obtener ya que el albergue más económico que puede diseñarse esta fuera del alcance de aproximadamente una tercera parte de las familias del país.

Durante las últimas décadas la dinámica demográfica nos ha dejado como resultado una población donde más de la mitad son menores de 21 años. Esto indica que habrá una gran demanda de vivienda a futuro. En México el 63.2% de la población ocupada percibe menos de dos salarios mínimos, el 14.6% recibe de dos a tres S.M.; el 10.8% de tres a 4 S.M. y solo el 7.9% percibe más de cinco S.M. La combinación de una población joven y una población de bajo ingreso coloca a la vivienda de interés social a la cabeza del mercado habitacional.

Según cifras presentadas en el Programa Sectorial de Vivienda, el déficit cuantitativo de vivienda a nivel nacional en el 2000 era de 75,000. Adicionalmente, un millón 55mil inmuebles necesitan reemplazo debido a que han llegado al término de su vida útil. Esta insuficiencia es una de las debilidades básicas del rezago habitacional ya que existen 2’042,000 viviendas que requieren de rehabilitación o ampliación. Esta situación caracteriza a la vivienda de interés social, ya que debido a la necesidad de producir viviendas en masa y en el menor tiempo posible, las viviendas resultantes no son de buena calidad. Los procesos de diseño que se adoptan permiten satisfacer únicamente una necesidad inmediata.

En la ciudad de Monterrey hay una gran demanda de vivienda, la expansión urbana de la ciudad ha implicado una marcada división social del espacio. Diversos estudios coinciden en que Monterrey es una de las situaciones socio- espaciales más favorables de la república Mexicana. Sin embargo la segregación seguirá siendo producto de la macroeconomía que le permitirá a las clases privilegiadas gozar de las ventajas del consumo global, avances tecnológicos y a una educación de calidad, mientras que existen grupos sociales marginados que carecen de dichas ventajas.

Tal es el caso de Fomerrey, un conjunto habitacional que se encuentra a orillas del cerro Topochico. Dentro del mismo conjunto se puede observar muy claramente los diferentes niveles de necesidad en la población. Las colonias que se encuentran más alejadas del cerro cuentan con calles pavimentadas, servicio de drenaje, luz, y gas, tienen facilidad de acceso a instituciones educacionales y clínicas médicas. Conforme nos acercamos a la parte más alta del conjunto habitacional podemos observar que las familias que habitan esa zona viven en condiciones muy antihigiénicas. A esta zona se le conoce como Unidad Pedrera, está ubicada sobre áreas que anteriormente se explotaban para sacar materiales de construcción. Una vez que no se pudo seguir explotando esas áreas, se

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