CIERRE DE EMPRESAS Y RECESIÓN ECONÓMICA
Almendra Ruiz ArandaMonografía15 de Mayo de 2020
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CIERRE DE EMPRESAS Y RECESIÓN ECONÓMICA
En la actualidad vivimos en un mundo capitalista; en donde solo se piensa maximizar y optimizar los beneficios, de una manera irresponsable y novemos la gravedad de la situación y de la catástrofe que estamos generando.
Por ello es mucho fácil imaginar el fin del mundo, que el fin del capitalismo.
Por mucho tiempo se pensó que el capitalismo no tenía enemigos y que nadie lo podría vencer; pero no tomaron en cuenta que ellos mismos crearían a su enemigo “el calentamiento global”. “Cuando el cambio climático se ha convertido en la mayor amenaza a la existencia y la sociedad promueve una insurgencia verde, las empresas revelan su posición. Perciben enormes riesgos, pero también ingentes oportunidades” (García Vega, 2019).
A causa de esto se declaró que, el incremento medio de la temperatura mundial no debe de superar el 2% e incluso algunos ambientalistas proponen que debe de ser menor a 1.5%. El economista Emilio Ontiveros menciona que “La Unión Europea cree que serán necesarios al menos 180.000 millones de euros anuales hasta 2030 para descarbonizar la energía y mantener la temperatura en esos márgenes”. Está claro que el proceso de desacarbonización generará gasto y disminuirá los ingresos de las empresas, pero también está claro que si no toman esos cuidados con el ambiente sus futuros ingresos se verían afectados.
Nicholas Stern, el presidente del Centro para el Cambio Climático, Economía y Política, dijo que “El calentamiento global inevitablemente pondrá a prueba la resiliencia de nuestros sistemas políticos y económicos”.
Se sabe que el calentamiento global es el mayor enemigo del capitalismo, pero no es el único que existe. A inicios del año apareció su nuevo enemigo “el covid 19”.
“La COVID‑19 es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más recientemente. (…) el brote sucedió en Wuhan (China) en diciembre de 2019. Actualmente la COVID‑19 es una pandemia que afecta a muchos países de todo el mundo”. (Organización Mundial de la Salud , 2020)
Al ser esta enfermedad muy infecciosa, la propagación del virus es muy rápida; lo cual causa que exista un mayor número de personas contagiadas y que estas necesiten ayuda médica. Y al existir tantas personas infectadas provoca un colapso del sistema de salud, y para evitar ese colapso muchos países optaron por el aislamiento social.
Si bien sabemos que el aislamiento social reduce la propagación del virus, también se sabe que tiene un efecto negativo en la economía. Lo cual ha provocado que “el caos y el pánico se apodere de la economía mundial, La Reserva Federal Estadounidense (FED) bajó los tipos de interés, Alemania presenta medidas de gasto, Italia ha bloqueado los pagos de hipotecas, Trump aliviará el coste a las empresas”. (Álvarez Barba, 2020)
El aislamiento social provoco “El cierre de fábricas en China, la restricción de movimientos de personas y bienes, la disminución de exportaciones, (…) todo ello está causando unos efectos en cadena a nivel mundial tanto en la industria como en el sector servicios”. (Sánchez, 2020)
Estas drásticas medidas que se están tomando son la gota que rebasó el vaso y pueden hacer que parte de la economía se paralice y se produzcan esas estampidas. “Si las empresas empiezan a tener problemas de caja, la sostenibilidad de sus deudas se pone en entredicho, la probabilidad de recesión traslada expectativas pesimistas a los mercados financieros” (Anónimo, 2020)
China al cerrar las fábricas, disminuye su exportación e importación en distintos sectores como el de electrónica, el automovilístico o farmacéutico. Esto no solo afecta a su economía nacional; sino la de todo el mundo, ya que, para la fabricación de estos bienes necesitaría insumos que importa de otros países. Y al estar suspendido este intercambio económico provoca una recesión, tal como lo informó la OCDE “hemos visto que la economía mundial va a reducir su crecimiento en 2020 en un 0,5%”. (Sánchez, 2020)
Con el cierre de fábricas y ciudades enteras, y el consumo casi anémico, los organismos internacionales auguran que en este este año se dará un desplome económico y una pérdida de empleo salvaje. Ante esta realidad, los expertos creen que estamos cerca de llegar a un estancamiento secular.
Alvin Hansen definió estancamiento secular como “depresiones autoalimentadas que engendran un núcleo duro y aparentemente irreductible de paro”. Supone un crecimiento económico bajo y lento, y tasas de desempleo persistentes acompañadas de tipos de interés cercanos a cero o negativos.
La teoría del estancamiento secular de Summers “sostiene que después de una contracción pronunciada, puede ocurrir que el sector privado por sí solo no sea capaz de regresar al pleno empleo, lo que vuelve esencial a las políticas públicas” (Summers , 2018)
Ante esta situación los economistas están evaluando y analizando las posibles alternativas de solución para contrarrestar esta recesión económica. Pero para Paul Romer, es necesario volver a trabajar con los respectivos implementos de seguridad, para poder comprobar todas las posibles respuestas ante esta recesión.
Es por ello que Romer critica la posibilidad de crear "pasaportes de inmunidad", una opción que permite la circulación de personas que se han recuperado de covid-19."Esta política no tiene sentido, a menos que usted quiera que la mayoría de las personas en su economía se contagien, entiende que algunas de ellas morirán, y luego, después de eso, dejará que las personas que se recuperen vuelvan al trabajo". (Alegretti, 2020)
“Si el gobierno quiere salvar vidas y reanudar la economía, el camino es aumentar las pruebas de coronavirus y la producción de equipos de protección, para que las personas puedan volver a trabajar incluso si el virus está circulando”. (Alegretti, 2020) Si diagnosticamos a las personas y aislamos a los contagiados podemos, al mismo tiempo, contener la pandemia y proteger a los trabajadores que ya están trabajando.
Por lo cual es muy importante que el gobierno haga disponible los equipos de protección individual. Sobre todo, para las enfermeras, médicos, policías, conductores de ambulancias y están expuestos al riesgo de infección y muerte. Para esto, hay que detener todas las otras actividades productivas y dedicar todos nuestros recursos a la producción de equipos de protección que estos trabajadores necesitan para estar seguros cuando interactúan con el público.
RECESIÓN EN LA ECONOMÍA PERUANA
Cepal había estimado que América Latina crecería un 1,3%. Ahora, con el golpe del coronavirus se calcula una caída del 1,8%. En el Perú; el aislamiento está infligiendo un coste a la economía nacional, lo cual provoca un decrecimiento entre 4 y 8% del PBI peruano.
El COVID-19 cambió la normalidad peruana. El aislamiento social, los policías y militares en todos lados, la economía paralizada, todo ello ha transformado la vida del país, y parece que no será temporal.
La economía peruana es informal, exportadora y dominada por las posturas de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas – CONFIEP. En el 2018 un 72,4% trabajaba en el sector informal, más de 12 millones de peruanos; mientras que un 27,6% ocupó empleos formales. Asimismo, nuestra economía está orientada en gran medida a la exportación, la cual en el 2018 aportó un 21% al PBI, la mayor parte por productos tradicionales. Por ejemplo, la participación del sector minero en el PBI fue de un 9%.
Esta cuarentena se está exponiendo todos los problemas del actual modelo nacional: primero: la mayoría de la PEA pertenecen al sector informal y depende de sus ingresos diarios. Segundo: la ortodoxia del neoliberalismo. Para mantener en equilibrio la economía de la población peruana, el gobierno ha recurrido a los subsidios en distintos; como por el ejemplo el primer y segundo bono de los S/. 380, este bono al ser muy poco el gobierno nacional recurrió a sus gobiernos regionales para que proporcionen una canasta de alimentos a las personas que lo necesitaran; lo cual no fue muy eficiente, ya que existió corrupción.
Por otro lado, el gobierno anuncio que inyectaría 300 millones, las empresas recibirán este dinero a través de préstamos de bancos; es una buena opción, pero los pequeños y medianos empresarios no serían muy beneficiados porque no llegarían a cubrir los intereses de ese préstamo.
EL PLANETA. LA SOCIEDAD Y UNA NUEVA AMENAZA LLAMADA COVID-19
En circunstancias de incertidumbre es cuando la humanidad demuestra toda su incapacidad y se desnuda toda ignorancia y rechazo a enfrentar cuan frágil es la existencia humana frente a una situación límite como la que se vive con la nueva amenaza del COVID-19. Situaciones que no hacen otra cosa más que crear pánico y culpa que nos hace tomar conciencia del modo como nos relacionamos con nuestro entorno social y natural cambiando el panorama.
El filósofo alemán Jaspers (1978) acuño el término “situaciones límite” considerando que: “las situaciones cambian, las ocasiones se suceden. Si estas no se aprovechan no vuelven más. Puedo trabajar para hacer que cambie la situación. Pero hay situaciones por su esencia permanentes, aun cuando se altere su apariencia momentánea y se cobra de un velo su poder sobrecogedor: no puedo menos de morir ni de padecer, ni de luchar, estoy sometido al acaso, me hundo inevitablemente en la culpa” (p.17). Así entonces una situación límite puede tomarse como una oportunidad en la medida como el hombre enfrenta su fracaso en una lucha constante por el mundo en el que vive porque de situaciones límite también podemos salir.
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