COMENTARIO SOBRE “LA CULTURA NACIONAL, LA GLOBALIZACIÓN DE LAS COMUNICACIONES Y LA COMUNIDAD POLÍTICA VINCULANTE”
Enviado por Marina Calvache • 17 de Enero de 2021 • Reseñas • 1.230 Palabras (5 Páginas) • 170 Visitas
COMENTARIO SOBRE “LA CULTURA NACIONAL, LA GLOBALIZACIÓN DE LAS COMUNICACIONES Y LA COMUNIDAD POLÍTICA VINCULANTE”
El texto a comentar es un artículo publicado por Held (sociólogo británico especialista en teoría política y relaciones internacionales) en 2005 en el que, tras proponer brevemente una introducción a la historia de la globalización, explica su impacto en las culturas nacionales y locales, y también en nuestro sentido de identidad personal, en identidad nacional y política, a partir de tres posibles interpretaciones: la nacionalista, la globalista y la cosmopolita, lo que podría considerarse una reconciliación entre las dos anteriores.
En la introducción, el autor hace una síntesis muy clara sobre la historia de la globalización en el campo de la cultura. Cuenta en unos breves párrafos cómo al principio la cultura se fue expandiendo por el impacto de religiones y grandes imperios, como el romano. A medida que comenzaron a surgir estados-nación y proyectos nacionales, la cultura comenzó a expandirse a través de prácticas educativas, políticas de idiomas y sistemas postales. Si hacemos un análisis desde este momento hasta el presente veremos cómo la difusión de la cultura es directamente proporcional al avance de las tecnologías. En el siglo XVIII, con la llegada del transporte mecánico y el telégrafo, se inició la amplia difusión de las ideas de la ciencia, el liberalismo y el socialismo. Esto hizo que comenzara a gestarse la idea de la globalización cultural. Sin embargo, la verdadera expansión cultural no se produjo hasta después de la Segunda Guerra Mundial, con la difusión de la radio, la televisión, Internet y otros avances tecnológicos.
Held hace un reflejo muy vívido del presente en este texto. Hoy la existencia de Internet posibilita la generación de comunidades de individuos fuera de las fronteras políticas y las identidades nacionales. Esto hace que la red local pierda valor cada vez, pues estamos expuestos a una enorme producción cultural, diversificada y variada que si bien representa universos culturales ajenos, y el uso de lenguajes ajenos es tan omnipresente que se impone. Esto está provocando un impacto que será cada vez más visible, dado que las generaciones más jóvenes están expuestas desde muy jóvenes a estos productos culturales frente a los dispositivos electrónicos. Además, el autor destaca un tema muy interesante que concierne al Poder en mayúsculas. Mientras que antes eran los estados los responsables de la difusión cultural, hoy ese papel lo juegan las corporaciones privadas, que producen y distribuyen en masa productos culturales, especialmente en los Estados Unidos de América, imponiendo también un dominio global del inglés. Esta Industria Cultural Corporativa (a través de la producción en serie de bienes culturales), está creando sociedades alienadas, donde la hiperinformación nos lleva a la barbarie.
Sin embargo, a pesar de esta tendencia, el autor afirma que, sorprendentemente, en este período global, las culturas nacionales y locales están demostrando ser mucho más sólidas y cruciales para la vida de las personas de lo que pensamos al principio.
En esta introducción podemos apreciar la gran capacidad didáctica y sintética del autor, quien logró explicar de manera breve y clara siglos de importantes cambios sociales. A partir de aquí, Held desglosará tres puntos de vista diferentes para interpretar un mundo dominado por esa dualidad entre cultura nacional fuerte y globalización creciente.
Los nacionalistas argumentan que la nación, a pesar de haber sido consolidada por gobernantes para legitimar su poder, se construyó sobre un sentido histórico de patria, recuerdos e identidad común. Así, las naciones son una "comunidad de historia y cultura que ocupa un territorio dado y tienen una tradición de derechos y deberes comunes para sus miembros". Desarrollan una teoría política bastante idealista que parece ignorar el impacto que tiene la globalización en las sociedades actuales.
La teoría globalista se opone categóricamente a esta posición, determinando que nunca se ha dado una identidad compartida (salvo en estados de emergencia como las guerras), y dando mayor importancia a las ideas elegidas por iniciativa propia que las que nos inculcan ser miembros de la comunidad donde nacimos. . También defienden la existencia del multiculturalismo frente a las culturas nacionales y abordan el problema de que, dado que los sistemas de gobernanza tienen múltiples niveles, la comunidad nacional no puede ser absolutamente responsable de su propio destino, ya que está inmersa en numerosos procesos políticos, y además Las organizaciones e instituciones transnacionales son la base de las relaciones de cooperación y la conducta justa.
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