CPT San Joaquin

La cárcel de mujeres de Santiago ha experimentado grandes cambios en un tiempo relativamente corto, en el año 1996 dejo de estar a cargo de las “Hermanas del Buen Pastor”, donde podíamos encontrar alrededor de 300 reclusas, las cuales eran vigiladas por mojas, y un par de gendarmes. El ambiente era predominantemente religioso, y las instalaciones contaban con potreros y huertos, no tenía con grandes muros, por lo cual parecía más un internado reflexivo que una cárcel. Dicha congregación utilizo una metodología de encierro basada principalmente en la corrección y la reforma moral. Esta era implementada en una población penal caracterizada por mujeres que habían cometido delitos simples, como hurto, y uno que otro caso de homicidio.

Pero el constante y sostenido aumento de las mujeres como protagonistas de actos delictuales, tráfico de drogas, y delitos violentos han convertido el único recinto penal de mujeres de la región, en un lugar completamente distinto, ya que hoy en día este alberga a cerca de 2000 reclusas, en condiciones de hacinamiento y segregación social. Este fenómeno cambia radicalmente el papel de las mujeres en relación a delitos, ya que en los 80’ estas solo eran señuelos, encubridoras o cómplices de terceros; pero en los 90’ su participación en delitos mayores y el tráfico de drogas, la incorporan en el mundo delictual definitivamente.

La población penal femenina a aumentado drásticamente en última década, entre el 2005 y 2012 a aumentado en un 99,1%, pasando de 2.322 internas a 4.622.

La privación de libertad para las mujeres es doblemente estigmatizadora, debido al rol que la mujer ocupa en la sociedad. Por lo general, estas mujeres sufren de marginación social antes de ser recluidas, luego la sufren doblemente, ya que son denominadas como “malas mujeres” ya que no han pensado en el bienestar de sus familias y las han abandonado. Además que la distancia y la falta de recursos hacen que estas se sientas aisladas de la sociedad, y de sus familias, por lo cual comienzan a sentir grandes depresiones y ansiedad.

Es por esto que urge la implementación de planes de reinserción social para que estas mujeres cuenten con la posibilidad de surgir, y dejar atrás todo abuso, marginación y discriminación de las cuales son víctimas, tanto antes como después de ser recluidas. De este modo mejorar la calidad de vida de estas, y evitar que vuelvan a delinquir.

II. Problema Social Identificado

II.I Contextualización

 Dimensión geográfica.

El Centro Penitenciario Femenino, se ubica en la comuna de San Joaquín, en Capitán Prat, con avenida Vicuña Mackenna, calle Canadá 5351. Sus entornos más inmediatos son el parque Maihue, y calle Llico. El presente trabajo se centra específicamente

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