Características del Conocimiento

Pontifica Universidad Católica del Ecuador

Fundamentos de la Investigación

Ángela Lascano D.

Las características del Conocimiento

La sociedad moderna ha cimentado gran parte de su estructura en una sola palabra: el conocimiento. Término ampliamente usado hoy en día, tanto en ámbitos académicos como cotidianos, el concepto de conocimiento consta de varios matices.  Conocerlo a fondo involucra preguntarse: ¿Qué sabemos del conocimiento? ¿Cuáles son sus características y fundamentos de producción?

El conocimiento es, principalmente, un trabajo productivo humano. Es otras palabras, no “encontramos” conocimiento, llegamos a él a través de instrumentos de trabajo con los que transformamos la materia prima.  Pero este trabajo teórico se da, porque el ser humano tiene el deseo de conocer lo que está ausente y desconoce.  Y en tanto expresa este deseo, podemos entender al conocimiento como lenguaje, ya que toda producción teórica implica una producción de signos.  

La construcción del conocimiento, por sí misma, busca la unidad y la integración del ser humano y de su entorno, siendo así una construcción de sentido. El conocimiento entonces, en tanto reflexión de la realidad, lleva a una última característica: el conocimiento como acción Todo conocimiento intenta cambiar y transformar la realidad sobre la que conoce. Estas cinco características, el conocimiento como trabajo, deseo, lenguaje, construcción de sentido y acción, se verán a detalle en el presente ensayo a través de los postulados propuestos por Edison Paredes.

El conocimiento es un trabajo productivo. Como todo trabajo, implica primero la planeación de un objetivo sobre el objeto que deseamos conocer. A través de herramientas como marcos teóricos, métodos y técnicas, y estando consientes de las condiciones objetivas del objeto, de la teoría y los métodos, logramos un producto mental que está dirigido a satisfacer las necesidades del ser humano.  Cabe aclarar que, en el proceso de construcción de conocimiento, los conceptos podrán ser productos (ayudan a pensar la realidad), objetos o medios (los conceptos más concretos nacen de la búsqueda de informaciones por medio de conceptos abstractos). Cada uno, según su papel, será creado a través de un trabajo teórico concreto.

Si el conocimiento no es encontrado y, de hecho, es un trabajo, tiene cabida la pregunta ¿Qué nos motiva a trabajar para producir conocimiento? Según Edison Paredes (2003), la respuesta se encuentra en el deseo que tenemos de conocer aquello que brilla por su ausencia en nuestro pensamiento. Se crea entonces una dicotomía entre presencia y ausencia, pues el objeto imaginado e interrogado está presente, pero al no estar apropiado por el conocimiento, está ausente. Y es su ausencia la que nos permite determinar el objeto de estudio. Finalmente, cuando conocemos al objeto, lo adecuamos o inadecuamos a la imagen que teníamos de él cuando estaba ausente. Sin embargo, como el conocimiento del objeto nunca es completo, el deseo sigue latente y permanece en búsqueda.

La tercera característica del conocimiento supone aceptar que, como sociedad humana, vivimos en un mundo lleno de construcciones simbólicas. El objeto al que estudiamos no es un objeto carente de sentido, es un objeto al que nosotros lo dotamos de sentido, lo representamos en nuestra mente y lo convertimos así, en un signo. Y, como signo, es comunicado.  Es así que el conocimiento en tanto lenguaje, “implica una producción de signos, de significados (sentido) y significantes (palabras)” (Paredes, 2003, p.12.).  En tanto es capaz de ser comunicado, el conocimiento conlleva una relación con el Otro, donde, en la interacción, los signos se intercambian, se modifican.

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