Chilenos despojados de su nacionalidad

Chilenos despojados de su nacionalidad

Chile actualmente es un país acogedor de inmigrantes, pero en un principio lo más común en nuestro territorio era la salida de chilenos al mundo. ¿Por qué? Generalmente las razones de migraciones son los conflictos políticos o la búsqueda de mejores condiciones de vida, pero uno de los fenómenos históricos que tuvieron consecuencias migratorias forzadas fue la Dictadura de los años ochenta al mando del General Augusto Pinochet.

11 de septiembre de 1973, golpe de estado encabezado por el comandante en Jefe Augusto Pinochet, quien llevó a Chile a tener un cambio transversal con respecto a lo económico, político y social. Durante este período se cometieron sistemáticas violaciones de los derechos humanos, registrándose al menos 28.259 víctimas de prisión política y tortura, 2.298 ejecutados y 1.209 detenidos desaparecidos.

Mediante la desaparición forzada, asesinato, encarcelamiento y exilio, los organismos de seguridad del régimen eliminaron prácticamente a todos los grupos y organización de izquierda política opositora, en donde las cifras demográficas sufrieron un descenso importante, revelando actualmente en múltiples estudios que 12,1% se fue de nuestro país por causas políticas.

Migración forzada: Régimen Militar

En el tiempo transcurrido entre los años 1973 y 1988 se limitó la libre expresión y se persiguió y torturó a quienes estuvieran en contra del Régimen autoritario practicado por el General, paralelamente en el ámbito económico se presentó un incremento en la precariedad e inestabilidad laboral de los sectores asalariados, teniendo como consecuencia que hasta 1990 más de la mitad de la población chilena se encontraba en zona de pobreza o indigencia. También se dio lugar al “apagón cultural”, caracterizado por la represión de manifestaciones culturales consideradas divergentes a la línea oficial, lo que finalmente obligó a una gran parte de la población a decidir o ser obligados a dejar el territorio nacional para adaptarse en un país totalmente diferente y cambiar sus condiciones de vida, aunque incluso, tuvieran que estar lejos de sus seres queridos.

Exilio

El exilio, generalmente, ha tenido dos variantes: voluntario, cuando las condiciones sociales, políticas, religiosas o económicas, llevan a una persona o a un grupo a la desición de irse de su país natal por temor a la persecución; y forzado, como consecuencia de determinaciones legales de la administración política de turno.

En Chile, el exilio ha tenido un carácter fundamentalmente político y como ha sido mencionado antes, principalmente por la Dictadura de los años 70-80, en donde fue utilizado como instrumento represivo frente a la posible revolución de la fracción de población que estuviera en contra de el poder.

La mayoría de estas personas se fue por sus propios medios fuera del país mediante la ayuda de embajadas que los refugiaban repartiéndose en más de 50 países, de los cuales fueron Estados Unidos, Argentina y Canadá (416.138 personas) los más concurridos de un total de aproximadamente 520.000 personas que fueron exiliadas del país en esa década caracterizada por la represión.

Repatriación y Retorno

El 1 de septiembre de 1988 se decidió ponerle fin a el exilio forzado del que muchas personas habían sido víctimas durante el último decenio de sufrimiento para un país entero.

Algunos volvieron, otros siguen haciendo sus vidas, dejando el pasado atrás y pensando en lo positivo que se podría desprender de su ida al extranjero: aprendieron idiomas, conocieron culturas diferentes e incluso pudieron desarrollarse en campos laborales nuevos para así adquirir nuevas disciplinas.

Aunque hay algo que no podemos negar, el exilio es una cicatriz que quedará en cada una de las personas que sintieron el dolor de que su propio país les diera la espalda.

Camila Ravet, IIºB.

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