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Ciencia y tecnología en el estudio del SARS-CoV-2

Adri.gomez1Trabajo27 de Mayo de 2023

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CIENCIA Y TECNOLOGIA

La pandemia del nuevo coronavirus es el primer desafío que ha provocado una reacción en la ciencia a nivel global, poniendo a prueba la capacidad de respuesta de la política científica de los países. Todos quieren colaborar en la búsqueda de respuestas y soluciones.

Hay indicios de que casi todas las otras investigaciones se han detenido, debido al cambio de prioridades y a las medidas de distanciamiento social, que implican restricciones en el acceso a los laboratorios, por lo que muchos científicos de otras disciplinas se han involucrado en el estudio del SARS-CoV-2.4

Esta crisis llega en un momento en el que el sistema científico es mucho más sofisticado y rápido que en el pasado. Internet, la creciente cultura de ciencia abierta y la convergencia de las tecnologías digitales y la biotecnología han transformado el panorama de la investigación. Veamos algunas de estas características y dinámicas emergentes en la ciencia

La mayoría de los países de ALC que ha logrado mejorar la calidad de la investigación científica lo ha hecho en base a estructuras de financiamiento público cimentadas en fondos concursables, cuyo aporte a la mejora de los proyectos implementados es innegable.

Sin embargo, los sistemas de apoyo a la ciencia excesivamente basados en este tipo de instrumentos, con menor acento en el financiamiento de base a centros de investigación y con otros obstáculos estructurales para el desarrollo de la actividad científica, tienen menor flexibilidad y capacidad para poder reaccionar ante coyunturas como la actual.

  • Lecciones y propuestas para el futuro

Por un período de tiempo ya demasiado largo, la inversión en investigación científica en ALC ha sido relativamente baja, cualquiera que sea el standard con el que se la mire. Con muy contadas excepciones, los gobiernos de la región han considerado poco prioritario  financiar un sector cuya contribución de corto plazo al desarrollo es claramente menos  visible, en contraste con otras prioridades de inversión en infraestructura o servicios sociales.

La experiencia de la pandemia de COVID-19 debería servir para que los países de la región puedan extraer algunas lecciones, no solo sobre la importancia de invertir en la generación de mayores capacidades científicas, sino también sobre la intensidad y la forma que debe adoptar ese esfuerzo. Seguidamente, en el cuadro 7 presentamos una síntesis de estas lecciones y luego las analizamos por áreas.

  • Financiamiento de largo plazo para la generación de capacidades científicas

El principal mecanismo de apoyo a la investigación científica en la región es el financiamiento de proyectos a través de mecanismos concursables. Sin duda, se trata de una herramienta que puede promover la excelencia en la investigación y transparencia en la asignación de

recursos. Este instrumento ha representado, sobre todo, la posibilidad cierta de conectar   Una referencia puede ser el Pagliuca Life Lab, uno de los laboratorios de innovación de la Universidad de Harvard

mejor la investigación guiada por la curiosidad dentro de cada laboratorio, universidad o grupo de investigación, con las políticas y prioridades nacionales.

Sin embargo, a la luz de los aprendizajes de la pandemia, este mecanismo debe ser complementado por recursos que financien la creación y el fortalecimiento de centros y laboratorios a través de mecanismos con plazos mayores a los que normalmente se dan en los proyectos de investigación individuales. Contar con este tipo de estructura permite contar con grados de libertad en la asignación de recursos para nuevos objetivos de investigación, los cuales han probado ser críticos para que la ciencia pueda reaccionar antes de que se implementen convocatorias ad-hoc. Asimismo, el incremento del financiamiento basal debe ir de la mano de un rediseño de los incentivos a la carrera científica en cada país, de una actualización de las prácticas científicas en las universidades y de nuevos mecanismos de evaluación de la inversión pública para mejorar la transparencia y eficiencia del gasto público en ciencia. Un aspecto importante a tener en cuenta en materia de financiamiento es que no pueden existir “soluciones esquina”, donde todos o buena parte de los recursos se concentren en un número reducido de disciplinas.

 Las soluciones que se están proponiendo para el caso de esta pandemia vienen de diferentes ángulos científicos y se caracterizan por un alto grado de multidisciplinariedad.

  • Ciencia y tecnología proactiva

Al igual que ante otras catástrofes y desastres, el brote del COVID-19 provocará el desarrollo de una serie de innovaciones y avances tecnológicos a nivel global que nos permitirá reducir la magnitud de los impactos negativos y adaptarnos a las nuevas condiciones de vida. EstaS innovaciones reactivas a la pandemia se producen una vez que la necesidad o demanda se hace evidente. Sin embargo, poseen un retorno social aún mayor aquellas inversiones en ciencia y tecnología que sean proactivas en preparación a futuros brotes de COVID-19 y de la siguiente pandemia. La incertidumbre inherente a inversiones para atender fenómenos “no revelados” dificulta que tales soluciones potenciales sean producidas por el sector privado. Por ello, el rol del Estado es crítico en el establecimiento de una red de centros

  • Las capacidades locales son indispensables para beneficiarse de los esfuerzos globales

Muy probablemente los grandes avances y respuestas científicas a los retos de la pandemia no van a provenir de los países de ALC, sino de las naciones con sistemas científicos más desarrollados. ¿Significa eso que basta con sentarse y esperar a que se genere una solución y simplemente adoptarla? ¿Significa que, por lo tanto, no tiene sentido invertir en ciencia nacional? Lo cierto es que esta crisis arroja una lección en sentido contrario. Dos ejemplos bastan para ilustrarlo. En primer lugar, hay evidencia de que el virus muta y de que se comporta de manera diferente cuando se consideran variables climáticas, por lo que es preciso disponer de capacidades locales para poder asegurar que las pruebas, tratamientos y modelos de propagación se adapten a las características del virus y el ambiente en que se propaga.

 En segundo lugar, en una pandemia, la escasez de dispositivos de seguridad, equipamiento científico, como por ejemplo termocicladores, dispositivos médicos y  medicamentos, así como reactivos y otros insumos básicos, se vuelve global.

Dotar a los sistemas científicos de recursos humanos, infraestructura, equipamiento e insumos adecuados permite a los países absorber y descodificar los avances que se desarrollan a nivel global, probando si dichos avances se mantienen en las condiciones idiosincráticas de cada uno de ellos. Con ello, se facilita el desarrollo de eventuales adaptaciones, y se provee de una capacidad de respuesta doméstica a la sobredemandade bienes, insumos y servicios para responder emergencias.

Abordar la urgencia de fortalecer los sistemas científicos locales requiere un paquete de medidas que considere como mínimo: i) incrementar la inversión en infraestructura para biociencia, considerando la opción emergente de laboratorios compartidos, ii) simplificar la burocracia para la importación de equipos e insumos biológicos, iii) incrementar la disponibilidad de laboratorios con nivel 3 de bioseguridad, iv) optimizar el funcionamiento de los comités de ética, y v) mejorar los mecanismos de aprobación de fármacos y dispositivos médicos.

  • Ciencia abierta y colaboración regional

El COVID-19 y el virus que lo produce no respetan los límites geopolíticos. La senda del contagio sigue tanto a personas que se mueven entre Guayaquil y Quito, como entre Arica y Tacna. Así, una misma variante del SARS-CoV-2 tendrá incidencia en diferentes países de nuestra región. Por tanto, aunar esfuerzos entre países de ALC en la secuenciación genética del virus, así como estudiar su comportamiento y las eventuales estrategias de mitigación, es clave para atenuar con éxito el contagio a nivel regional. Precisamente, esta es una de las oportunidades aún no exploradas por los organismos de apoyo a la ciencia y la tecnología de la región. En parte, la omisión puede obedecer a una falta de práctica, instrumentos apropiados o instituciones que fomenten la ciencia colaborativa entre países.

La velocidad de los avances científicos se ha visto acelerada gracias a prácticas de ciencia abierta, las cuales han permitido la proliferación tanto de bases de datos anonimizadas de afectados por el COVID-19, como de artículos que comparten resultados, modelos y tratamientos preliminares. En este contexto, es imperativo que los países de ALC avancen en mecanismos para abordar los desafíos comunes que plantea la pandemia.  

  • Financiamiento de largo plazo para la generación de  capacidades científicas

El principal mecanismo de apoyo a la investigación científica en la región es el financiamiento de proyectos a través de mecanismos concursables. Sin duda, se trata de una herramienta que puede promover la excelencia en la investigación y transparencia en la asignación de recursos. Este instrumento ha representado, sobre todo, la posibilidad cierta de conectar UNa referencia puede ser el Pagliuca Life Lab, uno de los laboratorios de innovación de la Universidad de Harvard.

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