Colombia es una tierra rica en biodiversidad ambiental tanto en fauna como en flora

Colombia es una tierra rica en biodiversidad ambiental tanto en fauna como en flora, posee el mayor número de ecosistemas en el mundo tales como: selvas, sabanas, bosques de clima templado, altoandinos o de niebla, paramos, ríos, costas, arrecifes, ciénagas, manglares, entre otros. Para sus habitantes es un privilegio vivir en medio de tanta riqueza natural y poder disfrutar de ella. Es por eso que se decidió realizar una práctica pedagógica al departamento del putumayo específicamente a su capital Mocoa; con el objetivo de concientizar a los estudiantes de la universidad de Nariño a valorar la fauna y flora que posee nuestro país y sobre todo a  respetar la cercanía y convivencia que tenemos a diario con estos recursos. En este caso visitamos la reserva natural privada el fin del mundo escondida entre tierras amazónicas siendo esta una de sus mayores atracciones turísticas también hubo la posibilidad de visitar el centro experimental amazónico (CEA). Con arduo trabajo grupal se logró recaudar los fondos suficientes para que este viaje se hiciera realidad y siendo así el día 23 de marzo del 2018 la travesía al vecino departamento comenzó.

“Contrario al estigma que carga su nombre, el Fin del Mundo en Colombia no es un escenario apocalíptico. Es tal vez el único fin del mundo donde la vida comienza: las aves vuelan libres, confluyen todos los verdes de las plantas y los sonidos de la selva amazónica te conectan con la naturaleza’’

El fin del mundo se caracteriza por  la gran cascada que cae con fuerza a un abismo de 75 metros de altura. Esta cascada es una de las mejores experiencias para realizar en esta comunidad ya que es una atracción turística de las más visitadas tanto por colombianos como extranjeros en el putumayo,  un departamento de clima tropical húmedo, con una superficie de casi 25.000 kilómetros cuadrados, hogar de 12 pueblos indígenas y del yagé, una planta ancestral que algunos  han convertido en droga recreativa y que debe de ser manejada por los líderes de la comunidad asignados para no tener inconvenientes.

El camino de entrada a este paraíso escondido está a la vista de la carretera principal saliendo hacia villagarzón. Allí te dan algunas instrucciones de precaución e información sobre el lugar haciendo énfasis en que gran parte del sitio turístico es territorio sagrado de la comunidad indígena de los pastos en donde se tenía que ser muy respetuoso. Antes este lugar solo podía ser visitado por las personas autorizadas por los indígenas, también menciono acerca de sus trabajadores ya que estos en el pasado habían sido taladores de árboles, siendo así las personas con más conocimiento del territorio, dejando su antiguo trabajo, convirtiéndose en guías, reduciendo la tala de árboles, brindando mejores condiciones laborales y ayudando a mantener proteger y adecuar este lugar.

El sendero es un paso abierto a un descubrimiento de la naturaleza en todo su esplendor, en el transcurso del camino se pueden encontrar venta de bebidas, frutas o hasta alquiler caballos para los que no se sienten capaces de subir a pie, ya que el recorrido es de maso menos una hora si el clima está en buenas condiciones, y sino se puede tornar maso menos dos horas tan solo de subida, teniendo en cuenta que el camino no está en las mejores condiciones, ciertas partes se han cubierto con trozos de madera para mejorar el sendero, otra parte de la senda está hecho con piedras planas simétricas de origen desconocido por donde pasan algunas corrientes de agua que salen naturalmente de la montaña. Cuando el clima se torna un poco turbio y llueve, el camino se vuelve un tanto  resbaloso como peligroso, pero la verdad vale mucho la pena aventurarse. Después de una hora de caminata encontramos una gran piscina natural que nos anuncia que ya se acerca el fin del mundo, continuando con el recorrido río abajo nos encontramos con la cascada “el almorzadero”, unos metros más adelante, se encuentra un puente de piedra formado por el paso del agua que ayuda a cruzar la quebrada dantayaco; la cual provee  de agua a la cascada del fin del mundo. Después  de cuatro kilómetros de travesía , finaliza el largo recorrido, estando frente a frente a la majestuosidad de la cascada, y al fondo un caserío deja ver a la capital Mocoa . Asomarse sobre el borde de la montaña y disfrutar de la naturaleza que nos rodea,  estando en el corazón de la selva del putumayo, es la recompensa. Camino de regreso tuvimos la oportunidad de disfrutar de las aguas de una de estas quebradas, tener un momento de  relajación estando en contacto con la naturaleza.

...