Combustible Un Gasto Imparable

La gasolina, este producto derivado del petróleo comenzó su incremento más llamativo desde que se aprobó el incremento de dicho combustible a partir de Enero de 2008, en donde se proponía que la gasolina iría incrementando su precio dos centavos de peso mensuales, pero a lo largo del tiempo se ha detenido, ha vuelto a iniciar pero nunca conservando la misma proporción de aumento, digo “que son dos, ocho o nueve centavos, hasta los tiro a la calle, o ni siquiera los acepto de cambio o en el mejor de los casos los dono en el Supermercado”, entonces ¿Por qué me habría de importar este pequeño ajuste? Pues hoy en día, que ya estoy viviendo el dichoso ajuste de dos centavos y en ocasiones más , veo la importancia de mis dos centavos, ya que esto origino el incremento de productos alimenticios (tortilla, leche, carne, pollo, pescado, vegetales, Frutas, etc.) y productos de primera necesidad, principalmente consumibles para el hogar, y estos no incrementaron en la misma proporción que incremento la gasolina, podría decirse que el incremento en algunos alimentos fue en pesos, el claro ejemplo fue la tortilla, y el pan, tan ricos y necesarios, y nadie controlo su precio pudiendo relajar un poco a la economía familiar.

Uno como no cuenta con auto propio tiene que aguantar, malos olores, empujones, tener que ir parado; una clara desventaja en los camiones ¿Verdad? Ya que se nos incremento el transporte, los alimentos y todos los productos que son necesarios para nuestro día a día y hay que transportar, o sea “todos”, debido a que está aumentando el valor del DISEL, hidrocarburo tan importante en el comercio y transporte de mercancías ya que es el único que utilizan los camiones, todo esto se traduce a que el costo del “Flete” se vuelve más caro. Es un hecho que tener un coche en México representa costos más altos de los que realmente pagamos, es decir, tradicionalmente, el gobierno ha subsidiado el precio de la gasolina con la intención de beneficiar la economía personal de los mexicanos. Sin embargo, esta política no ha traído los beneficios que la justifican. Actualmente, se ha demostrado que este subsidio favorece proporcionalmente más a los sectores de ingresos medios y altos, que son los que consumen más gasolina; lo que fomenta la compra de automóviles y provoca mayor congestión vehicular y aumento de la contaminación atmosférica, en deterioro de la salud de las familias y del medio ambiente.

Enfrentar esta situación eliminando el subsidio de manera tajante, provocaría efectos inflacionarios que podrían afectar la actual estabilidad económica. Por esta razón, que desde del el 1º de enero del 2010, el precio de la gasolina, tanto Magna como Premium, se ha ido deslizando mes con mes. Esta variación ha respondido más a la reasignación del subsidio que se le ha estado aplicando al combustible, que a un incremento de su precio. El objetivo es que el precio de la gasolina refleje cada vez más su costo (ya sea de producción o de importación). Con ello se busca reorientar los recursos que se destinan a subsidiar a la gasolina a otras prioridades del gasto, principalmente a las vinculadas al desarrollo social. El objetivo es dejar de subsidiar a los que más tienen, para financiar programas sociales para los que más lo necesitan. En el reciente estudio de México Evalúa sobre gasto gubernamental 1, se demuestra que el subsidio que se le ha estado asignando al precio de la gasolina está beneficiando a los sectores de la población con más recursos, lo que ha promovido que usen vehículos que consumen más combustible (es decir, más grandes y menos eficientes) y pagando por éste un precio por litro inclusive debajo de su costo de producción

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