Competitividad Turística México

A lo largo de este primer periodo hemos estado hablando, leyendo, e investigando, incluso reflexionando y haciendo una crítica objetiva acerca de lo que para varios autores es la competitividad y encontramos conceptos como:

“Producir beneficios superiores al promedio del Sector Turístico donde se compara”

“Conjunto de conocimientos, capacidades, acciones, factores y componentes técnicos con que cuenta como acervo una persona, empresa o país, para desarrollar óptimamente sus procesos de interés, con los recursos que le corresponden, para colocar los resultados al servicio de sí mismo y del entorno y para el mejoramiento de la calidad de vida de las personas y el mejoramiento de sus propuestas misionales institucionales.”

Aquí la pregunta realmente importante es ¿Qué concepto es el correcto? ¿Los conceptos se adecuan a cada aspecto o situación en específico? ¿En realidad se tiene que definir a la Competitividad como algún estándar para todos los que en ella se ven involucrados? ¿México cómo se encuentra en este aspecto y más específicamente el Turismo?

Son diferentes preguntas a las que tal vez no tenga todas las respuestas; pero de acuerdo al análisis hecho en clase, a las lecturas que sirvieron de apoyo para la realización de este ensayo puedo decir que lamentablemente hoy en día este concepto de competitividad de “Ser el mejor, el más rápido, el más productivo, el que genera mas ingresos, el mejor posicionado, el que recibe más turistas...etc.”; carece de ese sentido de humanismo, sustentabilidad, valores, formación integral, educación, reflexión…y solo nos lleva a actuar, aceptar y comportarnos, no como seres pensantes si no como “robots” que llevan a cabo proyectos, tareas, actividades, e incluso no como individuos si no como un sistema global, empresas, políticas, organizaciones etc. de una forma automática, que busca siempre esa ventaja competitiva sobre los demás, sin importar la destrucción del otro, la destrucción de los recursos, el retraso en la búsqueda por mejorar la calidad de vida, el desenfrene en el crecimiento por usar las mejores tecnologías etc., e incluso la “destrucción”propia, al buscar desenfrenadamente objetivos irracionales; irracionales no por el hecho de desear estar un paso adelante, si no por el hecho de estar un paso adelante sin importar “pisar” a la competencia por así llamarlo, y mas allá de eso por buscar crecer sin desarrollo.

Entonces Competitividad de un modo general se vuelve en un concepto que puede resultar contraproducente de acuerdo al sentido que nosotros le demos, nosotros le damos ese significado, y tal como hasta ahora, si queremos que competitividad se trate de capacidades, habilidades, aptitudes, etc. por encima del otro, así será; pero si conjuntamos ese sentido de humanismo, en el que se busca no solo el crecimiento y desarrollo propio si no el de el sector en el que nos encontramos; viéndolo no de forma aislada si no de manera integral, ya sea como empresas, o país, entonces seremos competitivos de una forma sana, real, íntegra, produciremos beneficios, tendremos esa filosofía por mejorar la calidad de vida, buscaremos

...