Control de Lectura 1 El Sustrato Común de Mesoamérica

Control de Lectura 1

El Sustrato Común de Mesoamérica

López Sánchez Raúl Iván

La cultura mesoamericana que se desarrolló desde 1200 a.C terminando en 1500 d.C  con la llegada de los españoles, poseyó una gran variedad de civilizaciones, las cuales fueron evolucionando en un proceso de absorción cultural en las diferentes regiones^[1], ya sea por guerras, relaciones económicas o movilizaciones migratorias, las cuales no se pueden analizar como fenómenos independientes ni como características culturales generales  de un momento histórico, sino como una aglomeración de rasgos que formó la estructura compleja del territorio mesoamericano.

La cosmovisión mesoamericana es diferente en cada región, pero comparte algunas similitudes, una de ellas es el calendario, el cual nos da uno de los más importantes ejemplos de expresión gráfica. Existían en Mesoamérica, dos calendarios principales, el agrícola de 365 días, relacionado con el sol y el religioso de 260 días relacionado con el planeta venus, en este último se notan coincidencias simbólicas en toda Mesoamérica, un ejemplo de esto es el primer signo del calendario cipactli (cocodrilo) que se representa por primera vez en el 500 a.C en Monte Albán, mostrando sólo la parte superior de la quijada del animal, lo cual se repite en algunos manuscritos del siglo XVI. Esto nos indica que las culturas compartían la interpretación del cocodrilo como iniciador del calendario.

El caso de la escritura es especialmente interesante, ya que actualmente utilizamos un sistema fonético, que contrasta con el sistema ideográfico que utilizaban los antiguos mesoamericanos, no podemos concluir por esta diferencia que la escritura de Mesoamérica es menos avanzada, el autor incluso sugiere que el fonetismo es una “regresión en términos de universalidad” (Duverger,1999:41), ya que la escritura ideográfica puede ser interpretable independientemente del conocimiento del hablante, a diferencia de la fonética, la cual solo se puede entender si se conoce no solo el lenguaje, sino específicamente la escritura.

Se cree que el sistema mesoamericano de escritura surgió originalmente como simple expresión gráfica y fue evolucionando, hasta formar una simbología estructurada. Además de utilizar la escritura en documentos religiosos, como el calendario, ésta también se utilizaba como herramienta política, describiendo los méritos de los gobernantes, creando textos históricos con acontecimientos fechados y mostrando ideologías correspondientes del lugar donde se escribían.

Las ofrendas, son otra característica común de los pueblos mesoamericanos, el vestigio más antiguo de ofrendas se encontró en La Venta (Tabasco), proveniente de la cultura Olmeca, en el cual se descubrió una estructura de las ofrendas determinada por el posicionamiento de los edificios y monumentos alrededor de ellas, en su interior se encontraron múltiples motivos ornamentales como arcillas de color, mosaicos, hachas pulidas y figurillas de piedra dura, entre otras cosas.

Existen múltiples interpretaciones de la razón por la cual se creaban las ofrendas, se piensa que es un homenaje a los dioses, también que está relacionado con la fertilidad, en respuesta a esta pregunta el autor menciona que “Más allá de una relación –divina- con la tierra en sí, se puede observar, detrás de la práctica de la ofrenda enterrada, una relación –política-  con un territorio. Y yo me sentiría tentado de integrar nuevamente este uso al contexto de la dialéctica del nomadismo y el sedentarismo…” (Duverger, 1999:48) esto quiere decir que al asentarse una población ésta tiende a apropiarse ideológicamente del territorio, en este caso con ofrendas.

Las ofrendas son un excelente ejemplo de la evolución arquitectónica de Mesoamérica, estas eran comúnmente subterráneas y poseían un marcador que señalaba su ubicación, primero este marcador fue un simple túmulo de tierra, el cual se fue sofisticando desde construcciones de piedra y adobe, hasta convertirse en lo que conocemos como pirámides.

El sacrificio humano no se generalizó hasta el posclásico con el apogeo mexica, anteriormente, o no se practicaba o se limitaba a situaciones excepcionales, no es hasta este periodo que comienza a tener una importancia esencial, efectuándose en todas la fiestas religiosas y acontecimientos políticos. Es importante recalcar el simbolismo del sacrificio ya que existió incluso en culturas que no lo practicaban como la teotihuacana. En Mesoamérica, el sacrificio ayudó a formar la concepción de la muerte dado que en estas culturas no tiene un carácter sanguinario, sino en el caso del sacrificio es una alternativa de “muerte artificial” que ayuda a equilibrar y dominar los peligros que al mundo azotan. Parte importante del sacrificio humano es su relación con la guerra: en combate el objetivo no era la exterminación del enemigo, sino tomar prisioneros para utilizarlos como sacrificios.

La religión en Mesoamérica es sumamente compleja debido a que las divinidades se transformaban con los procesos sociales y se adoptaban o se modificaban las ya existentes. En el universo religioso mesoamericano había una gran cantidad de dioses, casi para todo^[2], pero los más importantes eran los que representaban elementos esenciales de la vida, como el dios viejo del fuego y otros más abstractos como el dios del sol o Quetzalcóatl que estaba relacionado con el planeta venus.    

En conclusión: el estudio de las culturas de Mesoamérica, es extremadamente difícil debido a que las fuentes históricas creadas por estas culturas fueron destruidas durante la conquista, y además su escritura y arte corresponden a una cosmovisión ya muy distinta a la nuestra, por lo que es muy difícil interpretarla certeramente.

 Bibliografía    

Duverger, C. 1999. “El sustrato común de Mesoamérica”, en Mesoamérica, arte y antropología, CONACULTA-Landucci Editores, París, pp. 63- 88.

(Colocación Biblioteca UAM_I: F1219.7 D8.8318)

Control de lectura 2:

El Sustrato Común de Mesoamérica Parte II:

El Sistema Dualista de Pensamiento

López Sánchez Raúl Iván

Generalmente, en las culturas del mundo hay siempre una noción de dualidad, esto debido muy probablemente al proceso de significación que la humanidad le da a los fenómenos naturales, que muchas veces son extremadamente distintivos, como por ejemplo: la vida y la muerte, el día y la noche, lo masculino y lo femenino, etc. En el caso de Mesoamérica, este concepto de dualidad es hegemónico de su ideología, para ellos los contrarios se complementan mutuamente.

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