Crece la influencia de China en el Mundo

Crece la Influencia de China en el Mundo

Para poder realizar un análisis de China, lo ideal, antes de nada, es echar un vistazo macroeconómico al gigante asiático. China, es un país que a términos del indicador del PIB, es una superpotencia. El PIB de China en 2018 alcanzaba los 13.500 millones de USD, suponiendo un 6,31% del PIB mundial y posicionándose en la segunda posición de este ranking global. Es el gran país exportador del mundo, por lo que no tiene déficit en la cuenta corriente de su balanza de pagos. Sin embargo, según otro de los indicadores macroeconómicos que analizan la realidad de una forma más veraz y transparente, como es el PIB per cápita, nos indica que China no alcanza un ranking tan alto, ocupando la posición 81. Esto se debe a que los países con una gran población requieren de un esfuerzo mayor en su PIB para aumentar su PIB per cápita.

Respecto a la economía del país asiático, cabe destacar que es un gran acreedor del resto del mundo, es decir, es un importante inversor y comprador de deuda nacional del resto de economías, sobre todo de aquellos países en vías de desarrollo y políticamente inestables. Esta importante inversión extranjera propicia un debate sobre si las actividades económicas chinas han generado un crecimiento y un beneficio real para el resto de economías, o si por el contrario, el resultado de estas acciones han generado situaciones de desigualdad entre países y dentro de los países destinatarios.

Dejando de lado los indicadores económicos, la presencia institucional de China ha ido aumentando en los últimos años, favoreciendo así su papel de exportador en el mercado global. Sin embargo, dejar asumir este papel a una sola y única nación debilita la situación económica; tanto la propia del país, como a nivel mundial, haciéndola más vulnerable y creando una dependencia hacia el país asiático. Depender de una gran potencia económica, implica que, si este país genera o tiene un problema económico importante, este puede tener una repercusión al resto de países. El ejemplo de la crisis anterior generado por las hipotecas subprime en EEUU, es el caso perfecto para explicar esta situación. Además, no hace falta ir más lejos en el tiempo para buscar un ejemplo actual de esta casuística. La crisis de la propagación del coronavirus está frenando la economía nacional china, y ésta, a su vez, está provocando una desaceleración de la economía mundial. El coronavirus es una enfermedad que está causando una emergencia sanitaria en China y en el resto del mundo. El gobierno chino ha cerrado las fronteras aéreas para evitar la propagación al resto de países, por lo que la cuenta corriente de la balanza de pagos ya está teniendo una repercusión negativa.

Las consecuencias de una situación como ésta, también están originando una repercusión mundial ya que afecta a cada una de las economías nacionales. En el caso de España, el miedo a la propagación del coronavirus ha hecho que el Mobile World Congress haya sido cancelado con toda la repercusión económica que ello traerá a la ciudad de Barcelona y a España.

De este análisis, podemos concluir en que existe un debate entre el libre crecimiento de los países (y su especialización en las importaciones en el caso chino) y un crecimiento sostenible y gradual de la economía mundial.

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