Creo que el arte no goza de igual consideración dentro del currículo de Educación Primaria como gozan otras materias

Creo que el arte no goza de igual consideración dentro del currículo de Educación Primaria como gozan otras materias. Como por ejemplo, las matemáticas.

En el currículo de Educación Primaria, tienen cabida las distintas materias; Matemáticas, Educación Física, Conocimiento del medio etc. ¿Pero todas tienen el mismo reconocimiento? Bajo mi punto de vista, no. Todas ellas son importantes pero no a todas ellas se les da la misma importancia.

El arte creo que está más bien considerado como un pasatiempo más que como un medio de expresión absolutamente necesario para un desarrollo integral. De igual modo, la educación emocional, hasta hace muy poco, no tenía cabida en las aulas. ¿A caso no influyen las emociones en nuestro aprendizaje? Se ha demostrado que nuestras emociones no se pueden olvidar. Deben formar parte de nuestro aprendizaje. Pues con ellas vivimos y convivimos a diario.

Pienso que en la escuela se tiende y anteriormente todavía más, a parcelar el conocimiento. Este aspecto nos devuelve una realidad sesgada en lugar de una realidad donde pueda existir una complementariedad de los distintos aspectos que vamos aprendiendo.

Creo que el arte es un medio eficaz que nos permite trabajar las distintas materias y a su vez, nos permite el desarrollo de vivir un sinfín de experiencias que nos ayuda a crear un modo de ver, un modo de escuchar, un modo de sentir. Cada uno desarrolla una experiencia particular cuando entra en contacto con el arte y pone en marcha sus sentidos, un tanto adormecidos, a veces.

Estoy de acuerdo con el texto cuando expresa que las habilidades de preguntar, buscar respuestas, repensar, aprender a aprender se deben de potenciar en todas y cada una de las materias. De ayudar en definitiva, a que sea posible esa interacción de los niños con el entorno y la comprensión de éste. Un entorno con el que deben de aprender a relacionarse, a valorar, a cuidar y a repensar. Opino, que si se obvian estos elementos, no se contribuye en ningún caso a situar al alumno en medio del proceso educativo y como protagonista activo de su aprendizaje, sino más bien, lo sitúa en un papel pasivo y como si se tratara de un contenedor. Una situación que hoy en día es ya impensable puesto que el maestro no es la única fuente del saber si no más bien la persona encargada de contagiar entusiasmo por querer saber. Una persona que les oriente y les haga plantearse preguntas, retos etc.

Me ha gustado mucho una frase del texto que dice que en algunas materias se propende a pasar por alto los sentidos. Y es que considero que pasar por alto los sentidos conlleva a adormecerlos. Me gustó mucho cuando vi el vídeo de Ken Robinson en el que se nos explica el caso de la niña que quiere dibujar a Dios. La maestra le pregunta ¿cómo vas a dibujarlo si no lo has visto? Y la niña le responde: Ahora lo verás. Me pareció fantástico. En el vídeo comentan que Picasso decía que todos los niños nacen siendo artistas. Y este ejemplo, de la niña del vídeo, lo demuestra. El texto de Lowenfeld también me ha gustado porqué me ha ayudado a entender está perdida de confianza en los propios medios de expresión creativa. Yo también digo que soy bastante mala dibujando. Y leyendo y reflexionando a cerca de pasar por alto los sentidos, me ha venido el recuerdo de cuando estudiaba Pedagogía en la UB. En la asignatura Teoría del conocimiento, tenía a un profesor que opinaba que estábamos enganchados al hecho de fotografiarlo todo y más ahora con el móvil. Decía que si dibujábamos, en lugar de fotografiar, estábamos contemplando la imagen y ésta nos pasaba por todos y cada uno de nuestros sentidos. En cambio, a través de la cámara, solo mirábamos y nos perdíamos un sinfín de detalles y toda una experiencia. Una experiencia, que cada uno hace la suya, nos comentaba.

Este escrito a nivel personal me hace pensar como

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